Capítulo 37.

5 3 0
                                    

Narradora Omnisciente POV
Paul salió apresuradamente del Empide State, mientras pensaba en la conversación que acababa de tener con Poseidón y en la que estaba apunto de tener con su hija. El mismo mentiría si dijera que no estaba nervioso pero no podía seguir ocultandole la verdad pues Paul guardaba un secreto, un secreto que de ser revelado pondría en duda él destino del mundo. Solo había una persona a quien le había contado su secreto su esposa Sally y la madrastra de su hija, no hubo nadie más a quien se lo contará pues era un secreto que solo debía contarse a quiénes supieran guardarlo.
– ¿Todo bien Paul? – preguntó Quirón sacando al nombrado de sus pensamientos, el mortal miró al centauro sentado en su silla de ruedas para ocultar su forma real y a su lado estaba Gleeson que ocultaba su forma de sátiro usando pantalones de chándal y una gorra para ocultar sus cuernos.
– Si si no es nada – respondió Paul.
– ¿Seguro? No pareces muy convencido – dijo Hedge.
–  Es que tengo que hablar con mi hija al llegar a casa – confesó Paul.
– ¿Vas a decírselo? – preguntó Gleeson.
– Ya era de lo hiciera ¿No? – respondió Paul.
– Ten cuidado Paul recuerda que eres uno de los tres líderes de la orden De Los Defensores De Mestizos no dejes nunca que el Concilio De La Sombra sepa lo que hacemos – le adviertio Quirón.
– No te preocupes Quirón mi hermana y sus secuaces no sabrán nunca de esto me asegurare de ello – respondió el profesor de literatura.
– Nos vemos en Enero Paul – dijo Gleeson cuando vio la furgoneta de Argos esperando por él y Quirón.
– Si ya vienen a buscarnos cuídate – le dijo el centauro.
– Igualmente amigos fue un placer volver veros – se despidió Paul.
– Igual Paul – dijeron Hedge y Quirón al unísono los tres amigos se despidieron y Paul se dirigió a su casa.
– Ya estoy en casa – anuncio Paul cuando entro por la puerta.
– Hola cariño ¿Cómo te fue en la reunión? – le pregunto su esposa Sally que sabía dónde había estado.
– Bien hubo un poco de caos pero supimos solucionar el asunto – respondió el pelinegro.
– Me alegro cielo – dijo Sally sonriendo.
– Oye ¿Sigue Olivia despierta? – preguntó Paul.
– Si se encuentra estudiando para los exámenes ¿Por qué? – respondió su esposa.
– Es que tengo que hablar con ella – confesó el de ojos marrones.
– ¿Le contarás la verdad? – preguntó la castaña.
– Si ya era hora de hacerlo tarde o temprano lo iba a saber – respondió Paul.
– Estaré contigo entonces después de todo yo también soy parte de esto desde que me lo contaste a mí – le sonrió Sally a su esposo.
– Gracias Sally – le agradecio Paul con una sonrisa.
Olivia POV
Estaba estudiando en mi habitación para mí examen de biología de la semana de exámenes cuando noté un golpeteo en mi puerta.
– Adelante – dije con voz cansada, mis padres se asomaron por la puerta como una sonrisa.
– ¿Que tal vas cielo? – preguntó mamá.
– Bien mamá aunque si me dais un rato para procrastinar lo acepto encantada – dije riendo.
– ¿Te importa si entramos? – preguntó papá.
– No tranquilos pasad – respondí, mis padres entraron a mi habitación con una expresión nerviosa. – ¿Ocurre algo? – pregunte.
– No es nada malo cielo es que tú padre y yo tenemos algo muy importante que decirte – respondió mi madrastra.
– ¿Que pasa? ¿He hecho algo malo? – pregunté.
– Será mejor sentarnos – dijo mi papá se sentaron en la cama y mi padre me hizo un gesto para que me sentará en medio de ellos y así lo hice.
– Verás hija no has hecho nada malo es algo que yo debería haberte dicho hace mucho tiempo – dijo papá.
– ¿Decirme el que exactamente? – pregunté confundida.
– Tú sabes que nunca hemos hablado mucho de tu madre – dijo papá, sabía que mi madre murió cuando yo era un bebé pero nunca me contaron el porque de su muerte. Así que simplemente asenti.
– Es hora de que sepas la verdad hija – dijo Sally.
– ¿La verdad? ¿Mamá, papá de que estáis hablando? – pregunte confundida.
– ¿Recuerdas las historias que te he contado sobre dioses y héroes? – preguntó mi padre, por alguna razón sentí que mis amigos ya me habían hablado de esto pero no estaba segura de porque mi padre me lo estaba preguntando. ¿A caso había algo que no me contaba?
– Si, pero ¿Que tiene que ver esto con mamá? – pregunté.
– Las historias que te hemos contado son reales – respondió mi madrastra, un momento ¿Ellos también lo sabían? ¿Mis amigos también se lo contaron a ellos? ¿Y los habían descubierto?
– ¿Queréis decir que tambien lo sabíais? – pregunté.
– ¿A qué te refieres con también? – preguntó mamá.
– ¿Sabías ya algo sobre esto y no nos lo dijiste? – preguntó papá, me quede callado y sonreí nerviosa.
– Olivia ¿Que no nos has contado? – preguntó papá.
– Me lo contaron mis amigos hace un tiempo unas Leoucrotas atacaron nuestra clase y nuestros compañeros nos salvaron ellos nos contaron la verdad que era semidioses y que todas las historias sobre mitología griega y romana eran reales prometimos no contarle nada a nadie porque sería peligroso pero al parecer no somos los únicos que lo sabían – expliqué.
– ¿Quién más lo sabe? – preguntó Sally.
– Queen, Shinigami, Derek y Casey – respondí.
– ¿Nadie más? – preguntó papá, negué con la cabeza. – Bien cuanto menos lo sepan mejor entiendo porque no quiste contárnoslo de todas formas no sabías que lo supieramos – me dijo comprensivo.
– ¿Cómo es que lo sabéis también? – pregunte.
– De eso era de lo que íbamos a hablarte hija tú nunca supiste de que murió tu madre – confesó papá.
– No nunca me hablaste de sobre eso – respondí.
– Tú madre era una semidiosa una muy poderosa de hecho hija de uno de los tres grandes – respondió papá.
– ¿Soy descendiente de una semidiosa? ¿Quieres decir que mi abuelo es un dios? – pregunté sorprendida.
– Y no cualquier dios eres la nieta de Poseidón dios de los mares, los océanos, los terremotos y los caballos – respondió papá, me quedé perpleja, no podía creerlo era la nieta de un dios mi madre era una semidiosa.
– Pero ¿Cómo es que nunca me dijiste nada de esto? ¿Sabias que era mitad semidosa y no me lo dijiste? – pregunté algo enojada.
– Se que esto es difícil de entender y que te enfada que no te lo dijera antes pero hay cosas que a veces es mejor no saber cómo lo que le pasó a tu madre – respondió papá.
– ¿Y que fue lo le pasó? ¿Cómo fue que murió? – pregunté, la curiosidad me invadía por dentro, no me importaba la razón de porque no me lo había dicho tenía que saberlo.
– Tú madre – empezó papá – fue asesinada por el Concilio De La Sombra – respondió papá con tristeza, lo miré confundida.
– ¿El Concilio De La Sombra? ¿Que es el Concilio De La Sombra? – pregunte.
– El Concilio De La Sombra es una secta secreta que se dedica a secuestrar torturar y matar semidioses durante años este concilio se ha dedicado a ello con el fin de destruir a los mestizos e imponer la ley de un único dios verdadero mi familia y yo solíamos pertenecer a eso Concilio pero yo los traicione cuando descubrí la verdad – me explico Papá. – Antes mi hermana y yo seguiamos las creencias de este concilio pero todo cambió cuando conocí a tu madre el día que ella me salvó la vida desde ese momento me hice su amigo y con el tiempo me enamore de ella entonces supe que lo hacía él concilio no era lo que sus miembros creían pues los semidioses eran quienes protegían al mundo de la destrucción, no podía dejar que esto siguiera pasando tu madre me habló de una orden que protegía a los mestizos de ser encontrados y asesinados por el concilio, Los Defensores De Mestizos, me uni a ellos y traicione al Concilio De La Sombra y sus ideales y aquello me costó la vida de tu madre pues fue tu tía quien la mató yo no pude salvarla – me contó papá, me quedé perpleja y sin palabras. Tenía tantas preguntas en mi cabeza ¿Por qué mi tía mató a mi madre? ¿Por qué el Concilio De La Sombra odiaba a los semidioses? ¿De que eran de lo que nos protegían?
– ¿Cómo es nunca me lo contaste? – le pregunté.
– Eras muy pequeña cuando murió tu madre no fue fácil para mí debía mantenerte oculta mi hermana no podía enterarse de que su sobrina era la hija de una semidiosa o no tardaría en matarte por eso pensé que lo mejor era que nunca lo supieras sin embargo, sabía que algún día tendrías que entearte de tu verdadero origen – me explico y asenti, miré a mis padres con lágrimas en los ojos aún sin poder creerlo y con tantas preguntas de las que ni siquiera tenía la repuesta.
– Sabemos que es difícil de creer pero estamos contigo y pudo decirte que lo te decimos es la verdad – dijo mi madrastra.
– No se que decir esto es tan sorprente ni siquiera se cómo reaccionar o como...– tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas para ellas que ni siquiera sabía que decir en ese momento.
