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Apenas Jungkook despertó, sintió el aire distinto. Él estaba en otra casa, en una casa en la que habitaban dos personas importantes para él.

Estaba en su nuevo hogar.

Pestañeó más veces de las necesarias, y cuando se sentó en la cama y vió su erección mañanera, recordó lo que había ocurrido con Lisa el día anterior. La había tenido sobre sus muslos, la había sentido rozarse sobre él, y sus besos... Oh Dios mío, Jungkook aguantó la respiración cuando saboreó aún en sus labios los exquisitos de Lisa. Podía aun sentir el peso de sus brazos sobre sus hombros, o como tiraba de su cabello cuando metía la lengua en su boca. Y sus sonidos... la polla de Jungkook dió un saltó de sólo recordar la noche anterior.

Él realmente se había enrollado con Lisa.

Pero no era de esos enrollos de una noche, este era un enrollo que le consumía la piel y le hacía querer mucho más. Jungkook ya ansiaba ver nuevamente a Lisa, poder probar nuevamente sus labios, sentirla contra su piel ardiente. De sólo pensar en ella sentía su corazón acelerarse, y una sonrisa se dibujó en su rostro cuando miró el mensaje de Taehyung, a quien le había mensajeado antes de dormirse por la noche.

“Que bien, hombre. Más te vale que le hayas dado una buena cena, y no hablo de tu polla. Y debes presentárnosla, también al mini Jeon.

Cuídate, Jungkook.

Sabes que aquí siempre tendrás un lugar”.

Respondió rápidamente, mencionando que su polla sería la mejor cena de todas, y también que prometía presentarle a ambos lo más pronto posible. Aún podía recordar cuando pasaba por el juicio, las veces que Jennie lloró de frustración por no poder quedarse a cargo de Seol, las veces que le rechazaron la adopción por no cumplir con ningún requisito. Tanto Jennie, Taehyung y Jungkook vinieron de familias poco adineradas, Jungkook hizo muchas estupideces en su juventud, muchas veces Taehyung lo acompañó a su lado en ellas. Podía incluso aun oler la cazadora que usaba mientras fumaba hierva en aquel mirador con Taehyung, o sus risas resonando mientras corrían de la tienda en la que acababan de robar unas cervezas. Jennie siempre fue la que más estudió, quien los cubría con su inocencia frente al mundo y luego los regañaba por ser tan irresponsables. Los tres siempre fueron una familia, cuando los problemas de Jungkook llegaron a su hogar, varias veces fue recibido en el garaje de Taehyung. Jennie y Taehyung fueron los únicos que siempre vieron por él, lo acogieron como a uno de ellos en cada travesura, pelea, abrazo y problema; y cuando Jungkook fue arrestado, fue el peor infierno de los tres.

“¿Eres un puto imbécil!” Había dicho Jennie llorando mientras Jungkook miraba sus manos trémulas y Taehyung se mantenía sentado frente a él con sus labios apretados. “No tenías que hacer esa mierda, Gguk. No tenías... Sabías que nos tenías a nosotros, podríamos haber cuidado del mocoso entre nosotros, ¡Pero decidiste irte sin avisarle a nadie y meterte en lo de Lee! ¡El imbécil de Lee y su porquería barata!”

“Haremos lo que podamos, Jeon. Pero... no somos nadie, no tenemos nada, ni un puto won. Y tus padres se negaron a oírnos cuando te mencionamos. Y los padres de Jieun... Lo siento, amigo” Había susurrado Taehyung antes de apretarle la mano y que aquel oficial los sacara de la sala.

Ellos realmente hicieron lo que pudieron, pero no tenían nada que ofrecerle al mundo, y el mundo les dio la espalda.

Pero ahora era distinto, y Jungkook le demostraría a cada uno de ellos, a cada persona que se negó a ellos alguna vez, que ellos lo lograron. Que ahora era un nuevo hombre y que pelearía por su hijo, pelearía con quien tuviera que pelear. Porque no volvería a abandonar a su pequeño, y tampoco a Lisa, quien se había vuelto su nueva luz en medio de la oscuridad.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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»JAIL 🌹 +18 [ Lizkook ] Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora