Capítulo 3

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El domingo por la mañana, me vestí bien arreglada porque ese día iba a fingir ser la novia de Hugo. Bajamos a desayunar y vimos a Finn y a Hugo comiendo. Acabamos de comer más o menos al mismo tiempo, ya que ellos cogieron muchísima cantidad. Y seguí a Hugo hasta el Parking donde subimos al coche en dirección a casa de sus padres. Estaba cerca, así que tardamos poco en llegar, yo estaba bastante nerviosa por conocerlos pero Hugo me tranquilizó al instante dándome la mano. Bajamos del coche y entramos en la casa. Era bastante bonita, era de color malva por fuera. Vinieron a la puerta dos personas que Hugo saludó, por lo que supuse que eran sus padres. La madre me saludó dándome un abrazo y el padre me saludó con una enorme sonrisa. Hugo me presentó:

-Esta es Sofía, mi novia. Sofía esta es Daniela, mi madre y este es mi padre Angelo.

-Encantados- dije tímida, interpretando mi papel. 

-Igualmente.

-Bueno, ¿vamos a comer?-dijo Angelo. 

-Claro- dijo Daniela

La comida estaba buenísima. Y Angelo dijo que teníamos que demostrar que no mentíamos y que nos diéramos un beso. Daniela le dijo que no hacía falta pero él insistió en que sí. Así que se acercó a mí y me dio un corto beso en los labios. Su familia aplaudió pero yo solo estaba centrada en él y yo. Cuando se separó me sonrojé y él me guiñó el ojo. Mientras yo pensaba en qué acababa de pasar, él dijo:

-¿Esto ya lo dice todo, Papá? 

Su padre sonrió satisfecho diciendo así la respuesta a la pregunta de Hugo. 

Cuando acabó la cena, Hugo y yo nos fuimos hacia el coche, allí me dijo que lo había hecho muy bien y me dio la mano. 

-¿Y si dejáramos de fingir que somos novios?- se aventuró a decir él. 

-Me parece bien. 

Y así es como empezamos a salir.

Cuando llegamos a la Universidad nos encontramos a Martina y a Finn peleándose:

-Siempre lo miras a él. -dijo Finn

-¿Ahora sólo te puedo mirar a ti?

-Pues sí.

Y cada uno se fue a su habitación.

-Pocas veces los he visto peleados- dijo Hugo.

-Ya.

-Yo voy a hablar con Finn, tú con Martina.

Entré en la habitación y le pregunté que había pasado.

-Todo es por tu culpa, eres la culpable.

-Creo que lo estás pagando conmigo porque estás enfadada.

-Me voy a dormir.

A la mañana siguiente, me desperté y Martina ya se había ido, me vestí y me preparé, fui a buscarla y busqué en el centro comercial, en el comedor de la Universidad y en la playa, allí fui donde la encontré. Me acerqué a ella y le pregunté si podía sentarme.

-Vale, siento lo de ayer, estaba enfadada con el mundo.

-¿Quieres explicarme lo que pasó?

-No, no me apetece hablar de ello.

-Vale.

Fuimos a la Universidad y vimos a Hugo, Martina dijo que tenía que estudiar para un exámen y se fue a nuestra habitación, yo me quedé con Hugo.

-¿Has visto a Finn? -pregunté

-Sí, pero no me ha querido explicar que pasó.

-A mí Martina tampoco me lo ha explicado.

-¿Qué crees que habrá pasado?

-No sé, pero hay que ayudarlos a hacer las paces.

-Sí. Eso está claro.

Yo fui a ver a Finn y Hugo a Martina.

-Hola Finn, ¿estás mejor?

-Sí

-¿Quieres hablar de ello?

-No, no me apetece.

Estuvimos un rato hablando de otras cosas y vi que Hugo me había llamado 4 veces. Le cogí el teléfono y me dijo que quedábamos en el comedor, que me tenía que contar algo.
Lo vi esperando en el comedor y me acerqué a él.

-¿Qué ha pasado?

-Le pregunté que le pasaba y me dio un beso en la boca.

-¿Martina?

-Sí- dijo con voz temblorosa.

-Se va a enterar.

Llegué junto a ella y estaba pálida.

-¿Por qué besas a mi novio?

-Es que... Esto...

-¿Ha sido por eso vuestra pelea?- Asintió. - ¿Desde cuándo te gusta?

-Desde hace 4 años, desde que lo conocí.

-Sabías que me gustaba y no me dijiste nada y ahora lo besas así como si nada?

-Lo siento.

-Déjame. Pediré un cambio de compañera

-No, por favor.

-Te doy 2 días para que lo soluciones, si no pediré un cambio.

-Vale.

Y me fui a mi habitación, estaba enfadada con todos, no tenía ganas de hacer nada, así que me fui a dormir.

Cuando me desperté seguía sin haber nadie en la habitación y no puede evitar preguntarme que estaría haciendo Martina, a pesar de estar enfadada con ella.

Llamé por el móvil a Hugo y le dije que pasó ayer con Martina. Le expliqué lo que le dije que tenía dos días para solucionarlo y todo lo demás. Y quedamos en que nos encontraríamos en el comedor en 10 minutos.

Lo vi sentado en una mesa así que fui con él.

-¡Ey, Hugo!

-¡Hola Sofía!

-¿Ayer Finn te contó la pelea?

-Sí, un poco.

-¿Tú lo sabías, que Martina estaba enamorada de ti?

-No.

-Ahora mismo estoy muy enfadada con ella.

Decidimos cambiar de tema porque yo no quería seguir con ese y fuimos a clases. 

Querido diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora