James estaba completamente destrozado. Los problemas financieros de la familia Potter habían comenzado a desmoronarlo, y su constante frustración y estrés solo lo llevaban a tomar malas decisiones. Lily, siempre paciente y comprensiva, trataba de calmarlo, de recordarle que debían enfrentar la situación juntos, pero James no podía aceptar su responsabilidad. Su orgullo y el peso de la caída de la familia lo cegaban, y en lugar de ver a su esposa como su apoyo, la veía como un recordatorio de su fracaso.
El ambiente en casa se volvía cada vez más tenso. James, incapaz de controlar su ira, buscaba constantemente un chivo expiatorio, y Lily, por más que trataba de apaciguar la situación, terminaba siendo el blanco de sus ataques. Un día, en medio de una fuerte discusión, algo cambió. La frustración acumulada alcanzó su punto máximo, y sin pensarlo, James levantó la mano y golpeó a Lily con una bofetada que la lanzó al suelo.
El sonido del golpe resonó en la casa como una explosión. Lily cayó, sorprendida más por el acto que por el dolor, con los ojos llenos de lágrimas de incredulidad. James se quedó paralizado, sin poder creer lo que acababa de hacer. En ese instante, dos elfos domésticos aparecieron rápidamente a su lado, intentando ayudar a Lily a levantarse, mirándolo con severa desaprobación en sus pequeños ojos. Aunque eran criaturas leales, podían sentir que algo terrible había sucedido.
—Lily, lo siento, no quise... —comenzó a decir James, balbuceando mientras trataba de acercarse a su esposa.
Pero antes de que pudiera terminar, Cassandra, quien había escuchado los gritos y el golpe desde su habitación, corrió hacia el lugar. Al ver a su madre en el suelo, el rostro de su hermana pálido y las lágrimas comenzando a caer, Cassandra se lanzó hacia Lily, abrazándola con todas sus fuerzas, buscando protegerla. Su mirada se clavó en James, llena de rabia y miedo.
—¡¿Qué le has hecho?! —gritó Cassandra, con una mezcla de desesperación y enojo, mientras abrazaba aún más fuerte a su madre.
James, viéndose a sí mismo a través de los ojos de su hija, finalmente comenzó a entender el daño que había causado. No solo había fallado como esposo, sino también como padre. Tratando de buscar las palabras correctas, vio cómo Cassandra lo miraba con una mezcla de miedo y desprecio. El peso de sus errores lo aplastaba.
Lily, aún temblando, se levantó con la ayuda de los elfos, sus ojos llenos de tristeza, pero también de determinación. Era evidente que algo se había roto ese día, algo que no podría repararse fácilmente. Mientras abrazaba a Cassandra, Lily apartó la mirada de James, sin decir una sola palabra, una acción que lo hirió más que cualquier grito o reproche.
El silencio que siguió fue más doloroso que cualquier cosa que James hubiera experimentado. Sabía que ya no podía esconderse de lo que había hecho, y la distancia que ahora sentía con su familia lo dejaba devastado.
Harry había estado vigilando desde la distancia, observando cómo su plan se desarrollaba. Había manipulado la situación, empujando a James hacia el borde, sabiendo que en algún momento perdería la compostura. Y ahora, después de ver a su padre golpear a su madre, Harry sabía que el lazo entre ellos estaba roto para siempre. Era el momento de actuar.
Con una mirada fría y calculadora, Harry se dispuso a intervenir. Su madre y su hermana ya no estaban bajo el control de James ni de Dumbledore. Ahora, las reglas habían cambiado, y él tenía el poder. Había esperado pacientemente, pero el tiempo de la pasividad había terminado.
Al llegar a la entrada de la mansión, Harry sintió el flujo de magia que envolvía la casa. Las protecciones familiares que James había mantenido con tanto celo ya no lo podían detener. Con un movimiento sutil de su mano, las barreras se disiparon como si nunca hubieran existido. La mansión le pertenecía ahora.
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El emperador Magico
FanfictionEl observa como celebran por la gran batalla, pero sabe que el no pertenece en ese lugar y no puede compartir esa alegria,el percibe que su cuerpo brilla y comiensa a desaparecer y con un silencio sonrie para desaparecer, y antes de desaparecer uno...