– Se que tendrás muchas preguntas ahora mismo y pueda que no sepa cómo responderte a todas a ellas – comenzó papá, lo miré incrédula ni siquiera mi padre podía responder a ninguna de las preguntas que rondaban mi mente. – Pero tal vez conozca a alguien que si puedo hacerlo – mis ojos se abrieron como platos.
– ¿Así quién? – pregunté.
– Tendrás que venir para averiguarlo el te dirá todo lo que necesites saber – me respondió mi madrastra, no estaba de segura de si aceptar o no pero estaba cansada de secretos y mentiras, necesitaba respuestas y las quería ahora. Tenía derecho a saber la verdad sobre el Concilio De La Sombra y por qué quería acabar con los semidioses. Así que acepté a ir con mis padres a donde estuviera la persona que respondería a todas mis preguntas. Mis padres me dijeron que debíamos irnos antes de que el Concilio comenzará su ronda de patrullaje nocturno en busca de algún mestizo al que poder asesinar. Y que debíamos volver una vez acabase su ronda para no levantar sospechas. Pues él Concilio de la sombra solía hacer patrullajes desde las doce de la noche hasta las 3 de la mañana por si encontraban mestizos a los que pudieran matar. Papá me pidió que me vistiera con ropa negra de la cabeza a los pies pues me explico que solo podríamos entrar al lugar secreto si parecíamos que éramos parte de ellos. Y eso hice me vestí con unas matas negras, una camiseta negra y una sudadera con capucha negra, me calce unas botas negras y me recogi el cabello en una coleta para ocultarlo bajo la capucha. Mi padre y mi madrastra me estaban esperando en la entrada también vestidos de negro para parecer miembros del concilio.
– ¿Lista? – preguntó papa.
– Estoy lista – respondí.
– Bien son las once en punto el patrullaje empezará en una hora debemos irnos ya si no queremos que sospechen de nosotros – dijo mi papá.
– ¿Pero a donde vamos? – pregunte.
– Lo sabrás cuando lleguemos – dijo mamá, los tres salimos de nuestra casa y fuimos andando en silencio  por un camino que me resultó familiar. No estaba segura de porque me resultaba tan conocido pero supe la razón una vez llegamos al sitio, pero no me imaginaba que aquel lugar fuera.....
– ¿¡EL INSTITUTO!? ¿Me habéis traído hasta el instituto? – pregunté sorprendida.
– Shhhhh Olivia baja la voz o nos descubrieran – dijo mi padre.
– Pero ¿Que hacemos en el instituto? ¿Por qué me habéis traído aquí? ¿Tiene algo que ver con lo que me habéis contado? – pregunté.
– Exactamente hija verás la persona que buscamos se encuentra justo aqui en este instituto – respondió papá
– ¿En mi instituto? ¿Por qué alguien querría esconderse en un instituto? – pregunté.
– No es que se esté escondiendo más bien está cautivo el concilio lo encerró hace muchos años en una prisión secreta que actualmente se encuentra en este instituto – respondió papá.
– ¿Pero como entraremos si la escuela está cerrada? Además hay cámaras podrían vernos – dije.
– ¿Quien dijo que entraríamos por la puerta principal? – preguntó mi madrastra, los miré confundida.
– Ven síguenos entraremos por la entrada secreta – dijo papá.
– ¿Hay una entrada secreta? – pregunte.
– Si el concilio siempre instalaba puertas secretas en todas sus priosines para que nadie pudiera saber dónde tenían cautivos a los semidises que se secuestraban pero había una única prisión que debia estar lo más oculta posible y esa era donde tenían cautivo a uno de los rebeldes – respondió papá.
– ¿Quiénes eran los rebeldes? – pregunte.
– Eran aliados de los mestizos antes de que existiera la orden de Los Defensores De Mestizos, no se sabe mucho sobre ellos sin embargo el concilio de la sombra capturó a dos de ellos y los han mantenido separados durante años – respondió papá.
– ¿Y por qué los mantenían separados? – pregunte.
– Esa pregunta puede respondertela la persona a la que vamos visitar – respondió papá. – Bien hemos llegado – dijo papá cuando el y Sally se detuvieron frente al refugio contra tornados.
– ¿El refugio contra tornados? – pregunte.
– Por supuesto la prisión que buscamos se encuentra bajo el instituto y para llegar debemos pasar por un pasadizo que se encuentra dentro de este refugio – dijo papá mientras abría las compuertas.
– Es la única manera de entrar sin ser detectados por las cámaras – dijo Sally, mi padre abrió las compuertas y trague saliva.
– Venga ya casi estamos – dijo mi padre, bajamos por las escaleras del refugio y nos detuvimos frente a una de las habitaciones del refugio. Donde había una estantería llena de libros.
