𝗞𝗮𝗻𝗴 𝗬𝗲𝗿𝗶𝗻 está acostumbrada a no ser el centro de atención, para ella, lo importante no es ser alabado por todos, sino destacar en sus calificaciones. No tiene amigos porque mantenie a raya a cualquiera que intente acercarse demasiado.
𝗛...
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KANG YERIN
La mañana había comenzado como cualquier otra. El bullicio habitual llenaba los pasillos de la escuela mientras los estudiantes se apresuraban a sus clases. Pero algo era diferente hoy, algo que no podía pasar desapercibido, incluso para alguien como yo que, por lo general, prefería mantener la cabeza baja y pasar desapercibida entre la multitud. Ese algo tenía nombre: Myung Jaehyun. Jaehyun, mi amigo de la infancia, había regresado. Y no solo había regresado, sino que lo había hecho con una energía tan vibrante que había atraído todas las miradas desde el momento en que cruzó las puertas de la escuela. Recordaba a Jaehyun como el chico travieso y gracioso que solía meterme en problemas. Siempre había sido algo más bajo que yo, con el cabello oscuro y despeinado y una sonrisa que parecía nunca borrarse de su rostro. Pero ahora... bueno, Jaehyun había cambiado. Se había vuelto mucho más alto, casi alcanzando la altura de Han Taesan, lo que no era poca cosa. Y su cabello, que solía estar en un desorden permanente, ahora era de un color castaño claro, casi rubio, que le daba un aire fresco y juvenil. Pero lo que realmente había llamado la atención de todos era su sonrisa. Esa misma sonrisa juguetona que solía tener, pero con un toque de confianza renovada.
Caminaba por los pasillos como si fuera parte de la realeza. Las chicas lo miraban de reojo, algunas sonreían, otras murmuraban entre ellas, mientras que los chicos parecían algo desconcertados por su presencia. Y claro ¿Cómo no iban a estarlo? Myung Jaehyun no solo era atractivo, sino que tenía esa energía magnética que hacía que todo el mundo quisiera estar cerca de él. Yo por otro lado, me mantenía en la retaguardia, observando a Jaehyun desde lejos mientras él se saludaba con algunos estudiantes. Intenté pasar desapercibida, sabiendo que si él me veía, vendría directo hacia mí, y no estaba segura de estar lista para ser el centro de atención.
―Vaya, parece que tenemos una nueva estrella ―. Comentó Yujin, quien se había acercado a mi lado sin que me diera cuenta.
Yujin era una de esas personas con las que no tenías opción más que llevarte bien. Su energía era contagiosa, y aunque solía hablar más de la cuenta, su honestidad la hacía difícil de ignorar. En los días que pasaron, no se me despegaba en ningún momento, mucho menos ahora que también había entrado a la misma escuela que yo. No era fastidiosa, pero me agotaba rápido. Asentí levemente, intentando no parecer demasiado interesada.
―Jaehyun siempre ha sido popular ―. Respondí, tratando de restarle importancia.
―¿Popular? ―. Repitió Yujin, alzando una ceja ―. Ese chico acaba de poner la escuela patas arriba. No sabía que eras amiga de alguien como él.
―¿Como él? ―. Pregunté, confundida.
―Ya sabes... llamativo, carismático, atractivo ―. Yujin sonrió, dándome un pequeño empujón con el codo ―. ¿Te ha visto ya? Porque si no lo ha hecho, deberías esconderte antes de que todos se enteren de lo cercanos que son.
