Vacaciones VI

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Por fin! Se ha acabado la comida, que resultó ser algo incómoda por parte de Chase, que no hacia más que mandarme giños de ojo y sonrisas extrañas.

Dejé mi plato en la pila y subí hacia mi habitación. Papá estaba en su despacho y Janine, adivinad donde?!
Pues sí, en la cocina. Las gemelas estaban discutiendo "cursimente" en la habitación, supongo que porque una le habrá roto la uña a la otra.

Entré a mi cuarto, cerrando con un portazo, y cogiendo un libro de la estantería. Y de nuevo, mi preciado silencio fue roto por alguien que llamaba tras la puerta.

-No te ha quedado claro que no voy a dejarte mi bolsa de viaje, Zoe?
-Soy Chase, inútil- abrí la puerta encontrándome a mi misma demasiado cerca de Chase. Este notó mi incomodidad y dio un pasito hacia atrás- venía a hablarte de la fiesta.
-Ah, eso. Pasa- me aparté de la puerta dejándole paso.
-Verás- se acomodó en la silla del escritorio- esa fiesta, como te dije, es en casa de un amigo.
-Sí, un tal John, continúa.
-Puedes bailar y esas cosas, te dejo libertad, pero no te despegues de mi en ningún momento.
-Eso es dejar libertad? Claro, si quieres me llevas también con una correa para perros.
-Claire, no lo entiendes. A esa fiesta va todo tipo de gente, sea conocida o no. Lo que quiero decir es que no te puedes fiar de todo el mundo que te dirija la palabra. Está claro?
-Haber, me estás diciendo que no me separe de ti y que además no hable con nadie, cierto?
-Bueno, si lo dices así suena peor de lo que es...
-Haber, Chase, quien te crees que soy?
-Claire, es por tu seguridad. Ya me ha costado suficiente convencer a papá como para ahora darte explicaciones, solo haz lo que te diga, si?- estaba preocupado, se veía en sus ojos, pero yo también me quería divertir! Además, es el ultimo día antes de irnos de vacaciones- la otra opción es quedarte aquí.
-Vale, todo menos eso- bufé, indignada. Después de todo si que tenía razón, no conocía a nadie.
-Menos mal que dentro de esa cosa hueca aun queda algo de sensatez- me dio en la cabeza con su dedo índice y se levantó de un moviento, poniéndose frente a mí- por cierto, arreglate.
-Como digas- le empujé por la espalda hasta que salió de mi cuarto.

Me di una ducha fría para despejarme, y me envolví en una toalla blanca. Me puse otra en el pelo y salí hacia el armario. Queda una hora o así para la fiesta, ya que no acabaría muy tarde, debido a que mañana tenemos que madrugar.
Escogí un vestido negro, con perlas plateadas, que era ajustado en la parte de arriba y suelto por abajo. Me llegaba por medio muslo, lo que tampoco me gustaba, pero el vestido era bonito en sí. Combiné unos zapatos negros con algo de tacón y maquillé ligeramente. Me hice una coleta alta y puse lo que más necesitaba en un bolso de mano.
Justo cuando terminé de arreglarme, Chase me llamó desde abajo.

Papá y Janine estaban en la puerta también, supongo que para despedirse.

-Cuidala, Chase- dijo papá.
-Hoy podrás dormir tranquilo, estará bien- dijo Chase... Serio?
-Gracias- se estrecharon la mano y papá se despidió de mi.

-Nos vamos, princesa?- Chase tendió su mano en mi dirección, acompañándola de una dulce sonrisa. Dudé que responder, pero no podía perder tiempo pensando.
-Vamos- dije segura, cogiendo con fuerza su mano.

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