Capitulo 04.D

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               —¡No es lo que parece!— completamente arrepentido por lo que estaba sucediendo, Lincoln trató de convencer a su hermana mayor.

Incómodo, escuchó como ella había comenzado a reír, lo cual no era realmente tan malo. Después de todo en la mente de Lincoln se formó la idea de que Luna le daría una paliza por haber terminado de aquella forma al pensar en Sam, quien era su novia, y en ella, que era su hermana.

—Debes estar bromeando— entre risas, Luna al fin habló, estando también muy sonrojada y bastante avergonzada—, aunque, ahora que lo pienso, Xnayer una vez dijo que a veces no lo pueden controlar. Pero aun así eres un sinvergüenza Lincoln, me vas a hacer enojar, Sam es mi novia y lo sabes.

—Yo lo siento, ¿está bien? No es lo que parece, es solo que recordé algunas cosas y esto pasó. No estaba pensando en Sam, te lo juro, así que no te molestes.

—¿¡Entonces estabas pensando en mi!?— actuando de manera sorprendida, Luna le preguntó, sabiendo que eso le incomodaría a Lincoln y quizá lo haría actuar incluso mas cohibido de lo que de por si estaba en ese momento.

—¡Estaba pensando en Stella! No estaba pensando en ti, lo juro. No soy un maldito degenerado.

—Tranquilízate, principito. Solo estoy bromeando contigo, no me molesta eso. Creo que es algo lindo.

—¡Oye!

—No pensé que ya estarías en esa edad, Lincoln. O mejor dicho, no me lo creo. Cuando Sam me hablo de ti y de Stella de verdad creí que estaba mintiendo. Creí que se lo había inventado para convencerme de dejarla intentar coquetear contigo.

—¿Y eso te parece bien?

—¿El qué?

—Pues eso, que Sam intente hacer esas cosas conmigo. Ella también mencionó que tú le habías dado permiso o algo así. Se supone que es tu novia.

—Pues, no lo sé. Está mal, ¿cierto? Pero la verdad no me molesta tanto.

—Pero soy tu hermano, ¿Cómo puedes dejarla intentar algo conmigo?

—Pues, supongo que es justo por eso que no me parece tan malo.

—¿A qué te refieres?

—Pues, Sam siempre fue muy sincera con eso de que me quiere, pero que le gustaría estar con algún chico alguna vez. Y nunca hizo nada para engañarme. Es algo vergonzoso, pero ella siempre está diciendo que soy su chica ideal.

—Si, lo sé— ya de nuevo mirando a Luna, sintiendo a su erección menguar, Lincoln agregó—, cuando hablamos ella suele decirme eso también. Por eso me agrada tanto, parece que va muy en serio contigo.

—Lo sé— volviendo a recargarse sobre aquella mesa, Luna continuó—, ella es genial y creo que me gusta mucho, pero a veces no sé si yo la quiero tanto como ella me quiere a mí. Es algo aterrador a veces pensar en lo mucho que ella dice quererme.

—Si te quiere tanto, debería dejar de tratar de convencerme para hacer esas cosas...

—Creo que en parte es por lo mucho que me quiere, que ella quiere estar contigo— Luna sonrió, divertida al ver como Lincoln al fin retiraba sus manos de su entrepierna, solo para cubrir aquella zona con lo que parecía una libreta que seguro encontró en esa misma mesa.

—Eso no tiene sentido, y lo sabes.

—Yo creo que sí, somos hermanos después de todo.

Malos PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora