Capítulo 6

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Esa tarde, Rusia se la pasó todo el tiempo, buscando obsequios para Chile quería deleitarla con lo mejor. hasta que llegó con un joyero especial, este tenía un pequeño puesto en el centro del mercado.

-bienvenido majestad. -le recibió un hombre ya mayor.

-he venido a encargar un anillo. -dijo Rusia

-es para usted? -pregunto el hombre

-no, es para una mujer. -dijo Rusia- quiero que sea una joya digna de la magnificencia de esa mujer.

-a venido al lugar indicado señor, le confeccionaré el anillo más exquisito que jamás haya visto. -dijo el contrario. 

mientras tanto Chile, ella se encontraba en su aposentos, sentada frente al fuego de la chimenea, ya que el frío se hacía presente, y el cielo amenazaba con una tormenta de nieve, en ello llego una de sus sirvientas diciendo:

-sírvase mi señora... 

ella le extendía una taza de café. la monarca chilena tomo la taza y le dio un sorbo. 

el ruso regresaba al palacio imperial chileno. para luego dirigirse a sus aposentos, al llegar, miro a uno de sus sirvientes y dijo:

-donde está la emperatriz? 

-está en sus aposentos su majestad. -dijo el sirviente

sin decir más el ruso se dirigió a dicho lugar, mientras tanto la monarca chilena, meditaba sobre su situación actual. quizás debía aceptar los cortejos del emperador ruso, después de todo, si lo hacía, era para evitar una posible guerra y conquista de territorio imperial chileno.

en ese momento si ella aceptaba ser la esposa de Rusia, seria solo por el imperio.

de repente alguien tocó la puerta de la habitación, a lo que ella creyendo que era una de sus sirvientas dijo:

-adelante. 

entonces aquella persona entró, era Rusia, quien al ingresar a los aposentos, contemplo a Chile, quien estaba sentada junto al fuego con una taza de café.

se notaba que la monarca tenía frío, el ruso al contemplarla en aquel estado, quiso acercarse a ella, y abrigarla con su calidez corporal, pero debía mantener la compostura. debía ser paciente, si quería que ella fuese su esposa oficial, debía mostrarse cortes y respetuoso.

Chile por su parte, le miró, le sonrió con sinceridad e hizo un pequeño gesto que sorprendió al ruso, lo había invitado a sentarse a su lado.

se acercó a ella sin dudarlo. una vez sentado, Chile dijo:

-al parecer, habrá una tormenta de nieve.

-eso parece su alteza. -dijo Rusia.

-gusta un poco de café. -dijo Chile

-no suelo beber café. -dijo el ruso. 

-ya veo... he oído que en algunas partes del mundo el café está prohibido por que provoca malos hábitos en quienes lo consumen. -dijo la chilena

-es verdad, en algunos lugares, está mal visto. ¿por que usted lo bebe? -cuestionó Rusia

-lo bebo porque me hace entrar en calor cuando hace frío y también me gusta por su sabor. -dijo Chile

-lo bebe muy a menudo? -pregunto el ruso

-no, lo bebo de vez en cuando, yo suelo beber té. -dijo Chile- pero debe hacer mucho frío como para que lo beba. 

-entiendo, debe estar congelada ahora. ¿no? -dijo Rusia sonriendo.

Chile le miró y le sonrió para después reír levemente y decir:

-es verdad lo estoy. 

-entonces, saldré de la rutina y la acompañare con un poco de café. -dijo Rusia

Chile le sonrió y le pidió a la sirvienta que le diera una taza de café a Rusia, este recibió la taza y bebió un sorbo. sorprendiéndose con lo amargo que era.

-es algo amargo.

-normalmente se debe comer algo dulce para acompañar el café, para equilibrar los sabores. -explicó Chile.

-ya veo. -dijo Rusia sonriendo mirando fijamente a la monarca chilena.

ella le miró y le dedico una sonrisa. 

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Continuará.

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⏰ Última actualización: Oct 23 ⏰

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Por el Imperio (CountryHumans - Fem! Chile x Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora