Debí estar allí

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Antes de comenzar aclararé un pequeño detallito.

Si alguna palabra lleva estos números al lado ¹²³⁴⁵⁶⁷⁸⁹ son para dar a entender que al final del capítulo voy a dar detalles de esa palabra, alguna aclaración o comentario.

Perdón por la tardanza. Cómo saben mi país (Venezuela) no pasa por la mejor situación, también hay ciertos asuntos familiares involucrados. En resumen solo es estrés que me causo una falta de ánimo considerable. Pero tranquilos, estoy bien.

Discúlpenme por lo corto :u

Sin más que decir, disfruten la lectura ✨

︶꒦꒷♡꒷꒦︶

– Mère, vater. Ya llegué. – Anunció el rubio cruzando el umbral de la puerta de la casa.

– Bienvenido sohn. – Mencionó el de raíces germanas levantando la vista del periódico que traía entre manos. – Tu mutter y yo te estábamos esperando. Tardaste un poco más de lo normal.

– Me encontré con alguien que hace mucho no vemos. – Mostró una sonrisa cargada de alegría desbordante.

Alemannia enarco una de sus cejas bastante interesado en las palabras de su cachorro. – Ok, ok ¿Quién es esa misteriosa persona? Puedo oler otras feromonas además de las tuyas y las de Francia cerca mío. – Estaba plenamente intrigado.

Su cachorro no era muy sociable que digamos, era retraído y solitario. Se daba cuenta de que los años de mudanzas hicieron que el menor desarrollará miedo a las despedidas, la gota que colmó el vaso fue ese día de lluvia cuando se despidió del único amigo que tuvo en esa cuidad hace tantos años. El niño de cabello monocromatico y ojos violeta.

Orden Teutónica implicó un antes y un después en la vida de Sacro, lo tenía plenamente consciente. Después de él no existieron más amistades, sólo compañeros y conocidos sin relevancia.

– Un momento. – Se giró, saliendo otra vez por la puerta.

A sus oídos llegó el murmullo de la voz de su consanguíneo, su misterioso acompañante no hablo, pero si percibió una tos fingida.

– Hola señor Alemannia. – Se presentó Orden al tener en su campo de visión al rubio mayor. – Soy Orden Teutónica ¿Se acuerda de mí?

Parpadeó un par de veces para procesar aquella imagen. Ese niño creció bastante, y era la viva imagen de su padre. – ¿Acordarme? ¡Claro que lo hago muchacho! – Se levanto de su lugar para darle un abrazo amistoso al chico. – Estás enorme.

– Y usted sigue con buena memoria – Correspondió con unas palmadas en la ancha espalda ajena.

– ¡Liebe! Tenemos visita.

La de orígenes franceses salió de la cocina a conocer a la visita que trajo su rayo de sol. Valía decir que escucho toda la conversación desde la cocina. Pero como buena chismosa encubierta, se hizo la desentendida.

Se llevó por sorpresa que la visita tratase del cachorro de ¹Prusios Bálticos y ²Orden. Al verlo se dio cuenta que era una mezcla del porte algo robusto y los rasgos faciales de su padre, y la genética de su mamá brindándole esos ojos y cabello.

– ¡Que gusto verte otra vez! – Su unió al pequeño reencuentro emocionada.

Apenas cuatro meses de convivencia perdidos en más de una década de separación no fueron suficientes para borrar ese cariño amistoso.

– Estás de suerte. Preparé postres, en seguida los traigo. – La omega con paso rápido de sus pequeños pies ágiles y elegantes desapareció de la vista de los tres hombres en dirección a la cocina donde guardaba los postres.

Pareja Extraña [Orden Teutónica X Sacro Imperio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora