Short storys

Friky Friday ⁴

Narra Michelle

No se como mamá puede soportar a una jauría de niños corriendo por doquier, y de paso cuidar a las dos fieras últimas que tiene de hijos. Eso me toca cuidar ahora. Gracias señor que tengo compañeras para ayudarme en este arduo trabajo.

Solamente me quede sentado muy vago en una esquina y revise el teléfono de mamá, revisaba sus mensajes y los de papá. Cuando me recogió en la escuela se veía preocupado y atareado, después de todo hoy era el día de su boda, volver a casarse con mamá. Me dijo, mejor dicho "Le dijo a mamá" sobre que le escribiría si nesesita una cosa o si debe salir de trabajo.

Mi momento de paz fue interrumpido por una niña rubia, se acerco a mi y me tomo la mano con tanta confianza. Me arrastró hasta el escenario, yo solamente veía como las señoras me veían mal.

Quede frío por su mirada, no me culpen no se que hacer.

—Señora Smith, nesesitamos de su ayuda con los preparativos, se que hoy es su renovación de votos y le estresa. Pero también aquí nesesitamos su ayuda. — me señaló las decoraciones y camine lento hasta ellos y empecé a ayudar.

Como veo este teatro sobre la primavera también será como un proyecto para las pulgas así presentar algo sobre su familia convinado con la primavera.

Revolví mi cabello ansioso, no había música para alimentar el ambiente, solo las risas y llanto infantiles en el aire,

Continúe mi labor decorando el salón y pegando uno por uno los pétalos en la puerta, estaba tan concentrado que no me dí cuenta que alguien me toco el hombro.

Por mi entrenamiento y la habilidad de que ahora tengo poder, lo tire al suelo y le hice una llave. Pero me quede estático, vaya tengo a un hombre entre mis piernas, suena muy mal. Mejor es, tengo a un hombre ahorcado por mis piernas.

Lo solté y me arrodilló en el suelo, lo mire bien y en gruñi en mi interior. Ese es uno de sus compañeros de trabajo, se podría decir que molesta a mi madre por más de dos años seguidos.

Esta en el suelo recuperando el aire y riendo avergonzado. Debí matarlo de una vez así deja a mi madre en paz, pero de la nada escuche un grito de guerra muy chillón. Azrael traía una espada de cartón y uriel lo perseguía para quitarme el cartón.

—No era mi intención asustarla señorita Xuliz, solo le traía esto. —Me extendió un pequeño ramo de rosas blancas hacia mi y solamente sonreí.

Pero mi sonrisa no era bonita, si no uno torcido qué daba escalofrío a cualquiera que lo viera.

—Gracias, menos mal piensas en los niños — Dije y se los di a cada niño que pasaba a mi lado muy rápido y se quedo en aun más apenado.

—De nada, eh.. Sabes.. Si quieres podemos salir uno de estos días a pasear o comer un helado.

Junte mis manos, con mucha paz y tranquilidad en mi cabeza.

A ver, ¿que haría mi mamá en estos momentos? Ah ya se.

No soy mamá, tal vez lo pueda asustar un poquito.

Lo tome la mano y lo lleve a un pasillo del jardín tomándole las manos a ese mete matrimonios hijo de puta pendejo de mierda qué quiere salir con mi madre casada.

No me impresiona que mamá tenga muchos pretendientes a pesar de ser casada, la verdad mamá es tan fiel a papá que si no, no tendría como 4 hermanos y no escucharía.. Hay que asco..

Me concentre en las palabras más bonitas que le diría a ese hombre.

—Mire, con toda la amabilidad del mundo le pido que se aleje de mi.