Perdidos en la dimensión paralela (parte 2)

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¿Cómo volver a su propia dimensión? esa era la pregunta que rondaba la mente de Asta y Noelle. Durante un día habían estado dentro del cuarto de Noelle niña, a la que ellos llamaban "Chiqui Noelle" para diferenciar. Ambos compartieron diversas ideas hasta que, tras no mucho debate la verdad, concluyeron que para regresar a su dimensión debían volver al "Vórtex" que los trajo aquí. 

— ¿Cómo llegamos hasta Hage? —pregunta Noelle—. El vórtex apareció en las cercanías de la aldea.

— Podríamos irnos de aquí, pero será difícil pasar desapercibidos —comenta Asta con una mano en el mentón—. En esta dimensión todos son gigantes y nosotros somos básicamente como muñecos rechonchos.

Noelle se tensó.

— Evita usar la palabra "rechoncho".

— ¿Eh? Ah, descuida, no estás gorda ni nada —dice Asta.

Un sape resuena en la habitación. Noelle se cruza de brazos y alza el mentón. Asta se soba la cabeza e intenta idear un plan. La peliblanca nota el esfuerzo mental cuando ve el vapor emanar de la rubia cabeza. Esbozó una sonrisa y tuvo la idea de acercarse y besar la mejilla de Asta, pero no lo hizo debido a que terminaría distrayéndolo.

La puerta de la habitación se abrió. Chiqui Noelle ingresó con un gesto de fastidio cerrando la puerta tras sin delicadeza, se arrojó sobre la cama y ocultó el rostro entre las sábanas. Asta nota como los piecitos de la niña se mueven mientras emite un grito casi silenciado contra el colchón. 

"Recuerdo los días en que me frustraba por no poder controlar mi magia —Noelle comprendía la situación".

Chiqui Noelle continua por un momento antes de alzar la vista y suspirar. Se da la vuelta quedando con la vista fija en el techo, su mirada se veía triste.

— ¿Por qué soy tan diferente a mis hermanos?

Al girar la cabeza se fija en sus dos muñecos favoritos. Toma a Noelle por las axilas con ambas manos y la sostiene sobre ella como si su peso fuera inexistente.

— Me gustan tus coletas —dice Chiqui Noelle tocando el cabello plateado de Noelle—. Cuando tenga el cabello más largo, quizá podría... —acarició toda la cabeza plateada.

— ¡Modo interactivo activado! —exclamó Noelle de pronto, sorprendiendo tanto a la niña como a Asta—. ¡Hola, que linda niña eres!

Chiqui Noelle la soltó dejando que cayera a un lado y abandonando la cama presa de la impresión. Noelle empezó a mover las extremidades como si quisiera comprobar que efectivamente tenía control sobre su cuerpo. Asta supuso que tenía un plan, por lo que siguió con su gran actuación de ser un muñeco inanimado.

— ¿Modo interactivo? —cuestiona chiqui Noelle.

— Sí —Noelle hablaba sonriente—. Somos muñecos mágicos capaces de interactuar con nuestros dueños. 

— Y hablas —Chiqui Noelle se acerca con curiosidad para ver a Noelle—. ¿Entiendes lo que digo?

— Perfectamente.

— ¿Puedes moverte por ti misma?

— Ya me has visto.

— ¿Puedes usar magia?

— Sí, de hecho... eh... eto... ah, sí, copio la magia de mi propietaria que en este caso eres tú.

— ¿Tienes mi magia de agua? —la niña abrió mucho los ojos.

Noelle sonrió y creó un dragón de agua que la rodeo se elevó y le hizo una reverencia a la niña quien sonrió alegremente y comenzó a aplaudir.

— ¡Maravilloso! —de pronto su expresión cambio de alegre a apesadumbrada—. Ojala pudiera controlar mi magia así.

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⏰ Última actualización: Oct 25 ⏰

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