Hermione se despertó antes de que el sol despuntara en el horizonte. Había pasado una noche inquieta, los ecos de la conversación con Pansy Parkinson aún resonaban en su mente. "Hermione Granger, una Parkinson", pensó por enésima vez mientras se vestía con movimientos mecánicos. La idea seguía siendo absurda, casi surrealista, pero sabía que no podía huir de la verdad.
Mientras descendía por las escaleras de la torre de Gryffindor, con la carta que lo había iniciado todo guardada en su túnica, sus pensamientos eran un torbellino. Pansy tenía razón: necesitaban respuestas. Pero ¿cómo enfrentarse a una verdad que podía destruir su identidad?
***
En la Sala Común de Slytherin, Pansy no había dormido tampoco. Sentada en un sillón junto al fuego, observaba las llamas danzar, su mente atrapada en recuerdos fragmentados de su infancia. Había algo profundamente inquietante en la idea de que Hermione, la muggle sabelotodo a la que había despreciado durante años, compartiera su sangre.
Draco entró en la sala, observándola con curiosidad.
-¿Sigues con eso? -preguntó, apoyándose en el respaldo del sillón frente a ella-. Vas a volverte loca si sigues dándole vueltas.
-Es fácil para ti decirlo, Draco -respondió Pansy con un suspiro pesado-. No es tu vida la que acaba de ser puesta patas arriba.
Draco arqueó una ceja, pero no dijo nada. En cambio, se acercó y tomó asiento frente a ella.
-Si Hermione es realmente tu hermana, ¿qué vas a hacer al respecto? ¿Invitarla a sentarse con nosotros en la mesa de Slytherin? ¿Llamarla "hermanita" delante de todos?
-Cállate -espetó Pansy, fulminándolo con la mirada-. Esto no es un juego.
-¿Y qué es entonces? -Draco se inclinó hacia ella, sus ojos grises estudiándola con atención-. Porque, desde donde yo estoy, parece que te estás metiendo en algo que no tiene solución. Granger nunca será una de nosotros. Ni aunque su sangre sea tan pura como la mía.
Pansy apretó los dientes, pero no respondió. Porque, en el fondo, sabía que Draco tenía razón.
***
Más tarde, ese mismo día, Hermione y Pansy se encontraron en los pasillos del segundo piso. Fue un encuentro accidental, pero ninguna de las dos retrocedió. Pansy fue la primera en hablar.
-Necesitamos ir al Ministerio. Los archivos aquí no son suficientes.
Hermione frunció el ceño, sus brazos cruzados sobre el pecho.
-¿Y cómo planeas hacerlo? No podemos simplemente aparecer allí y pedir acceso a los registros de tu familia.
Pansy esbozó una sonrisa torcida.
-Ahí es donde entra en juego tener contactos en Slytherin.
Hermione estaba a punto de responder cuando una voz familiar interrumpió la conversación.
-¿Qué está pasando aquí?
Ambas chicas giraron al unísono para encontrarse con Draco Malfoy, quien las observaba con los brazos cruzados y una expresión de curiosidad burlona.
-Nada que te importe, Malfoy -dijo Hermione, su tono cortante.
-Oh, claro que me importa, Granger -replicó Draco, dando un paso más cerca-. Verlas conspirar juntas es algo que no se ve todos los días.
Pansy rodó los ojos.
-No es asunto tuyo, Draco.
-¿No? -Draco miró a Hermione, sus ojos grises llenos de una mezcla de burla e interés-. Entonces supongo que no tengo por qué preocuparme de que Pansy esté revelando secretos de familia a... extraños.
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Sombras De La Sangre
Fanfiction"En lo más profundo de la mente, los oscuros secretos del pasado emergen como sombras inquietantes, susurrando historias que preferiríamos olvidar. Revelaciones olvidadas asoman a la superficie, trayendo consigo la amenaza de miedos latentes que se...