ENFOQUE CLARO

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Días después del incidente, la cocina se llenó con el aroma de especias y el sonido de sartenes que chispeaban. Jes se movía con destreza, preparando alimentos para el Pindabat, la ofrenda de comida a los monjes budistas. Bible, sentado en su silla de ruedas, lo observaba desde la mesa, ayudando a pelar frutas y verduras con movimientos precisos.

-¿Por qué haces esto? -preguntó Bible, su curiosidad reflejada en su rostro.

Jes sonrió mientras cocinaba, su mirada brillante de satisfacción. Recordó que Bible era cristiano y, aunque había nacido tailandés, no tenía arraigadas las tradiciones budistas.

-Es una buena forma de acumular méritos -explicó, su voz suave como el aceite que calentaba en la sartén -Al dar comida a los monjes, estamos mostrando compasión y generosidad. Estamos ayudando a otros y, al mismo tiempo, nos estamos ayudando a nosotros mismos -Su mirada se volvió introspectiva, como si recordara su propio dolor- « Buda sabe que yo lo necesito después de lo que te hice.»

La luz matutina que entraba por la ventana iluminaba la cocina, creando un ambiente cálido y acogedor. El sonido de las cacerolas y el aroma de la comida creaban una sensación de paz, como si la cocina fuera un refugio para sus almas.

-Nunca lo había pensado de esa manera -asintió Bible, intrigado.

-En el budismo, creemos que nuestras acciones tienen consecuencias -Jes agregó especias al curry y siguió explicando -Al hacer algo bueno, como dar comida a los monjes, estamos creando una causa para recibir algo bueno a cambio.

Mientras Jes terminaba de preparar la comida, Bible se acercó maniobrando la silla de ruedas a la encimera y ayudó a colocar la comida en tazones.

Luego, Jes cubrió los tazones con paños blancos y limpios, luego salieron de la casa para ofrecer la comida a los monjes. El sol matutino los recibió con su calor. La Brisa suave llevaba el canto de los pájaros.

Bible observó en silencio mientras Jes ofrecía la comida colocándose de rodillas y haciendo una reverencia. Los monjes recibieron la ofrenda con una sonrisa y una bendición.

-Gracias por enseñarme esto -en su cara se veía una mirada llena de gratitud -Me has abierto los ojos a una nueva forma de ver las cosas.

-Es un placer Bib -Jes sonrió de vuelta -la compasión y la generosidad son valores que mis padres me han inculcado desde niño, lamento decir que no siempre los he puesto en práctica contigo

Con una mezcla de sorpresa y aprecio, Bible sonrió.

-No te preocupes, Jes. Todos tenemos momentos en que no somos tan compasivos y generosos como quisiéramos.

-Lo dice la persona que no me odia a pesar de todo el daño que le cause -expresó con emoción y tomó sus manos entre las suyas -¿crees que puedas perdonarme, Bib? se que te he lastimado demasiado y no tengo excusas, pero, te prometo que nunca lo haré otra vez.

Bible miró a Jes a los ojos y vio la sinceridad en ellos. Asintió lentamente.

-Te perdonó, Jes. Pero no solo por ti, sino por mí también. No quiero llevar esta carga de resentimiento y dolor.

-Gracias,Bib... Gracias -Jes repitió, su voz quebrada por la emoción, mientras lágrimas de gratitud llenaban sus ojos y resbalaban por sus mejillas.

Jes lo abrazó y él respondió el abrazo. El mundo a su alrededor pareció desvanecerse, y solo quedaron ellos dos, unidos en un momento de pura conexión humana.

 El mundo a su alrededor pareció desvanecerse, y solo quedaron ellos dos, unidos en un momento de pura conexión humana

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