Cinderella

Vestido?

Ya estaba instalada en mi habitación, que eran básicamente cuatro paredes blancas, un escritorio, una cama, un armario empotrado y una estantería. Todo esto blanco, mi color favorito.

-Claire- mi padre tras la puerta, eso son malas noticias- abreme.
-Que quieres?- dije abriendo la puerta rápidamente.
-Hoy habrá una cena. Arreglate bien y ya sabes, comportate.
-Lo que quieras- dije mientras rodaba los ojos.

Ahora una cena. Eso es para fastidiar si se podía más. Bueno, lo haré por mi padre.

-Un vestido rosa? Azul?- dije mientras sacaba todos mis vestidos y los dejaba en mi cama- no voy a llevarlos.
-Necesitas ayuda- conocía esa voz. Maldita sea.
-No gracias, Chase- dije poniendo énfasis en "Chase"
-Seguro?, pareces más perdida que una abuela en el Ikea. Además, tengo buen gusto.
-Quieres callarte ya? No te necesito
-Sabes que si.Solo voy a ayudarte! O también pued...

Sabia que no se iba a callar, y como estaba de verdad indecisa, acepté.
-Esta bien!! Ahora callate.
-Lo sabia- dijo en un susurro.

Entró en la habitación mientras miraba cuidadosamente los vestidos.
-El negro- sentenció dándome el vestido. Era de color negro, con una especie de cinturón de perlitas, pero era muy corto.
-No me voy a poner eso.
-Si lo harás.
-No
-Si
-No
-Si
-No
-No
-Si
-Dijiste que si! Ahora pontelo- me entregó el vestido.
-Vete- dije señalando la puerta- me tengo que cambiar.
-Tampoco me molesta eh?... Vale! Vale! No hace falta llegar a tirarme el zapato, ya me voy.

Salió de la habitación y me puse a cambiarme. Realmente no quedaba tan mal. Si tiene buen gusto, después de todo.

-Ya puedo entrar?- dijo desde el otro lado de la puerta.
-Entra de una vez.

Chase entró en cuanto le di permiso, pero se quedó en el marco de la puerta, mirandome de arriba a bajo con los ojos muy abiertos.
-Wow... Estas preciosa!!
-Gracias- noté el rubor subir por mis mejillas. Pero me controle y no llegué a sonrojarme- en cuanto al pelo, se peinarme, tranquilo- dije sarcástica.
-Muy bien, mi faena aquí a terminado- y se fue, no sin antes guiñarme un ojo.