Lejanía

Capitulo 2. Ocultos

-Que haremos? ¿Cuál es el plan?

Nos miramos unos a otros esperando respuesta alguna de Carlos o de mi padre, mi madre estaba notablemente preocupada y temblaba del terror ante la posible amenaza. Aun no habíamos visto la cara de las criaturas, pero era inevitable sentir miedo.

-Estoy pensando Samantha.

-Divad, no tenemos tiempo.

-lo se, pero estoy pensando...

- ¡Pero necesitamos el maldito plan ahora!

En el momento en el que mi madre grito se escucharon forcejeos con la cerradura de la oficina.

- ¡jefe Divad! ¡Soy Emilio, abra por favor, estoy vivo!

Todos nos volteamos a ver entre si, esperando que mi padre decidiera que hacer.

-Deberíamos abrir Carlos

-No podemos Renata, no sabemos si lo que dice es verdad o es un maldito cambia formas

- ¿¡Un cambia formas Carlos?! ¡Debemos salvar a todos los que podamos, y dudo mucho que sea un cambia formas!

-No abriremos...

Interrumpió mi padre y miro fijamente a Renata durante unos segundos

-Nuestra seguridad es primero

-Pero si podemos salvarlo hay que hacerlo

-Pero no lo haremos Renata, no podemos arriesgarnos a un cambia formas, no pondré en peligro a mi familia por alguien al que conozco hace tan poco tiempo

- ¡Pero trabajo contigo durante cinco años!

- ¿Y dónde está el problema? - Dijo mi padre con el ceño fruncido.

- ¿Qué cinco años no son lo suficiente para confiar en alguien?

-En este momento no, no son lo suficiente

- ¿Por qué no? ¿Qué lo hace diferente?

-Que en este momento las personas harán lo que sea necesario para sobrevivir, eso implicaría ponernos en peligro sin importarle que y no estoy dispuesto a perder a mi familia por alguien que apenas y recuerdo su nombre

Un fuerte estruendo detuvo la pelea, seguido de gritos de el que imagino que era Emilio, mi hermana se tapó los oídos al igual que mi hermano, yo los abrace. Los gruñidos y gritos poco a poco disminuyeron, solo se oían unos quejidos mínimos, nosotros también nos sumergimos en un profundo y oscuro silencio, afuera llovía, podías escuchar las gotas de agua chocar contra la ventana, era algo demasiado deprimente.

¿En verdad así terminaría mi vida? Nunca pude hacer nada por mi propia cuenta, Amairiani siempre me defendía, y tenia demasiadas cicatrices en las piernas por las simulaciones, cada maldito fracaso me acompañaría en mi camino al mas allá, extrañaba a Ama, nunca le pude decir lo mucho que estaba agradecida con ella, siempre me apoyo en todo, a pesar de que siempre se burlaran de mí, a ella no le importaba, me enseño que sin importar cuando y como cayera, siempre tenía que levantarme, es triste que jamás lo pondré a prueba, ya que esa seria mi tumba, al menos tenia un par de libros interesantes para no caer en el delirio mientras llegaba un monstruo y me comía o algo parecido.

Mientras todos se veían unos a otros esperando algún plan, yo recorrí la habitación, era oscura, solo había estado en este lugar una vez, fue cuando trate de escapar, se que no fue muy listo de mi parte, pero quería demostrarle a mi padre que podía hacerlo, podía sobrevivir sin ayuda afuera, estaba segura que lo lograría, pero no fue así, una vez mas demostré que no podía hacerlo, y solo termine con un corte en la pierna por que caí de un risco no muy alto, pero lo necesario para hacerme daño.