Resignación

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Aki se encontraba caminando dentro de Seguridad Pública, jadeando ligeramente y caminaba con ayuda de Kobeni, que lo miraba y decía:

—Vamos, aguanta un poco más, Aki. No te atrevas a desplomarte cuando estamos tan cerca.

Finalmente, llegaron a la sala de urgencias de Seguridad Pública. Rápidamente tomaron a Aki y lo pusieron en una camilla, trasladándolo de inmediato a urgencias, mientras Kobeni también era revisada para ver si tenía heridas. Luego de unas horas...

Aki se encontraba en su cama, mirando al techo. Su semblante era serio y suspiró ligeramente, bastante cansado, diciendo para sí mismo:

 Su semblante era serio y suspiró ligeramente, bastante cansado, diciendo para sí mismo:

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—Debo hacerme más fuerte.

Aki se levantó de la camilla, pero de repente sintió un dolor intenso y se sujetó de la cama, comenzando a sudar ligeramente. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que no había nadie en la habitación. Solo había una pequeña mesa de noche con algunas manzanas. También vio su encendedor y una caja de cigarros. Aki tomó uno, lo encendió, y el color anaranjado se intensificaba con cada calada que daba, mientras se sentaba nuevamente en la cama del hospital.

 Aki tomó uno, lo encendió, y el color anaranjado se intensificaba con cada calada que daba, mientras se sentaba nuevamente en la cama del hospital

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El cansancio acumulado en su cuerpo y mente lo invadía, y Aki sentía cómo, poco a poco, se acercaba al borde de la locura. El dolor seguía siendo intenso. De repente, escuchó la puerta abrirse y alguien asomó la cabeza.

—Oh... Aki, ¿des-despertaste? ¡Qué bueno! Estuviste dormido 3 días.

Aki abrió los ojos, ligeramente sorprendido, y dijo:

—¿Y tú? ¿Qué pasó contigo después de que me trasladaron?

La pelicastaña cerró la puerta detrás de ella y pasó al interior de la habitación.

—Bueno, presenté nuestro informe y luego la señorita Makima me dijo que me fuera a casa, ya que me veía muy agotada. Aseguró que estarías bien. Power y Denji también estuvieron aquí algunas veces, pero se dedicaron a robar algo de tu comida. En un momento, hasta vinieron a picarte con un palo para revisar si seguías con vida —explicó Kobeni.

Sombras del pasado: Aki Hayakawa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora