Capítulo 8

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Cogimos el metro para ir al parque de atracciones, había bastante gente así que tuvimos que ir pegados. Cuando llegamos al parque de atracciones había bastante cola, por lo que tuvimos que esperar para comprar las entradas. Cuando finalmente las compramos nos montamos en algunas atracciones y luego decidimos comer algo, Hugo fue a comprar Hot dogs mientras yo guardaba la mesa que tanto nos había costado conseguir. Cogí el móvil para mirar si tenía algún mensaje y efectivamente tenía uno de Finn:

Avísame cuando estéis en la Universidad, tenemos que hablar, no le digas nada a Hugo.

Me estás preocupando.- contesté preocupada

Después de eso no respondió y me dejó con la intriga, mientras pensaba en que me iría a decir llegó Hugo junto a los Hot Dogs, decidí hacer caso a Finn y no contarle nada.

Cuando llegamos a la Universidad le escribí un mensaje a Finn diciendo que ya estábamos allí:

Ya estamos en la residencia.

Quedamos en cinco minutos en la puerta, ve sola. -contestó Finn

Cuando vi las últimas dos palabras un escalofrío recorrió mi cuerpo, pero luego recordé que solo era Finn y que no me iba a hacer nada.

Tal y como habíamos quedado estaba en la puerta y lo vi venir hacia mí, le saludé con la mano,
 pero él no me devolvió el saludo, cuando llegó a mí me dijo:

-Tenemos que hablar.

-Me estás preocupando, ¿Qué pasa, Finn?

-Esto... Es que...

-Dímelo, Finn.

-No te enfades.

-No me enfado.

-Hugo me dijo que disfrutó mucho el beso con Martina en la fiesta y que tiene intención de cortar contigo.

-¿En serio? No lo parecía en la cita. -murmuré aguantándome las lágrimas.

-Pues me lo ha dicho.

-¿Crees que Martina también disfrutó el beso?

-Pues...

-Perdón, no debería preguntarte eso, es tu novia- interrumpí.

-Tranquila, no lo sé, se la veía contenta.

-¿Y ahora que haremos?

-Pues... Había pensado en una cosa pero...

-¿Cuál?

-Tu y yo fingimos que estamos saliendo y cortamos con ellos para darles celos.

-Me sabe mal por ellos.

-Pero a nosotros nos van a dejar plantados como si no fuéramos nada.

-Pero...

-Bueno, si quieres que te dejen plantada...

-Vale, finjamos.

Después de eso me fui a mi habitación y llamé a Hugo.

-Hugo, tenemos que hablar.

-¿Por qué?

-Quedamos en diez minutos abajo.

Estuve pensando un rato en por qué le diría eso a Finn, al fin y al cabo era su novia, pero luego pensé que era normal entre chicos ¿no?

-Hola- me saludó amable, me costaba creer que me quisiera dejar, no lo parecía.

-Hola.

-¿Qué pasa? ¿Por qué querías verme?

-Tenemos que hablar.

-¿De qué?

-Me han dicho que pretendes dejarme.

-¿Quién te ha dicho eso?

-No te lo puedo decir. ¿Qué he hecho?

-Déjame explicart...

-Estábamos bien ¿no? ¿Qué ha pasado?

-Sofía...

-En la cita no lo parecía, ¿verd...

-¡Sofía! -gritó.

-¿Qué?

-Es mentira, no te quiero dejar, yo te quiero, no te dejaría.

-Pero me han dicho lo contrario...

-Te han mentido.

-¿Entonces no me quieres dejar?

-No, ¿Por qué querría eso?

-Pues... No sé.

-Es mentira, no te quiero dejar, estate tranquila.

-Ufff, menos mal, no lo entendía.

-Tranquila.

-Me tengo que ir a mi habitación, tengo que estudiar.

-Claro, yo también voy a estudiar.

Cuando llegué a mi habitación le escribí un mensaje a Finn:

Me ha dicho que no me quería dejar, que era mentira.

Pues quizás lo haya escuchado mal...

¿Tú has roto con Martina?

No, no he podido.

Pues, ¿Dejamos el plan?

Sí.

Vale, adiós.

Adiós.

¿No es un poco raro que Finn haya escuchado mal? Bueno, lo habrá escuchado mal. Ha reaccionado muy raro pero bueno...

Decidí darme una ducha para ir pensando, las duchas aclaraban mis pensamientos, normalmente, desgraciadamente esta vez no los aclaró, estuve bastante rato pensando en eso, tanto que me costó dormirme, Martina se durmió fácilmente pero yo... Le escribí a Hugo:

¿Estás despierto?

Sí, ¿Por?

No puedo dormir.

Yo tampoco.

Estuvimos un rato hablando hasta que finalmente logré dormirme.

Al día siguiente me levanté pronto y decidí mantener mi salud en buen estado e ir a correr, cogí mis cascos y comencé a correr, corrí sin saber a donde ir y finalmente, cuando no podía más, me senté a tomar algo. Estaba tan cansada que no presté atención a mi alrededor, cuando descansé un poco, vi a Martina y Finn hablando y no pude evitar escuchar su conversación:

-Sofía se creyó todo- dijo Finn.

-¿El plan funcionó entonces?

-No, Hugo le dijo que era mentira.

No entendía nada, ¿Por qué querían mentirnos? Miraron en mi dirección y me escondí debajo de la mesa, supe que era hora de irme, así que cuando dejaron de mirar me fui del bar sin ni siquiera pedir.

Corrí a la residencia esperando que no me vieran, cuando llegué a mi destino fui a mi habitación a cambiarme de ropa, ya que iba de deporte. 


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