Pareja Extraña [Orden Teutónica X Sacro Imperio]

Lady, lady

Pongan la canción cuando empiecen a bailar.

Prepárense para chillar.

︶꒦꒷♡꒷꒦︶

Los próximos días ni Sacro ni Orden se dirigieron la palabra. Jugaban a la ley del hielo, ignorándose mutuamente.

Todo por una aplastante vergüenza que no los hacía pensar con claridad, jóvenes al fin, las cosas más pequeñas pueden ser una roca inmensa para algunos que pasan esa etapa, un apocalipsis bíblico, el fin del mundo por un meteorito.

El fin de semana Sacro estuvo dándose vueltas, analizando su figura, cuestionando con ansiedad si verdaderamente su cuerpo era... atractivo para el omega.

Un domingo por la tarde sus padres salieron a tener una de sus citas. Aprovechando está oportunidad, se dirigió a la habitación matrimonial, donde sabía que su madre tenía un gran espejo.

La habitación era lo menos importante, únicamente quería calmar esa absurda intranquilidad perturbando sus pensamientos. Abriendo el gran armario, un espejo de proporciones de cuerpo completo lo recibió.

Su cabello era de un rubio algo chillón, normalmente esponjado como una nube de oro cuando no lo acomodaba, ojos afilados del color de la plata fundida, rostro de nariz perfilada y rasgos que según sus padres eran de la herencia de su sangre alemana, labios delgados pero rosados como pétalos. De rostro podía admitir que no estaba mal, pero el problema era el físico. Se quitó las prendas cubriendo su torso, dejando pecho y abdomen a la vista. Volvió a repasar cada detalle, está vez de su anatomía. Su clavícula contaba con un pequeño lunar en el lado derecho, su pecho no era excepcionalmente grande, sus brazos no eran musculosos, su abdomen no era moldeado, era un poco delgado, no tanto para ser un hueso andante, pero no llegaba a tener la misma contextura de su padre u Orden. Debería hacer algo de ejercicio.

Es muy delgado.

Tiene cintura de omega.

Es tan inocente como un omega tonto, no creo que sea alfa.

Su condición lo hace poseer características de omega.

Su cuerpo no es como el de otros de su casta.

¿Sabes?, al principio me gustabas la primera vez que te vi, pero ahora no te veo como un alfa.

¿De verdad eres alfa?

Apretó los labios en una fina línea al sentir sus orejas calentarse de molestia. – ¿Qué me vio Orden?

Volvió a colocarse las prendas, las inseguridades eran ponzoña colándose por su cabeza. Salió peor que como entro a esa habitación, con dudas de si su cuerpo era lo suficiente para ser apreciado.

Después de todo, él no era un alfa completo.

Dos semanas después

Seguía sin descansar de repetir esas dudas una y otra vez, tocándose y preguntándose si era suficiente.

Tiene omefinia.

Eso no lo hace un alfa completo.

Esta defectuoso.

Ningún omega querrá un alfa casi omega.

No es alfa ni omega, ¿Que es?

No encaja en ningún lado.