-Volvamos me siento demasiado mareado
Le decía al albino, tomándolo por los hombros para recargarse e intentar caminar, ignorando a sus soldados quienes estaban mucho menos ebrios que el.
-Gracias por su gran esfuerzo chicos, espero que sigan asi, se que no lo digo pero no son tan malos en batalla.
Aquellas palabras sorprendieron a todos, no por lo torpes que fueron dirigidas, si no por que no esperaban que su superior se las dijera algún día.
-Vámonos necesito dormir.
Continuaba insistiendo llevando al albino con el, caminaba en silencio, respirando el tenue aroma de Deathmask sonriendo ante lo agradable que era, sintiendo por un momento la necesidad de posar su nariz en su cuello de continuar degustando ese aroma a melocotón dulce.
-¿estoy mal por sentirme bien?¿tengo derecho a sentirme bien con la basura que soy?
Pronuncio en un ligero susurro, alejándose un poco al sentir lo que quería hacer.
-¿De que hablas?
Negó con la cabeza, fingiendo no haber dicho nada.
-Solo dije que quiero ir a mi cama y dormir.
Quiso preguntar, entender a lo que se refería, pero no creía que alguien tan orgullo y mal humorado como lo era del de cabellos celestes quisiera decirle y ciertamente no tenia ganas de pelear.
-si hombre, si ya te llevo a cama a dormir, ojalá me hubieras dicho que no soportabas tanto el alcohol, no te hubiera dejado tomar tanto, ya me canse de llevarte asi, ayúdame a subirte a mi espalda, será mas fácil para mi llevarte.
Afrodita dudo por un momento viendo como Deathmask se acomodaba para que subiera a su espalda, dejando al descubierto su cuello, el cual miro con una sonrisa picara, estaba ebrio ciertamente no pensaba con claridad, su razón le decía que se alejara de aquel omega, que debería de recordar como su propia omega lo abandono a el y a su alfa apenas tuvo la oportunidad que todos los de su tipo eran iguales, pero en ese momento no hablaba la razón, si no esa pequeña voz que resonaba en su cabeza desvaneciendo todo rastro de cordura, aquella voz que le pedía a gritos que estuviera cerca de ese caballero testarudo y burlón que le hacia sentir bien, el que desde que vio por primera vez llamo su atención y por el que había estado tan preocupado esos últimos días.
-Esta bien, pero no respondo
Subió con confianza a la espalda del albino, aferrándose a su cuello comportándose como un dulce gatito con su dueño.
-¿Que haces? me da cosquillas, por los dioses eres tan raro cuando tomas, das miedo.
Reía quejándose por fin al sentir el respirar de aquel alfa en su cuello, logrando causar un ligero estremecimiento en todo su cuerpo
-No doy miedo, pero estar a tu lado me causa antojo de un melocotón, quiero uno...
Aquellas palabras fueron pronunciadas con un todo suave, un tanto extraño para el, causando que lo que inicio con un ligero estremecimiento, fuese mas violento, no era la primera vez que recibía algún comentario similar, sabia muy bien a lo que afrodita se refería, aun que esta vez muy al contrario de todas las anteriores no se enojo, muy por el contrario aquellas palabras le habían llenado de un sentimiento que no podía reconocer o tal vez si pero no quería hacerlo, el no era como los demás omegas que caían a la mínima provocación, el no le seguiría la corriente y menos al saber que lo mas probable era que al desaparecer el alcohol del sistema de aquel alfa, el seria como todos los demás.
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La Mascara del amor.
FanfictionEn un mundo medieval donde la supervivencia es un lujo 2 omegas de un reino enemigo se encuentras se encuentran atrapados en una red de peligros causados por seres codiciosos dominados por su hedonismo, llevando a sus alfas a tomar una fuerte d...