Capitulo 25.

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Cómo sospechaba Lingling, la semana en la escuela había sido un infierno. No solo por el hecho de que cada vez que Love la veía, se hacía la enojada y sus amigas de nueva cuenta la cacheteaban. Una
por una.

Tampoco porque Engfa la había vuelto a molestar y esta vez parecía peor que nunca. La verdadera razón era que, Orm no la miraba.

No le hablaba, pasaba junto a ella y la ignoraba, ni siquiera la fastidiaba junto a Engfa, la ojinegra parecía haber dejado de existir para la rubia.

En estos momentos, estaban en clase de Historia y Orm se encontraba sentada, unas mesas adelante de ella, ignorándola al igual que todos estos días.

Lingling suspiró y extendió los brazos sobre la mesa, estaban en una clase muy aburrida, en su opinión.

-No me ha insultado ni una sola vez, Char-se quejó jugando con el lápiz, sus ojos estaban clavados en la espalda de la rubia.

-Puede que tenga mucho con los deberes y el equipo de animadoras-comentó su amiga, pero, después de ver a la rubia, comenzó a recapacitar-. O... puede que esté enojada.

-¿Enojada? ¿Por qué?-bufó fastidiada, Kornnaphat era un gran dolor de cabeza.

Charlotte tardó unos minutos considerando su respuesta, ella también había estudiado el gran cambio de la actitud de Orm durante estos días y tenía una idea, una idea que nunca en su vida se le hubiera ocurrido antes. Pero, las acciones de la rubia hablaban por si solas...

-Puede... que esté enojada contigo, por besar a Love.

-¡No la besé!-se defendió-. ¿Y eso qué tiene que ver?

-No sé, puede que no le gustó que abusaras de su amiga-comentó pensativa, sin querer llegar a la conclusión que era la más obvia.

-Qué yo no la besé-volvió a murmurar y Charlotte se quedó perdida en sus pensamientos, últimamente
siempre estaba así.

-... y deberán formar parejas para el siguiente ensayo de 200 páginas, con dibujos incluidos, que tratará sobre la Segunda Guerra Mundial-avisó la profesora, logrando entre todos sus estudiantes un abucheo-. Dejen el drama, alumnos, comenzaré a elegir las parejas...—Dijo el nombre de varios estudiantes, pero Lingling no podía pensar, era una oportunidad.

Así que rezó todas las oraciones que se sabía y cruzó hasta los dedos de los pies.

Quería que le tocara con Orm, debía de tocarle con Orm, sus esperanzas aumentaron cuando la amiga castaña de la rubia se fue con Charlotte, una menos.

La profesora duró un rato diciendo los nombres, hasta que llegó al de ella.

-Orm Kornnaphat, deberá trabajar con la joven Lingling Kwong-dijo con esa voz seria y prácticamente las dos saltaron de sus respectivos asientos.

-¡No quiero trabajar con ella!

-¡Si usted insiste!—Orm fulminó a Lingling con los ojos mientras Ling mostraba una sonrisa burlona.

-Es parte del trabajo. Tienen que hacer el ensayo juntas, no quiero discusión, señorita Kornnaphat-dijo zanjando el tema mientras el rostro de Orm se fruncía.

-No pienso trabajar con este fenómeno-declaró cruzándose de brazos, Lingling alzó las cejas repetidamente, logrando que se irritara más.

-El lenguaje, jovencita-dijo la profesora reprochándole y luego observando a Lingling—¿Usted tiene algún inconveniente, señorita Kwong?

-Para nada-la ojinegra le regaló una de sus sonrisas más encantadoras, haciendo rabiar a Orm.

-Entonces, no veo el problema, trabajaran juntas-dijo la señora puntualmente, Orm resopló.

RIVALES [LINGORM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora