Había pasado una semana desde la llamada entre Rose y el Padre Geistliche.
El hombre tenía planeado ir a casa de la joven aquel mismo día, así que Rose estaba preparándolo todo.
Los días atrás estaba tan deprimida que tenía la casa hecha un asco. Así que se levantó temprano para recoger porque el Padre Geistliche estaría allí después de comer.
(...)
Eran casi las cuatro de la tarde cuando sonó el timbre de casa. Rose se levantó para abrir y por la puerta apareció un hombre robusto con un tupé canoso que brillaba con el sol. Y junto a él, una señora con una larga y rizada melena rubia que parecía la de un león. Los dos lucían rostro serio, aunque se mostraban bastante amables.
-¿Cómo has estado estos días? Perdona que no te haya avisado, pero vamos a necesitar su ayuda... Ella es Emma Geist. -dijo seriamente el Padre Geistliche.
Rose no quiso cortarle, pero sabía perfectamente quién era aquella mujer. La había escuchado varias veces en el podcast "El Más Allá" y además, gracias a su página web había aprendido todo lo que sabía sobre portales a otros mundos.
-Hola, cielo. Encantada de conocerte. -se presentó Emma en un tono algo más amable que el del cura.
-Es un placer, a pesar de las circunstancias... - saludó Rose tratando de hacer ver que no la conocía.
Rose hizo un gesto con las manos y el cura y la mujer entraron a la casa. Luego, los tres se sentaron en el sofá.
-Bueno, Rose... El Padre me ha contado tu historia. ¿Pero qué es exactamente lo que está ocurriendo en tu casa?-preguntó Emma Geist tomando la iniciativa de la conversación.
El Padre Geistliche estaba allí sentado y parecía que no iba a hablar en toda la visita.
-Cosas que se cambian solas de sitio, sombras, reflejos,... y hasta pude ver cómo se hundía el asiento del sofá. ¡Pero en el salón no había nadie encima! -trató de explicarse Rose.
-Mira, cielo. Te voy a ser sincera, aunque quizás no te guste oír esto, pero... cuando he entrado en esta casa he sentido una energía que me consume por dentro. Por favor, no malinterpretes esto que voy a decir, me agrada tu compañía y disfrutaría de pasar una tarde en el parque, pero ahora mismo lo único que quiero es irme de aquí... -dijo Emma Geist con firmeza.
Rose se quedó sin palabras y la mujer lo notó.
-...para empezar necesito saber en qué habitación de la casa se registra mayor actividad paranormal.-continuó la mujer.
-Es aquí. En el salón, donde hice la ouija aquellas veces. -respondió Rose seriamente.
-Entiendo. Ahora necesito que salgáis unos minutos de la habitación. -dijo Emma mientras se levantaba del sofá.
El Padre Geistliche y Rose salieron del salón y esperaron en el recibidor.
(...)
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Good-bye.
Paranormal⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀-EN PROCESO DE REESCRITURA Y FINALIZACIÓN - Rose vive con su padre en Georgetown donde llevan una vida completamente normal hasta que él muere de forma repentina. Ella será la encargada de cumplir con su última voluntad: ser enterrado junto a...