Es como mi sombra... me asecha, me vigila constante mente... su aura pesada me envuelve y no me deja escapar... estoy atrapada... soy de él desde que me conoció y será así hasta el día en que muera... silencio... pasos... pasos acercándose... están cada vez más cerca... cada vez más cerca de poseerme, la anticipación invade mi cuerpo y una descarga eléctrica pasa por mi Columna vertebral, es tan intensa, que me obliga a correr... mis piernas se debilitan pero me obligo a mantenerme de pie... soy de él... o moriré intentando ser de otra persona, es un dicho que no muchos quieren aceptar... pero él... él es el diablo... y es Dios... es lo bueno y lo malo... es todo lo que una mujer quiere, pero al mismo tiempo, es todo lo que no se debería desear...
— Sal, princesa. Hazme las cosas más fáciles... no quiero tener que obligarte a doblegarte ante mi... sabes como soy cuando me enojo, no deberías de hacerme enojar, nena, es mejor que salgas, porque si te encuentro... –
Mi respiración acelerada me delatara lo sé... corro tan rápido como puedo antes de darme cuenta hacia donde estoy corriendo... estoy en un acantilado... desierto, y con miles de kilómetros de altura, una muerte segura... mis piernas tiemblan al escuchar sus pasos calmados y relajados, lo que escandaliza mis sistemas y hace que estremezca mi cuerpo de formas que no había experimentado nunca... mis ojos se cierran veo todo negro, una luz desde lo más lejos se aproxima a mi...