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"Cuando el mundo esté en tu contra, yo estaré contigo para protegerte de todo".

Bible caminaba por los pasillos de la universidad, aún los insultos y las miradas seguían puestas en él, sentía sus piernas temblar, temía por su bienestar.

Un simple enamoramiento y un simple primer amor lo habían destruido por completo.

En su interior estaba una lucha constante por sobrevivir, su pésima alimentación era notoria, no solo para él, sino que también para sus amigos.

Jeff insistía tanto en su alimentación, era un pilar en su vida, un valioso amigo y un maravilloso hermano. Siempre estando para él, incluso en los peores momentos.

Odiaba no estar en la misma carrera que sus amigos, pero odiaba más el hecho que el estar con ellos y sentirse seguro en la universidad solo duraba veinte minutos.

Un suspiro cansado se escapó de su interior, sus pasos cada vez se volvían pesados, las semanas que era la peste comenzaban a dar frutos. ¿Hace cuánto tiempo descubrió la infidelidad de su novio?, ¿Cuánto tiempo ya pasó desde que fue amenazado?, ¿Desde cuándo las personas huyen de él?, ¿Hasta cuándo se sentirá libre y seguro en la universidad?, ¿Hasta cuándo volverá a ser querido?

—¡Ey! — un chico mayor caminaba con notorio enojo a su dirección. —¿¡Crees que esto se quedará así!?

Bible le pedía a todas las deidades existentes que está vez, solo está vez, este hombre no se dirigía a su persona. Desvío la mirada y detuvo sus pasos, esperando a que aquel desconocido siga su camino.

—¿Tienes algún tipo de fetiche? —sus pasos comenzaron a ser ligeros, sus puños se cerraron.

—¡Alto! —detrás de él, con desespero notorio en su expresión, una chica corría tratando de seguir su paso y detenerlo. —¡Oye! Sun... ¡Sun! —sus pasos aceleraban cada vez más.

Su corazón se aceleró, su respiración irregular desequilibró su cuerpo, su vista nublada y su mejilla ardiente le demostraron una vez más, que él, Bible era culpable de algo que jamás hizo.

Una vez más...

Los murmullos, las miradas y los sonidos ruidosos de las fotos y videos retumbaban en el interior de Bible. Las arrugas del cuello de su camisa serían los testigos principales del maltrato que su dueño estaría a punto de recibir.

—¡Sun! Detente. —la respiración irregular de la chica delataba el esfuerzo que hizo. —Bible no fue.

El tal "Sun" aligeró el agarré en su camisa y miró a la chica.

—¿Qué has dicho? —preguntó enojado.

—Bible no fue. —habló pausadamente, el chico la miró y después a Bible.

—Estas mintiendo. —afirmó. —No puedes, ¡No puedes cubrir el daño que este imbécil te ocasionó! —su espalda golpeó fuertemente la fría pared, su cuerpo se sentía cada vez más pesado.

—¡No fue él! —lloriqueo la dama.

—¡¿Escucharon!? —Sun miró a su alrededor, los presentes miraban con atención la escena, algunos con desinterés y otros con morbo, tal vez habían dejado morir el tema de Bible, pero no podían negar que simplemente era entretenido ver como el indefenso chico era culpado de todo. —¡Mi novia fue forzada por esta rata y ahora lo niega! —el chico gritó con enojo mientras apretaba su agarre. —¡No hay necesidad de que nuestras parejas sufran a causa de esta escoria!

La bulla de la multitud apoyando a Sun se escuchaba lejana, sus ojos luchaban por mantenerse abiertos, su respiración se iba apagando... Su cuerpo débil comenzaba a pesar para él.

[💔]

"Te esperaré... No importa cuánto tiempo tarde en sanar tu corazón, yo seré esa curita que necesitas".

El olor del hospital penetró en sus entrañas, el inquietante sonido de las máquinas martillaban sus oídos, el frío y la soledad acompañaban su indefenso cuerpo en la habitación desconocida.

No sabe cómo llegó hasta ahí, no sabe que sucedió después, pero lo que sí sabe es que está seguro ahí y ahora.

La puerta se abrió y su cuerpo reaccionó involuntariamente, se había asustado, miró hacia la entrada esperando a aquel intruso. Escuchaba voces, más no entendía lo que decían, segundos después entró aquel curioso médico cirujano.

—Bible. —habló tan calmado que su voz transmitió algo cálido a su interior. —¿Cómo te sientes?

La mirada del mayor no se apartaba de él, ahora, Jes estaba más cerca. Bible perdió el habla por unos minutos.

—Bible... —susurró llamando su atención.

El menor asintió con la cabeza, formulando una oración adecuada para el mayor.

—Bien... —aclaró su garganta. —Bueno, me duele el cuerpo y me siento cansado.

La suave melodía de la voz de Bible hicieron que algo en Jes se aferrara a la idea de querer protegerlo de todo y de todos, quería guardarlo en una cajita de cristal. Podía ver el dolor en la mirada del menor, sus ojitos hinchados y perdidos en un punto de la habitación.

—Tendrás dos días aquí. —comenzó a hablar mientras metía sus manos en los bolsillos de su bata. —En cada una de tus comidas vendré aquí y esperaré a que comas —Bible lo miró con atención. —, te ves débil, te mandaré a hacer unos estudios y pensaré si dejarte más tiempo aquí.

Bible quiso hablar, quiso decirle que no era necesario, que él se sentía bien y quería regresar a casa, más la mirada del mayor, esa mirada profunda y preocupada, le hicieron guardar silencio y obedecer la pequeña orden.

Curita para el corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora