Me empiezo a sentir bastante imbécil pensando que vas a volver. Ha pasado una semana y lo único que recibí tuyo fue reproche. Ni siquiera preguntaste cómo estaba. Ni siquiera te importó. Cuando llevábamos días sin vernos o sin hablar y terminábamos haciéndolo con cualquier excusa, no faltaba la preocupación por saber cómo estaba la otra. ¿Dónde ha quedado todo eso?
Recuerdo aquella vez que dijiste que una de las cosas que más miedo te daba si la dejabas, era perder ese lenguaje que creas con alguien con quien tienes tanta complicidad y conexión; supongo que conmigo nunca te sentiste así, ahora ni te preocupas por cómo me puedo sentir. Hacía menos de 24 horas desde que todo había terminado y no fuiste capaz ni de pensar por un segundo en mí.
Quiero pensar que este cambio de actitud está justificado. Que cada vez que piensas en mí o aquella vez que me hablaste, te sentías demasiado mal contigo misma como para hacer como si yo no te importara. Pero duele igualmente, aunque intente comprenderte.
A pesar de todo, espero que tú estés bien. Que hayas encontrado lo que buscabas. Que tu vida, ahora que ya no estoy, sea calma.
Yo, por el momento, seguiré esperando hasta que te olvide.
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Epílogo.
FanficHistoria sin mucho contexto porque empieza por el final... No sé qué más decir en realidad así que sois libres de leerla si queréis.
