xciv. todo una historia
—Brōzi.
—Margaery Aemma Potter.
Silencio.
—Dairtha.
¿Incorrecto? ¿Cómo carajos estaría su nombre incorrecto?
—Creo saber mi nombre —repuso Margaery, con desgana.
—Nuestro señor nos dice que es incorrecto, hija de Arthur.
Margaery catalogaba la experiencia de estar en un juicio druida con cero de cinco estrellas. Le habían preguntado su edad, ella había respondido y le habían dicho que era incorrecto. Igual con su fecha de nacimiento, con su nombre, con su casa, con su vida entera. Parecían querer llevarle la contraria en todo lo que ella decía.
La cabaña en la que estaba era... tétrica. Estaba en ruinas, el moho y las enredaderas se esparcían por las paredes de madera hinchada y por el suelo lleno de tierra. Era como un consejo y tres mujeres lo presidían: una vieja, que era la que estaba más elevada, una joven, que era tan hermosa como cualquier noble bretona, y una señora de mediana edad, con cara rechoncha y que a Margaery le daba la sensación de una madre.
Hundidos entre pliegues de piel casi translúcida, los ojos de la anciana eran opacos a causa de las cataratas, y tenía la cara cubierta de capilares rotos y manchas de vejez. La chica se preguntó si podía verla con aquellos ojos enfermos; si así era también se preguntó a quien, con su eterna sabiduría, vería, si a una niña de diecisiete o a un tipo de elegida mística destinada a liberar el mundo de la tiranía.
—¿Y cuál sería entonces? —inquirió Margaery—. Tengo dos nombres y un apellido. No hay más. Ha sido así desde siempre y no va a cambiar.
—¿Cuestionas los designios de nuestro señor? —pese a estar encorvada por la edad y los ojos enfermos, a Margaery aquella mujer le daba escalofríos. La Cailleach le había dado los mismos escalofríos pero los ojos de la deidad eran impenetrables, los de esta mujer le daban a Margaery... coraje. Como si viera al mismo Merlín detrás de ellos.
—¿Está su señor aquí? —masculló Margaery.
—Nuestro señor está en todos lados todo el tiempo —la voz melosa de aquella mujer rechoncha respondió en vez de la de la anciana.
Margaery examinó la cabaña en ruinas y tuvo que abstenerse de las ganas de decir "pues no lo veo aquí."
—Brōzi —repitió la anciana, con más furia que antes.
—Margaery Aemma Potter.
—Nuestro señor dice no —siseó la anciana.
—Puedo mostrarle a Merlín mi registro si quiere —ironizó Margaery—. Mi nombre lo sé yo mejor que nadie.
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TEARS, wizarding world
Fanfiction⠀ margaery jugaba con fuego, pero quizas no iba a ganarle ❪ golden trio era ❫ ❪ royal souls saga ❫ ❪ © eloiselover | 20/06/2023 ❫