Arabesque [Fanfic EXO-NCT]

7. Abrazos pendientes

Música: Sia- Chandelier.

Kyungsoo

     Recuerdo haberme dormido llorando la noche en que supimos que Angie me acusó legalmente de haber abusado de Taeyong. Pasé por todo tipo de emociones esa vez. Primero, la sorpresa, por supuesto. Luego la incredulidad. «¿Es esto una broma?». Después llegó el enfado, ácido, poderoso, caliente. Y por último el dolor, la tristeza más honda que he experimentado en toda mi vida.

     Desde que Jongin fue víctima de abuso sexual infantil era bastante hipervigilante en algunas cosas correspondientes a Taeyong cuando el niño pasaba tiempo en casa. Cada vez que le cambiaba el pañal o lo duchaba, Jongin debía estar presente. Nunca me lo dijo de forma explícita, pero era obvio por el modo en que se apuraba a hacer cualquier cosa para estar en la misma habitación con nosotros. Lo capté muy rápido y desde entonces me aseguraba de que él pudiera verme. A decir verdad, fue Jongin quien la mayor parte de las veces se encargó de ese tipo de labores. No me sentí extrañado ni ofendido en lo absoluto. Si yo hubiera sobrevivido a lo que sobrevivió mi marido, sería mil veces más paranoico, así que me esforcé en que tanto él como el bebé se sintieran seguros conmigo.

     Después de varios años, Jongin confió en mi completamente. Se iba durante horas a trabajar y dejaba a Taeyong sin importarle si jugábamos en la bañera o le cambiaba la ropa cinco veces al día. Sabía que yo le daría mi hígado a ese niño sin pensarlo dos veces. El bienestar de Taeyong era siempre mi prioridad. Por eso me enojé tanto con Jongin cuando aceptó que Angie se lo llevara al extranjero. Tuvimos cientos de peleas aquellos años.

     A mí me parecía un despropósito todo aquel circo. No me perdía un solo capítulo de la serie de niñas y niños bailarines y con el final de cada uno de ellos me amargaba un poco más. ¿Por qué les exigían tanto a niños tan pequeños? ¿Quién nos aseguraba que Angie lo estaba cuidando bien en el extranjero? ¿No era muy revictimizante cuando los niños perdían los concursos y la Miss los regañaba como si hubiesen intentado bombardear el mundo? Exploté en aquel capítulo en donde enfocaron a mi pequeño Tae llorando en una esquina del salón de baile después de haber escuchado a otras madres hablar mal de él y Angie. ¡Tenían que ser todos idiotas! ¿A quién se le ocurría someter a un niño a tanta presión?

     Pero el idiota de mi marido siempre tenía una respuesta para todo. Él pensaba que Angie era una buena madre porque se preocupaba por el futuro de Taeyong. Jongin creía ciegamente que darle exposición a su hijo le aseguraba una carrera llena de éxito. Estaba tan acostumbrado a la violencia de su círculo profesional que no era capaz de entender que aquello no era normal ni saludable. Él decía que los regaños eran feos, pero debía acostumbrarse a ellos como una parte inevitable de una formación excelente.

     —¡¿Y las críticas de esas mujeres que hacen llorar a Taeyong?! ¡¿Eso también te parece normal?! —le gritaba, harto de verlo tan ciego.

     —Pues algo de razón tienen, lamentablemente Angie es bastante desagradable.

     —¡¿Y a ti te parece bien que todo el mundo vea al bebé mal por eso?!

     —Bueno —me respondió exasperado—, tú vives deseando que Taeyong se quede con nosotros permanentemente. Lo lamento mucho, Kyungsoo, pero tiene que darse cuenta de la clase de persona que es su madre para que en el futuro decida quedarse con nosotros. Esas mujeres que tanto críticas, te están haciendo un favor.

     —Eres un ciego y un completo idiota. Algún día te vas a arrepentir de todo esto y será demasiado tarde.

     Cuánto lamento haber tenido la razón.

     El día en que Taeyong falló la competencia más importante del año fue tan obvio que lo hizo a propósito que, incluso alguien como yo que no sabe nada de ballet, pudo notarlo.