18. Fama

132 21 14
                                    

Música: Kelly Clarkson- Because of you

Taeyong

     Jaehyun cantaba baladas con toques de ópera, siempre iba a todo lado de traje, zapatos lustrados y con el pelo engominado, saludaba con un perfecto acento inglés y jamás se apresuraba a dar respuestas en las entrevistas, se tomaba su tiempo para sopesar cada educada palabra; era formal como si a diario tuviera reuniones de negocios con don Vito Corleone. Pensé que la fama lo haría ser un poco más espontaneo, pero pasó justo lo opuesto: en la medida en que se hacía conocido, más estoico parecía en sus modales. Estoy seguro de que esto fue lo que lo disparó directo a lo más alto. La gente estaba acostumbrada a la música de fiesta y a la gente sexualizada en los videos. No me mal entiendan, ¡amaba todo tipo de música y disfrutaba más que nadie perrear con mi cadera pegada a la de cualquier otra persona! Pero Jaehyun era algo fresco, diferente. Te hacía sentir un poco anticuado, es verdad, pero al mismo tiempo sentías que escucharlo era sofisticado y que si tenías buen gusto no había modo de no apreciarlo.

     Además, su voz por si sola era extraordinaria, tenía un amplísimo rango vocal y sus sonidos eran limpios como agua cristalina. Era estupendo interpretando sus canciones, ver los vídeos en los que cantaba para el público podía calificarse de delicioso... Y hablando de delicioso: su apariencia bien estilizada en trajes hechos a la medida ponía a palpitar el corazón de cualquiera. Muchas cosas convergieron para que ocurriera lo que pasó, en menos de un año su fandom era bastante robusto con personas de todas las edades que pagarían cantidades obscenas por verlo en un concierto.

     Seguíamos comunicándonos de forma constante, lo seguí en todas las cuentas de redes sociales que se abrió y que manejaba junto a su tío que ahora trabajaba como su manager, pero nunca le escribía mensajes ni le dejaba likes porque no quería perjudicarlo de ningún modo con mi compañía, Jaehyun estaba en el clóset de cara al público. Cada vez que en las entrevistas le preguntaba si tenía novia respondía que no deseaba hablar de cosas personales. Incluso cada una de sus publicaciones tenían relación con su trabajo solamente. Él era tan cerrado en tantos aspectos de sí mismo que la gente simplemente se había obsesionado imaginando todo tipo de cosas respecto a su vida personal. Entre menos contaba, más curiosidades generaba.

     Solo yo tenía cada detalle. Sabía, por ejemplo, que seguía estudiando en la universidad, que estaba obsesionado con su sobrina y muchas de las canciones de amor que cantaba estaban dedicadas a ella, que cuando cantaba canciones de dolor realmente lloraba a su madre, que había mejorado en español, que tuvo fimosis, que sabía datos curiosos y completamente inútiles sobre peces, que roncaba cuando estaba muy cansado y que su posición favorita en el sexo era yo sentado en su regazo abrazándolo con mis piernas. Lo había decidido la siguiente ocasión que lo visité en Londres.

     Aunado a su fama y a los premios que empezaron a llegar, llegó el dinero, así que dos veces más me mandó a llamar con todo pagado y yo fui nada menos que gustoso a verlo, celebramos allá mi cumpleaños número 24. Lo malo fue que en esas ocasiones no hicimos turismo juntos, su rostro era conocido en todo lado ahora, así que nos mantuvimos en hoteles viendo películas, mimándonos y teniendo mucho sexo. Algunas tardes salía por mí mismo a visitar museos o darme alguna vuelta, pero no era divertido si no estaba él.

     Cuando volvía a mi país, yo continuaba saliendo con otras personas y siendo honesto al respecto. Él, por su parte, dejó de salir con otros una vez que se popularizó, dijo que deseaba evitarse chismes en los tablones de espectáculos. Cuando me gradué de la universidad tuvimos una discusión fuerte porque el loco insistió en obsequiarme un auto y a mí me pareció desproporcionado. Le dije que, si seguía gastando su dinero así, le iba a durar muy poco y le sugerí que, si tantas ganas de despilfarrar tenía, comprara terrenos y edificios sin saber que me haría caso y pondría a su tía a comprar, remodelar y revender propiedades a un mayor precio amasando para sí mismo una pequeña fortuna. Y sobre mi obsequio... acepté un celular del más reciente modelo para comunicarnos muy bien.

Arabesque [Fanfic EXO-NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora