Con el estómago lleno de tanta comida de ayer a los jóvenes jinetes les costó levantarse en la mañana. Los primeros en levantarse fueron los padres de Heather, aún no se acostumbran a que en las mañanas sea un Terrible terror quien de la bienvenida al sol en vez de un gallo y solo han estado en esta isla dos días. Preparan el desayuno para agradecer otra vez a los jóvenes que arriesgaron sus vidas para salvarlos y también por ser los amigos de su hija.
— Buenos días mamá, buenos días papá. — Heather se levantó y saludo a sus padres sentándose en la mesa mientras sobaba su rostro para despertarse. — Buenos días mi niña. — Su madre se acercó a darle un beso en la frente mientras le servía unos platos de huevo y leche de Yak. — Hay que preparar nuestras cosas. — Dijo el papá de Heather con un bolso pequeño. — ¿Tus amigos tienen un barco que puedan prestarnos? — Heather entendió a lo que su padre se refería, hay que volver a casa. — Tal vez puedan ir a dejarnos en... —
— ¿Los dragones? Ni hablar. — Interrumpió su madre. — Si se acercan a nuestras tierras montando sobre ellos van a cazarlos, tu lo sabes hija. No los vuelvas a poner en peligro. Un barco nos servirá. — Ante las palabras de su madre Heather agacho la cabeza y estuvo de acuerdo. — Esta el barco en el que llegue, esta en la arena, ya se en que parte estamos y conozco el camino para ir a casa. Hay que irnos ya. —
— ¿No te vas a despedir? — Heather miró hacia las habitaciones. — Nos intentarían convencer de quedarnos aquí. —
— Tenemos que volver a casa, tenemos una vida allá. Comenzar desde cero aquí no es fácil y espero que tus amigos lo logren. — Agarraron sus cosas y Heather dejó una carta en la mesa bajo uno de los platos de comida. Miró a Chimuelo quien los veía partir. Se acercó para acariciar su cabeza una última vez. — Adiós, fuiste alguien fantástico y fue divertido pasar tiempo con ustedes, los extrañare y a ti también Tormenta. — Acaricio su nariz y le dio un último abrazo. Ellos se fueron.
Brutacio fue despertado por el olor de la comida y aún algo adormilado comenzo a comer. Miro a Chimuelo quien no dejaba de ver hacia la playa. — ¿Paso algo Chimuelo? — Se acercó a él con su plato en mano. Sólo lo vio recostarse, parecía triste. Tormenta también. — ¿Y a ustedes dos que les pasa? — Se quejo, volvió a la mesa y vio un pedazo de pergamino bajo un plato. Lo agarro y los leyó rápido. — Oh... por esto estaban tan mal. Se han ido. —
Hipo se despertó y saludo a los gemelos quienes tenían la cabeza en la mesa y parecían decaídos, los dragones también lucían así. — ¿Qué les pasa a todos? ¿Y Heather? — Brutilda alzó el pergamino e Hipo se unió a la mesa triste.
— ¿Qué hacemos ahora? — Preguntó Brutilda, nadie respondió. — Si lo suponía. — Se levanto y quito su casco. Hipo también se levantó y fue hacia su taller. Tenía planos para crear ropa a medida para todos, también para Heather, de seguro le hubiera quedado bien un traje a juego de las escamas de Tormenta. Volvió a la sala. — Bien tenía planeado ir a explorar, para siempre. No sé si les guste la idea. — Comentó su plan para ver si levantaban su ánimo. — Es un buen plan, aunque extrañare esta isla, tiene unas aguas termales escondidas en las cuevas. — Dijo Brutilda con una sonrisa a medias. — ¿Por qué no me dijiste de esas aguas? Me estuve bañando con los dragones en el lago de afuera. — Se quejó Brutacio. — ¿Y por qué haría eso? Disfruto bañarme sola. —
— No es como si pudieras llamar la atención. No hay nadie más en mucha distancia. —
— Ya calmense. — Hipo se puso en medio de ellos. — ¿Van a aceptar venir conmigo o prefieren irse por su cuenta? Ustedes deciden. —
— Vamos contigo, es obvio, no quiero solo tener que soportar la cara de este idiota. — Brutacio gruñó ante las palabras de su hermana. — No es como si yo también quisiera ver solo tu horrenda carota. — Hipo los empujó suspirando. — Bien preparen sus cosas, ahora que viene el invierno será más difícil pasar las tormentas de nieve, así que iremos en isla en isla. —
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Cómo entrenar a tu dragón. (Au Hipo huye)
FanfictionHipo evitó que Astrid se fuera y le mostró la belleza de montar un dragón, de como se sentía libre, eso es lo que paso... ¿o no? Hipo tenía un solo objetivo, irse de Berk con su mejor amigo, al ver a Astrid se asusta y teme por las consecuencias qu...