– ¿Puedo saber por qué hay una estantería de libros en un refugio contra tornados? – pregunté.
– Digamos que esta no es una estantería cualquiera – dijo papá, se acercó y movio uno de los libros que parecían tener un idioma extraño que no conocía. De repente la estantería se movió un pasadizo lleno de puertas blindadas se abrió antes nosotros. Realmente no podía creer lo que veía.
– WoW impresionante – dije.
– ¿Vamos? – preguntó Sally y asenti. Entramos a través del pasadizo y escuché la estantería volver a ponerse en su lugar.
– Tengo un duda ¿Cómo saldremos de aquí sin que nos vean? – pregunte.
– No te preocupes cielo lo tengo todo bajo control – dijo papá. – Las contraseñas de estas puertas fueron cambiadas cuando me fui del Concilio pero mi hermana no sabe que las conseguí del cajón de su despacho – me explico papá mientras abría una de las puertas.
– ¿Le robaste a la tía? – le pregunté.
– No exactamente solo hice una copia de las contraseñas y de las llaves que necesitamos para abrir la puerta final – me respondió, no estaba segura de que decir así que solo asentí. Una vez cruzados todas las puertas nos detuvimos frente una gran puerta de madera con cerraduras y candados muy antiguos y algo oxidados. Mi padre se volvió hacia a mi con aire serio y me dijo:
– Olivia antes de que entremos tienes que prometerme que nunca le contaras a nadie nada sobre esto, nadie puede saberlo ¿Entendido? – advertí que me miraba de manera de que no estaba de broma que este secreto debía ser guardado bajo llave.
– Si lo prometo no diré nada – respondí, papá asintió y me sonrió, se volteo de nuevo y se dedicó abrir la puerta de madera. Una vez lo consiguió la empujó un poco y está se abrió sola haciendo un extraño crujido. La habitación era un sótano mugriento y bastante viejo, estaba muy oscuro, la única luz que entraba era por una pequeña ventana en lo alto de una de las paredes y a través de ella se veía una ráfaga del polvo. Solo había un saco de dormir polvoriento sobre una cochoneta vieja y un váter al otro extremo del lugar era inhumano ¿Cómo era posible que una persona pudiera sobrevivir en estas condiciones? Me enfade mucho con mi tía Carla ¿Cómo podía hacerle algo así a una persona?.
– No hagas movimientos bruscos no queremos asustarlo ¿De acuerdo? – me advirtió papá y asenti.
– ¿Quién anda ahí? – preguntó una voz que parecía temblar, justo sobre el saco de dormir había un hombre sentado abrazándose las rodillas, tenía el cabello castaño oscuro y rizado algo desgreñado y sucio, ojos marrones y piel morena. Vestía una túnica griega blanca muy sucia desalilada. También tenía heridas por todo el cuerpo y estaba tan delgado que parecía que no había comido en años, el pobre estaba encadenado al suelo de manos y pies con unas cadenas de hierro que apenas le permitían moverse. Permanecí horrorizada al presenciar dicha imagen. – Se que estás ahí seas quien seas haz lo que quieras conmigo pero por favor no me hagas daño haré lo que pidas pero no me lastimes – volvió a decir la voz, parecía que estaba muy asustado me dio mucha pena ver cómo estaba sufriendo. Papá y mamá se acercaron a él y yo los seguí.
– Tranquilo amigo somos nosotros no vamos a hacerte nada – le dijo mi padre.
– ¿Paul? ¿Eres tú? – preguntó el hombre, mis padres se acercaron a la luz y se dejaron ver. – Gracias a los dioses sois vosotros que alegría veros – dijo el castaño aliviado.
– Nosotros también nos alegramos de verte – dijo papá.
– Te hemos traído comida – dijo mamá sacando un táper con pastel de carne y ensalada. Y ofreciéndose lo al joven dándole también cubiertos para que pudiera comer.
– Sally enserio eres la mejor muchas gracias no suelen traerme buena comida lo suficiente para variar – dijo el hombre aceptando la comida de mi madrastra y empezando a comer.
– ¿Cómo estás? – preguntó papá.
– Bien sobreviviendo apenas – respondió el de cabello rizado. – Bueno ¿Qué os trae por aquí? – preguntó intentando sonreír, pero pareció más una mueca triste que una sonrisa.
– Hay alguien que me gustaría que conocieras – mi padre me miró y camine un paso hacia adelante para dejarme ver en la luz.
– Hola – dije nerviosa.
– Ella es mi hija Olivia – me presento mi padre.
– Hola Olivia encantado de conocerte tú padre me ha hablado bien de ti – dijo el hombre.
– Así es Olivia el es la persona de quien te he estado hablando – dijo mi padre – Me gustaría presentarte a....–
Continuará...................................................

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 16 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Semidioses En Un Instituto De Mortales (T3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora