perritos---Cutilicha

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Cristian "Cuti" Romero y Lisandro Martínez siempre habían querido compartir su vida con una mascota, pero en lugar de adoptar un solo perro, decidieron llevarse a casa a dos adorables cachorros que encontraron en un refugio

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Cristian "Cuti" Romero y Lisandro Martínez siempre habían querido compartir su vida con una mascota, pero en lugar de adoptar un solo perro, decidieron llevarse a casa a dos adorables cachorros que encontraron en un refugio. Uno era marrón claro, con ojos grandes y brillantes que parecían pedir mimos constantes, y el otro era negro como el carbón, con un toque de energía inagotable.

El cachorro marrón fue el primero en ganarse el corazón de Lisandro, y lo llamaron Messi, en honor al ídolo de ambos.

“Mirá, Cuti, cómo se mueve como si estuviera driblando”, comentó Lisandro riendo mientras el pequeño corría de un lado a otro de la casa, con las orejas saltando de forma graciosa.

Cristian, por su parte, estaba fascinado por el cachorro negro. Era rápido, ágil y, de alguna manera, le recordaba a Ángel Di María.

“Este tiene la energía del Fideo, no para nunca”, dijo Cuti con una sonrisa mientras el pequeño perro negro lo seguía incansablemente por toda la sala. Así que el nombre “Fideo” quedó.

Desde ese día, Messi y Fideo se convirtieron en parte inseparable de la familia. Messi siempre se pegaba a Lisandro, buscando su atención y cariño, mientras que Fideo tenía un vínculo especial con Cristian, acompañándolo cada vez que se levantaba a hacer algo por la casa. Eran una pareja curiosa, pero perfectamente complementaria.

Las tardes se llenaban de risas y juegos. Cuti y Licha disfrutaban viendo cómo los cachorros corrían por el jardín, enredándose entre ellos, como si fueran los mejores amigos del mundo, igual que sus dueños. Messi, el marrón claro, era el más cariñoso, siempre buscando un lugar cómodo para descansar cerca de Lisandro, mientras que Fideo, el cachorro negro, se dedicaba a retar a Cuti con juegos de pelota.

Un día, mientras tomaban mate en el patio, Licha miró a Cuti con una sonrisa y dijo:

“¿Te das cuenta de que Messi y Fideo son igualitos a nosotros? El tranquilo siempre al lado del que no para nunca”.

Cuti rió y le pasó un brazo por los hombros, observando a los perritos que jugaban juntos.

“Es verdad. Parece que nacieron para estar con nosotros”.

Con el tiempo, Messi y Fideo se convirtieron en algo más que simples mascotas. Representaban la conexión que Licha y Cuti compartían: un amor lleno de complicidad, ternura y compañerismo. Ya sea durante los momentos tranquilos o en los juegos caóticos, los cuatro formaban una familia perfecta, donde cada uno tenía su lugar y rol.

Messi y Fideo, al igual que sus dueños, eran el equilibrio ideal entre lo tranquilo y lo enérgico, y a donde fueran Cuti y Licha, sus dos fieles compañeros siempre estarían a su lado, compartiendo ese amor incondicional que solo los perros y una pareja tan fuerte como la de ellos pueden entender.

Messi y Fideo, al igual que sus dueños, eran el equilibrio ideal entre lo tranquilo y lo enérgico, y a donde fueran Cuti y Licha, sus dos fieles compañeros siempre estarían a su lado, compartiendo ese amor incondicional que solo los perros y una p...

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One shots scaloneta (ships)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora