*modo dramática*
︶꒦꒷♡꒷꒦︶
Era una porquería.
Una absoluta, rotunda y pestilente porquería.
¿A qué tanto le temía?
Lloró amargamente por horas al estar en la soledad de la habitación, sintiéndose como el más grande problema del mundo. Ese problema tenía nombre y apellido: Sacro Imperio Romano Germánico alias "El imbécil indeciso que rompió el corazón de su mejor amigo"
La vergüenza se lo comía vivo, masticando hasta el tuétano de los huesos y escupiendole en la cara todo el remordimiento.
Estaban tan bien marcadas las emociones en su rostro que todo mundo podía decir que a ese muchacho le había ocurrido alguna tragedia horrenda por la cara de amargura y feromonas aguadas. Sus propios padres estaban preocupados a más no poder por su cachorro, pero el menor jamás soltó un apice de información. Le daba miedo hablar y volver a echarlo todo a perder.
Lo peor de todo era su corazón.
Aquel músculo cuyo único trabajo es bombear sangre pareciera que el mismo sufría. Dolía tal como si lo hubiesen estrujado y tirado al suelo para ser pisado y maltratado hasta que finalmente se detuviera.
Las noches se habían convertido en insesantes mares de lágrimas. Llegando a quedarse dormido después de bañar sus mejillas en gotas saladas por quien sabe cuánto tiempo hasta que el cansancio cerrase por obligación sus ojos.
Él no terminaba de comprender su propia reacción en The Sabrina's, no era necesario correr de esa manera como si estuviese huyendo de algo asqueroso o una bestia. Orden no era nada de eso. Era fuerte, algo mal hablado y gruñón, pero podía jurar que contaba con un corazón de oro puro a pesar de llevar tan poco tiempo volviendo a congeniar. Quizás lo estuviese idealizando como un ser perfecto, tal vez Orden Teutónica tuviese más defectos que virtudes, en medida de todo lo que había llegado a ver de Orden, no tenía un motivo fuerte para considerarlo un idiota.
Oh, ese día.
Ver el precioso brillo de esos ojos violeta apagarse y esas adorables mejillas rosadas palidecer fue presenciar el mundo siendo destruido, una flor marchitarse, una estrella morir.
Había matado un sentimiento que no entendía en otra persona.
- ¿Tú eres Sacro Imperio Romano Germánico?
Una voz desconocida lo tomó desprevenido mientras trataba de meditar sobre su miseria en la anterior soledad del tejado universitario.
- ¿Quién pregunta? - Miró sin importancia por el rabillo del ojo al muchacho de cabellera café oscura. Estaba más absorto en sus problemas que en otros.
- Debo hablar contigo. - Si anteriormente andaba mal de la cabeza por el monocromático, ahora sentía doble malestar por la presencia del rubio. Ser tan empático era problemático. - Orden ha estado mal. No quiero sonar acusador, pero creo que está relacionado con algo de ti.
Se aferró a su bolso, como único salvavidas que lo mantenía a flote en plena tormenta azotando. - ¿Cómo conoces a Orden? ¿Quién eres? ¿Crees que tengo culpa de algo?
Perdió su vista en el inmenso cielo sobre sus cabezas, había aves volando por las esponjosas nubes blancas. - Soy amigo suyo y me llamo Imperio Bizantino. Orden Teutónica está furioso todo el tiempo, pero quienes lo conocen saben que sólo está tan deprimido que esconde esa cara suya bajo el rostro de un toro colérico. - Suspiró con pesadez. - Cuando mencionaban tu nombre sonreía o se molestaba cada vez que hacían una broma sobre tu persona. Eso me basta para saber que te tiene mucho cariño.
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Pareja Extraña [Orden Teutónica X Sacro Imperio]
FanfictionUn omega temperamental y un alfa callado ¿Que puede pasar? ︶꒦꒷♡꒷꒦︶ ♡ Orden Teutónica!omega X Sacro Imperio Romano Germánico!alfa-versátil ♡ Intento de introducir el concepto de "versátil" sin necesidad de betas de por medio. ♡ Por actualizaciones d...