sᴀᴍᴏʀɪ ɪᴛᴀᴅᴏʀɪ.
Los hermanos Itadori vivían una hermosa vida junto a su abuelo, pero se ven involucrados en el mundo de la hechicería, ya que Yuji Itadori se come el dedo de Ryomen Sukuna.
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NARRADOR.
Se encontraban Yuji y Samori en un cuarto un poco extraño.
-¿Dónde estoy...? -susurro Samori.
-buenos días... -dijo Itadori.
-¿Así que cuál de los dos eres ahora? -dijo un peliblanco.
-¿Q-quien eres..? -susurro Samori.
-tu no eres...
-soy Satoru Gojo, soy el profesor de los estudiantes de 1 año en la secundaria jujutsu.
-¡Jujutsu! -dijo alterada Samori.
Samori vio a el peliblanco.
-¡¿Donde está la senpai?! ¡¿Fushiguro?! ¿Huh? -dijo Itadori al ver que estaba amarrado.
-¿Que pasa con esto?
Samori intento moverse pero terminó cayendo de cabeza al estar amarrada.
-¡Hay! -dijo levantándose.
El peliblanco miró a Samori sonriendo para después voltear a ver a Yuji.
-no se si deberías estar preocupado por otras personas ahora mismo, Yuji Itadori. ¡Serás ejecutado!
-¡¿Que?! -dijo alterada Samori.
Satoru vio a Samori.
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La noche anterior.
-espera, eso no es un problema, aún mas importante, los 3 estamos lastimados. Necesitamos ir a un hospital.
-¿Cuál es la situación? -dijo una nueva voz, Samori lo miro.
-¡¿Que?! ¡¿Gojo-sensei?! ¡¿Que hace aquí?!
-¡Buenas! No tenía previsto venir, pero te dejaron hecho polvo, unas fotos para los de segundo -dijo el peliblanco mientras empezaba a tomar fotos de Megumi, el pobre solo se tapaba.
Samori miraba confundida, pero aún así al ver a el peliblanco no pudo evitar sentir una conexión con el.
-los altos mandos andan muy entrometidos desde la perdida del objeto maldito especial, bien, y dime, ¿Lo encontraste?
-perdon... Pero, me lo comi -dijo Itadori alzando la mano, Samori lo vio con incredulidad.
Se quedaron unos segundos callados.
-¿En serio?
-en serio -dijeron Megumi y Samori al unisono.
El peliblanco se acerco a Yuji, inspeccionandolo.
-hm... Jaja, es cierto, se fusionaron. Que gracioso. ¿Cómo sientes tu cuerpo?
-para nada...
-Yuji, ¿Estás seguro de que te sientes bien..? -dijo Samori con voz suave, captando la atención de el peliblanco.
