Barbara comenzó a moverse al ritmo de la música. Cada paso que daba en el escenario desprendía elegancia, con movimientos suaves y llenos de gracia que capturaban la atención de todos los presentes. Los velos que llevaba se deslizaban por su piel como un río de seda, mientras sus brazos extendidos trazaban líneas en el aire que parecían hipnotizar a los espectadores. Los niños, especialmente Marisela, la miraban con ojos brillantes, como si vieran una princesa salida de un cuento de hadas.
Sin embargo, quien no podía apartar los ojos de ella era Marco Aurelio Salvatierra. El hombre más rico y poderoso del Arauca había ido al circo solo para complacer a su nieta, pero ahora estaba cautivado por la mujer hermosa y misteriosa que danzaba ante él. No era solo su belleza lo que lo intrigaba, sino el aire enigmático que la rodeaba, había algo más profundo en ella que lo llamaba, algo que despertaba una curiosidad y deseo que no había sentido en mucho tiempo.
Los aplausos estallaron cuando el baile terminó, y Barbara recuperando el aliento, hizo una reverencia mientras se retiraba tras las cortinas. Marco Aurelio aplaudía junto al resto del público, pero su mente tenía algo claro, debía conocer quien era esa mujer.
El espectáculo continuó, con los demás miembros del circo presentando sus números, pero nada parecía compararse con el hechizo que "Tatiana Ivanova" había dejado en el aire.
-Estela. -llamó Marco Aurelio con voz firme, mientras la dueña del circo se acercaba a él con una sonrisa.- Quisiera hablar con ella. A solas.
-¿A quien se refiere señor Salvatierra?.
-La de la danza de los 7 velos.
Estela acostumbrada a lidiar con muchos tipos de hombres y sobretodo poderosos, entendió de inmediato lo que Marco Aurelio deseaba. Asintió y lo guió hacia los camerinos, donde Barbara se encontraba cambiándose de ropa.
-Espere aquí, un momento. -le indicó Estela a Marco Aurelio, antes de abrir la puerta del camerino. Entró y vio a Barbara de espaldas, quitándose los últimos adornos del cabello, quedado su cabellera al aire libre, sus ondas caían en cascada.
-Barbara... Marco Aurelio Salvatierra desea hablar contigo. Está esperando afuera.
Barbara se giró lentamente, con una mezcla de sorpresa y precaución en los ojos. Ya había escuchado su nombre en un par de ocasiones, y de esas veces sabía una cosa, ese hombre era poderoso y muy rico. Se sentía asombrada porque él estuviera ahí para hablar con ella.
-¿Qué es lo que quiere?. -preguntó Barbara.
-Es el hombre más importante de todo el llano. -le recordó Estela.-Deberías escuchar lo que tiene que decir o lo que quiere. Pero eso sí ten cuidado, Barbara. Marco Aurelio Salvatierra no es alguien con quien se juegue.-Barbara asintió, sintiendo un nudo en el estómago, solo esperaba que el interés que tuviera ese hombre para hablar con ella no traiga consigo mas problemas de los que ya tiene. Terminó de ajustarse el vestido simple que había traído consigo, y con una última mirada al espejo, respiró hondo antes de salir a enfrentar al hombre que esperaba por ella.
Salió del camerino, con la cabeza en alto, caminando con una mezcla de seguridad y calma que escondía el miedo que sentía en su interior. En el pasillo Marco Aurelio Salvatierra la esperaba, su imponente figura envuelta en un ropa costosa y elegante resaltaba su poder y estatus. Él la miró, y aunque ha tenido muchas mujeres en su vida que lo habían impresionado por su belleza, nunca había visto a alguien como ella. Había algo más allá de su belleza que lo atraía aunque no sabía bien que era, pero quería averiguarlo.
-Me dijeron que quería hablar conmigo.
-Asi es, Tatiana Ivanova.-dijo Marco Aurelio dando un paso hacia ella -¿Ese es tu verdadero nombre?.-Barbara lo miró a los ojos sin bajar la guardia.
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Cadenas de odio
FanfictionDos hermanas gemelas, Ana Barbara y Ana María, fueron separadas después de un horrible accidente. Ambas, mujeres fuertes y respetadas en su sociedad, se ven atrapadas entre las pasiones del presente y los fantasmas del pasado, mientras luchan por...