Semidioses En Un Instituto De Mortales (T3)

Capítulo 5.

Maratón 3/8.
Calipso POV
Bajamos del autobús nada más llegar al lugar y todos nos sorprendimos al ver que el lugar donde nos quedábamos era un bloque de apartamentos de por lo menos 400 pisos, mire a Quiron y al Señor D bastante tranquilos ante nuestras expresiones pero decidí no darle importancia.
– Venga entremos seguro que no esta mal – dije emocionada.
– Si, Calipso tiene razón semidioses este lugar no tiene nada que ver con lo que aparenta – dijo Quiron sonriendo, le seguimos a él y al señor D hacia la puerta la cual nos abrió el famoso Heracles, el gran héroe con su gran superfuerza ahora como el portero del Olimpo. No era el único héroe con un trabajo pésimo que no merecía toda la gloria que había conseguido y sinceramente sentía lástima por él.
— Bienvenidos Mestizos Del Olimpo – nos dijo a mis amigos y a mi con una sonrisa.
– Hola Heracles ¿eres el portero aquí? – preguntó su hermana Thalia algo decepcionada junto a Jason ambos siempre lo vieron como un hermano puesto que técnicamente lo era y cuando vivíamos en el Olimpo le dábamos comida escondidas al él y a su esposa Hebe.
– Si, pero sinceramente este trabajo no me decepciona tanto, al menos queda cerca de la tienda de Hebe – respondió Heracles.
– Entonces la veras amenudo – dije.
— Sip, venga pasad os encantará este sitio – afirmó con una sonrisa.
– Vamos nena esto va estar genial – me animo mi novio Leo y sonreí. Entramos dentro y quedamos atónitos. Aquel bloque tenía una zona de entretenimiento en el primer piso, una zona de armas y armaduras por si lo necesitabamos en el segundo piso, un hueto en la azotea junto con una piscina y una enfermería en el tercer piso piso....había casi las mismas cosas que nuestro campamento y lo mejor de todo eran los apartamentos, los cuáles empezaban a partir del piso 200, el resto de pisos tenía de todo para la supervivencia de un semidios hasta había un taller para la cabaña de Hefesto, y al parecer tendríamos que compartir apartamentos por parejas. Pero por suerte a mis amigos y a mi nos toco vivir el mismo rellano, cada piso tenía alrededor de 12 apartamentos y asi sería donde nos quedaríamos.
– Bien chicos os vamos a distribuir vuestros apartamentos, ireis por parejas y os iremos entregando las llaves a ambos para que no las perdais – dijo el Señor D que parecía demasiado feliz de librarse de nosotros. El piso donde estaríamos mis amigos y yo era el último de todos, el piso 400 a lo cual a Thalia no le entusiasmo en absoluto que estuvieramos tanta altura.
– Bien iremos distribuyendo vuestros apartamentos Mestizos Del Olimpo – anuncio Quiron mientras el y Señor D miraban las listas.
– El apartamentos 400°A – anuncio Quiron.
– Ese es el de Tania García y Liam Colectan – dijo el señor D pero luego se corrigió – Quiero decir Thalia Grace y Luke Castellan – los dos se acercaron y recibieron sus llaves para ir al apartamento pero decidieron quedarse con nosotros puesto que íbamos a reunirnos todos juntos después.
– El siguiente el el apartamentos es el 400°B – prosiguió Quiron.
– Peter Jonhson y Aniebelle Cheese, digo Percy Jackson y Annabeth Chase o lo que sea –volvió a pronunciar el Señor D, no se si lo hacía sin querer o aprosito pero era incapaz de aprenderse nuestros nombres, para haceros el cuento largo os diré como quedaron el resto de apartamentos: apartamento 400°C: Grover y Enebro. Apartamento 400°D Jason Grace y Piper Mclean. Apartamentos 400°E Chris Rodríguez y Clarisse La Rue. Apartamento 400°F Leo Valdez y yo, realmente me hacía ilusión estar con mi novio. Apartamento 400°G Travis Stoll y Katie Gardner. Apartamento 400°H Connor Stoll y Miranda Gardner. Apartamento 400°I Frank Zhang y Hazel Levesque. Apartamento 400°J Will Solace y Nico Di Angelo. Apartamento 400°K Charles Beckendorf y Silena Beauregard. Y por último el apartamento 400°L fue para Bianca e Ethan. Después de que nos repartieran a todos nuestros apartamentos y nos dieran las llaves, nos despedimos de ellos y nos desearon suerte. Un rato después acababa de terminar de instalarme con Leo en nuestra apartamento y estaba apoyada en la escalera de incendios. Mirando el cielo nocturno.
– ¿Todo bien mi amor? – preguntó Leo al verme deprimida.
– Es solo que no se si esto es una buena idea – confesé, mi novio se acercó y me abrazó.
– Calipso ¿Qué te preocupa nena? No me gusta verte así – me dijo preocupado tomando mi rostro, baje la mirada dudando sobre si decirle la verdad pero no podía ocultarselo tan fácilmente, él siempre conseguía quitarme todas mis penas y preocupaciones así que decidí decirleselo.
– Estoy algo preocupada con todo esto de la niebla, los otros semidios no saben nada sobre esto y me preocupa lo que pueda pasar si los mortales se en enteran de nuestra existencia – confese, puso sus manos en mi hombros, aparte la mirada para que el no viera como lágrimas amenazaban con salir.
– Hey Calipso mírame, por favor, vamos sabes que amo ver tus ojos viendome – me pidió, tomo mi mentón y me obligue a mirarlo – Se que estas preocupada por la niebla yo también lo estoy pero no hemos sacrificado tanto para tirar la toalla ahora – me dijo y le sonreí agarrando su mano.
– Lo se, solo estoy asustada no quiero que la paz que hemos tenido durante años y todo lo que hemos logrado se vaya a la mierda por esto, tengo un mal presentimiento y me da miedo que nos descubran y se desate una gran guerra que acaba con la paz que los semidioses habíamos anhelado durante años – dije, Leo me beso en mi frente y sonrió.
– No pasará te lo prometo confía en mi – me dijo con su hermosa y dulce sonrisa.
– ¿Como estas tan seguro? – pregunté.
– Tengo mis métodos nena tengo todo bajo control – me aseguro con una de sus sonrisas coquetas.
– ¿Así? Me gustaría verlo – dije sonriendo.
— Esta bien pero no puedes decir a nadie que te he hablado de esto si alguno de mis hermanos se entera me matarán al instante y no creo que quieras perder a tu novio – me dijo coquetamente, me reí y sonreí.
– Uh así que es alto secreto me gusta no te preocupes mis labios estan sellados – le dije, me agarro de la cintura y se inclinó sobre mí.
– Solo te lo cuento a ti nena – me guiño un ojo y lo rodeo por el cuello para besarlo y fue perfecto.
Continuará..................................................