Destinos Cruzados

¡Esto no estaba en los planes!

Alessandro Schneider
11 de Septiembre/2017
✨16:00.P.M✨

— ¡Hola Ale! ¿Cómo sigues? — pregunto una jovencita alegré entrando a la habitación de Alessandro en el hospital.

— pues, algo mejor supongo, nada fuera de lo común, ¡Por supuesto! — dijo el muchacho en un tono no muy convincente, recordando la misteriosa desaparición de su herida.

— eeeh, ¿Ok? — dijo la joven algo confusa ante la reacción del muchacho.

— ajá... ¿Y que traes ahí? — pregunto Alessandro señalando la bolsa que traía la jovencita entre manos.

— ¡Oh! te traje una gelatina, es de fresa —menciono la jovencita, sacando la gelatina de la transparente bolsa, la colocó en la mesa de la habitación y se sentó en una silla al lado de la cama.

— ¡agh! ¿Fresa? ¡Sabes perfectamente que odio la fresa Sofía! — Exclamo Alessandro angustiado.

Sofía: una jovencita de 15 años, blanca, largo cabello castaño y lacio, unos ojos verdes heredados por su padre, (Que por cierto, se fue por cigarrillos, si saben a que me refiero. Prosigo) y además, algo extrovertida, a diferencia de su hermano que es, como decirlo...

¡UN COMPLETO ASOCIAL!

— y por eso mismo la compré de ese sabor. — Declaro Sofía con una sonrisa que demostraba orgullo y malicia.

— Wow, ¿no serás tu, la mejor hermana del mundo? — pregunto Alessandro mirando a su hermana de forma fulminante.

— pues claro que lo soy, que te puedo decir. — dijo la jovencita con una sonrisa demostrando orgullo.

— ¡Jodete! — Exclamó Alessandro.

— Ay hermanito, ¿Tu sabes que yo a ti te quiero mucho, verdad? — Pregunto la hermanita menor en un tono manipulante.

— ¿Que quieres ahora?... — Pregunto Alessandro cansado.

— ¿!VERDAD!? — Reitero Sofía en un grito revienta tímpanos.

— ¡Ay! No grites así — dijo el muchacho pelo castaño tapándose los oídos.

— Pero, ¿Lo sabes cierto? Dime qué lo sabes — dijo Sofía mientras abrazaba a su hermano y ponía ojitos de cachorrito.

— ¡Si si, lo sé! — dijo el chico mientras intentaba safarse de los brazos de su hermanita menor.

— ¡Que bueno que lo sepas! — dijo Sofía e intensificó el abrazo, haciéndolo más fuerte.

— ¡Vas a sacarme el aire! — dijo el chico mientras tenía pequeñas asfixias — Sofía cielo, de verdad que aprecio tu cariño — siguió diciendo el chico, mientras iba liberandose de los brazos de su hermana — pero eres algo... ¡MOLESTA! — Exclamó Alessandro en un fuerte grito, por fin liberandose del abrazo de su hermanita menor.

— Oye, ¿Que ocurre, ya no te gustan mis abrazos? — pregunto la jovencita con tristeza en su cara y, nuevamente poniendo ojos de cachorrito.

Y después de manipulación tras manipulación. Alessandro por fin cayó rendido ante las manipulaciones de su hermanita.

— Oye... Lo lamento ¿Ok? No quise ser tan rudo contigo. — se lamento el chico para no ver a su hermanita triste.