El comienzo del fin

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La noche era oscura y silenciosa cuando Aleera y su grupo de vampiros comenzaron su marcha hacia Hogwarts. Su primer objetivo era el pequeño pueblo de Hogsmeade, el asentamiento más cercano al castillo. Aleera sabía que sembrar el caos en los alrededores debilitaría la moral de los magos y brujas de Hogwarts y enviaría un mensaje claro de su poder.

El ataque comenzó en la posada de Las Tres Escobas. Aleera y sus seguidores irrumpieron en el lugar, sus movimientos rápidos y letales. Los clientes apenas tuvieron tiempo de reaccionar antes de que los vampiros cayeran sobre ellos. Aleera, con una sonrisa cruel en su rostro, observaba cómo sus seguidores se alimentaban y destruían todo a su paso.

Desde allí, se dirigieron a la tienda de dulces Honeydukes, donde los gritos de los dueños resonaron en la noche mientras los vampiros saqueaban el lugar. Aleera se deleitaba en el caos, disfrutando del miedo que se extendía por el pueblo.

El siguiente objetivo fue la Casa de los Gritos, un lugar ya conocido por su reputación siniestra. Aleera decidió utilizarlo como base temporal, sabiendo que su presencia allí solo aumentaría el terror entre los habitantes de Hogsmeade. Desde la Casa de los Gritos,  Aleera esperaba a sus seguidores.

La sádica vampira se aseguraba de que cada ataque fuera más brutal que el anterior, dejando un rastro de destrucción y muerte a su paso. Sabía que esto no solo debilitaba a sus enemigos, sino que también enviaba un mensaje claro a Yantarih: no había lugar en el mundo mágico donde pudiera esconderse de ella.

Finalmente, cuando Hogwarts estaba a la vista, Aleera se detuvo en una colina cercana, observando el castillo iluminado en la distancia. Sus seguidores se reunieron a su alrededor, listos para el asalto final. Aleera levantó una mano, señalando el inicio del ataque.

-Esta noche, Hogwarts caerá- declaró, su voz llena de determinación. -Y Yantarih aprenderá que no hay escapatoria de mi ira.

Con un grito de guerra, los vampiros se lanzaron hacia el castillo, listos para desatar el caos y la destrucción en su búsqueda de venganza.

...

En el bosque donde había una gran fogata anunciando que estaba a punto de iniciar la fiesta. Lupin era quién iba a decir la oración, ya que su amiga se había desmayado. Los alumnos estaban muy ansiosos con las rosas en la mano. Ya eran las doce de la noche.

- Remus ... Ya es hora - lo sacó de sus pensamientos Ginny - La profesora no va llegar pero debemos seguir con la fiesta, es una lastima que se la pierda.

Remus sonrió un poco apesarado.

- Si... Pero tienes razón hay que seguir con esto, si no todo lo que organizamos sería en vano

La luna llena brillaba en el cielo y a Lupin le pareció tan satisfactorio que por primera vez en mucho tiempo pudo contemplarla sin miedo.

Los alumnos de sexto y séptimo año se colocaron alrededor de la fogata con sus rosas en la mano esperando las palabras del profesor.

- Bueno ...- anunció- debido a que nuestra maestra no se sintió bien, me tomaré el lujo de dar inicio a esta pequeña fiesta para honrar a los vampiros. Y tengo que destacar que no todos son lo que algunas personas dicen, sobre qué son monstruos y atacan sin piedad porque... - pensó un poco lo que iba a decir y siguió - yo conozco a uno o mejor dicho a una vampira.

Los alumnos se sorprendieron.

- enserio - se escuchó decir a varios.

- Si, y tengo que decir que es la criatura más valiente y agradable que he conocido, y siempre ha tenido que vivir ocultándolo por miedo a que la juzguen y a ser rechazada, y todo por la ignorancia. Así... Quiero que por ella hagamos está celebración.

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