Capitulo 5.

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En estos momentos Lingling podría decir que estaba feliz. Era el primer día en toda la semana que estaba tranquila con sus amigas, esperando entrar al cine.

Los días anteriores las tres chicas, especialmente ella y Charlotte, habían sido atormentadas por las chicas del instituto. Se podría decir que era una venganza por lo de la última vez pero esas chicas eran muy resentidas, demasiado.

La mayor parte de sus recesos terminaban en el baño o comiendo detrás del edificio.

Por fin hoy era sábado y tenían un poco de paz, o al menos sus dos amigas, ya que Lingling no podía quitarse de la cabeza a una egocéntrica chica de ojos miel. Especialmente esta semana tuvo una actitud muy irritante.

En los pasillos de la escuela siempre se burlaba de ella y en la biblioteca, a pesar de que habían pasado días, no se acercó a hablarle ni una sola vez y por demás, ahora estudiaba mirando hacia la ventana y dándole la espalda. Ella se convencía a si misma que el cambio de actitud en Orm era simplemente porque quería ganar más popularidad. Debido a que era imposible que fuera por ella, y más porque no había hecho nada que enfadara a la rubia.

También decidió ignorarla y disfrutó de la película con sus amigas. Suspiraron las tres al ver al protagonista, Tobías, hacer las escenas de acción.

Era el amor platónico de Charlotte. A Lingling le parecía atractivo pero realmente su amor literario era y siempre sería Percy Jackson.

Si ese chico fuese real, hace años que lo hubiera despojado. Tomando en cuenta que era tan sólo una niña de catorce años aunque dentro de un mes, después de acabar las clases, cumpliría los quince.

Todo se fue al garete, al salir de la sala de cine.

-Chicas ¿quieren ir al baño?-preguntó Faye, sorbiendo el refresco por la pajilla.

-No, ¿y tú?-le preguntó Lingling, divertida al ver a su amiga alta asentir frenéticamente-. Pues claro, si te tomaste los tres vasos.

-Las palomitas me dejaron sedienta-dijo botando el pote en una papelera, después comenzó a balancearse sobre sus talones mientras les decía-:
Ya vuelvo, iré a depositar.

Eso logró que Charlotte hiciera una mueca y riera seguidamente.

Lingling estiró los brazos y en verdad tenía frio, a pesar de que llevaba una chaqueta encima, la ojinegra sonrió al escuchar lo que dijo Faye. Ella y sus comentarios eran peor que la propia Lingling.
Se podría decir que Charlotte era la más inocente del grupo, aunque ella a veces no se quedaba atrás.

-Oh, mierda-murmuró Charlotte mientras sus mejillas se encendían, debía de ser grave ya que eran pocas las veces en que las que su amiga maldecía-Son ellas-le susurró a Lingling acercándose, observaba hacia un punto frente a ellas.

La pelinegra intentó buscar a quien se refería y observó con horror que allí estaba el pequeño
grupito del colegio.

Obviamente reconoció a Orm de primera
«Claro que lo primero que pensó era que estaba hermosa y el corazón comenzó a latirle con fuerza, era muy imbécil la niña»

Después logró ver a Jakarin «uno de los chicos que las fastidiaban en el colegio«, a Win «otro» y obviamente a Love y a Engfa.

Intentó parecer segura, para así no preocupar a su amiga, pero no pudo evitar sentir miedo. Sólo esperaba que ellos aún no las hubieran visto.

-Descuida, Char. Ellas... -no pudo terminar de hablar ya que su amiga no la escuchaba.

Sus ojos café estaban clavados en la castaña, que en estos momentos reía por algo que había comentado Love. Charlotte parecía realmente hipnotizada mirándola, y Lingling tuvo que sacudirla por el hombro para que volviera su atención a ella.

RIVALES [LINGORM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora