¿Qué es un sentimiento?
Según su definición, es la acción y/o efecto de sentirse de alguna manera en especÃfico en relación a una vivencia, persona, situación o momento.
Y sentimientos hay muchos, desde los más primarios y banales, que se experimentan desde el primer momento de la vida, como la felicidad y el miedo, hasta los más complejos como la vergüenza, el amor, y el deseo entre otros.
En su corta existencia, Hitomi Tadano experimento una gran variedad de sentimientos, como cualquier otra persona que se precise de considerarse ''normal''
Pero ella, como su nombre lo indicaba, NO era una persona normal, y tampoco la manera que tenÃa de percibir sus sentimientos.
Además, a eso habÃa que agregarle que tenÃa poco autocontrol en algunos de esos aspectos sentimentales, ya que contaba con casi nula experiencia en ellos.
Sobre todo, con la ira.
Y hablando de eso, era correcto decir que habÃa pocas cosas, situaciones o personas que lograran orillarla a sentirse de esa manera.
La palabra clave en la anterior oración era esa: ''Pocas''
-Tengo que hablar contigo, Komi. - Exclamo, sin apartarle la mirada, dándole una orden enmascarada de petición
No estaba molesta.
-No tenemos nada de qué hablar, Tada...
-Y a mà no me interesa. – Lo interrumpió. Haciendo acopio del último resquicio de paciencia en su ser. – Vamos a hablar, no es una pregunta.
¡Estaba rabiosamente encabronada!
Pero debÃa mantener cierta cordura, no querÃa hacer un escándalo a mitad del salón de clases y atraer (más) la atención.
Aunque, la actitud engreÃda de Shousuke le empezaba a poner difÃciles las cosas...
Siguió sosteniéndole la mirada con fiereza, siendo consciente de que, como mÃnimo, estaban dando un espectáculo. Más de uno de sus compañeros los veÃa con curiosidad al pasar, y otros murmuraban a lo lejos.
Por aproximadamente medio minuto en el que se quedaron en silencio, pero sin dejar de mirarse.
Él no querÃa hablarle y ella no dejarÃa que se saliera con la suya otra vez, asà que harÃa lo que fuera para que accediera, asà tuviera que aplicarle una de sus llaves y obligarlo, lo harÃa.
La tensión era casi palpable, tanto para los protagonistas como para el resto, desafortunadamente para Hitomi, en ese momento llego la caballerÃa para el muchacho.
- ¡Hola mi cielo, llegaste temprano hoy...! – Hablo Ai, saltando a los brazos del chico cruzándole un brazo por el cuello. – Oh, hola Hitomi... – Le dijo directamente, sin esforzarse por ocultar el tono de desdén en su voz. – Espero que no hayas olvidado nuestra anterior conversación... - Comento por lo bajo, continuando de manera despectiva. – OdiarÃa que salieras de aquà como ese dÃa y...
-Esto no es contigo... – Tercio tajante la pelinegra, sin dignarse a verla. – Voy a pedirlo una última ocasión de manera civilizada, Shousuke... - Le dijo, con autoridad. – Tengo que hablar contigo...
-Ya lo escuchaste... ¿O acaso planeas obligarlo? – Pregunto Ai con sonrisa sarcástica.
- No me tientes... - Respondió la de cabello corto con ácido en vez de palabras, dejando al aire a quien de los dos iba dirigido eso último.
Después de otro par de segundos en los que no dejo de verlo, el chico cedió.
-Al terminar las clases. – Respondió, para después girarse y tomar asiento en su lugar, mientras la puntual figura del profesor de historia entraba al lugar.
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De Cero a Cien.
RomanceMás por necedad y obstinación que por problemas de comunicación Shousuke Komi decidia no hablar, fue la mala suerte o el destino el que le puso en el camino a alguien tan...tan...ella. Y ahora estaba ahí, con las mejillas completamente rojas, despue...