Cinderella

Vacaciones V

-Mi primera pregunta; tienes alguna fobia?- es una pregunta patética, pero en esos momentos mi mente no daba para más.
-Hm... Prometeme que no te reirás.
-Prometido- puse una mano donde supuestamente estaba el corazón, haciendo que Chase soltara una risita.
-Vale, pues... Verás, tengo miedo a las gallinas. Desde que me atacaron cuando tenía 5 años, no he podido acercarme a una. Pero, lo peor de todo es la mirada asesina que tienen. Ahg! No quiero recordarlo.

Intenté contener la risa tapandome la boca con la mano, pero no aguanté más y solté una sonora carcajada.

-Y, y... Tienes pesadillas con las gallinas?- dije en tono burlón. Ya sabía cual era su debilidad
-Muy graciosa- puso los ojos en blanco- ahora mi pregunta. Te caigo bien?

La pregunta era un tanto extraña, más que nada por la boca que las había dicho. Que debía contestar? Si, eres muy mono o, Claro! También quieres un besito?
Busqué la respuesta adecuada mientras jugaba con mis dedos.

-Que entiendes por caer bien? Si fuera por mí ni siquiera me caerías, pero como se que me vas a estar molestando hasta que te diga lo que quieres oír, porque eres así de farol, te diré que si.

Chase hizo una cara de ofendido, pero al oír esto último, noté cómo sonreía de una forma muy exagerada, haciendo que algo dentro de mí, explotara. No sabía que era exactamente, pero fue extraño, nunca antes me había pasado.

-Pero no te emociones, solo te he dicho que sí.
-Suficiente para mí- sonrió de una forma muy dulce, que hizo que otra cosa en mi interior, explotara de nuevo.

A este paso no llegas a la cena.

No te he pedido opinión.

Pero en el fondo sabes que tengo razón.

Mejor no te digo en que fondo...

-Ei!- Chase chasqueo los dedos frente a mi- Tierra llamando a Claire, Pi-pi-pi.
-En fin...- rodé los ojos. Sinceramente, he perdido la cuenta de cuantas veces he hecho eso.
-Luego terminamos, es hora de comer. Piensate las preguntas, pequeña- me giño un ojo y se levantó del banco móvil.
-Vale- me levanté, sacudiendo mis pantalones y arreglandome la camiseta.

Empezamos a andar, Chase iba delante, tenía buenas vistas. Pero que?! Como puedes pensar eso? La parte pervertida de mi mente, que hasta ahora estaba dormida (o eso creo), había despertado. En fin, son las hormonas [la excusa que todas utilizamos, verdad? ( ͡° ͜ʖ ͡°) ]

Andamos hasta la puerta trasera, por la que habíamos salido antes, pero Chase paró en seco, haciendo que yo, como iba detrás cual patito tras su madre, chocara contra su fuerte espalda. Madre mía! Parecía un saco de cemento! Frote mi nariz, que fue la que amortiguó el golpe, mientras Chase se daba la vuelta hasta quedar frente a mí. Perfectamente me sacaba una cabeza, lo que podría resultar intimidante, y se agachó para quedar a mi altura, acercándose a mi oreja, susurró:

-Y no, no tengo pesadillas con gallinas- dicho esto, peinó su pelo con un movimiento de mano, y entró en casa.
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Bueeeno!
Ya estoy aquí de nuevo!
Os traigo este capitulo, es tarde, lo se, pero ea! La mente trabaja mejor de noche! Asi que nada, no olvidéis pinchar la ☆ y un montonazo de besitos para tooooodos.

Nos leemos pronto, gente del planeta tierra ♡