Capitulo 3: Heather

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Heather se removió un poco en la calida cama en la que estaba, estaba alado de una chimenea y había sido cubierta por una manta de piel. Miro a su alrededor y encontró un vaso de leche de Yak, un plato de pescado y una cubeta de agua mediana. Sin pensarlo dos veces agarro el agua y se la bebió con avidez. Después devoró el pescado, tratando de atragantarse con las espinas y por último la leche de Yak. Decidió mirar afuera, si estaba en una casa tan grande podría ser de una persona importante de Berk.

La parte de afuera era como un balcón extenso, no había paredes más que las que hacían las habitaciones. Se asomo por el borde, pero le pareció extraño, la isla se veía más grande de lo que le habían dicho. Y tampoco había cabañas. Se asomo un poco más al ver unos arbustos removerse.

— ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? — Del arbusto salió la cabeza de una Nader haciendo que ella se echara para atrás por el susto. El dragón voló hacia donde estaba y la miró mientras retrocedía. — Oh por Thor... por... ¡vete, vete! — Agarro una varilla de metal para tratar de ahuyentarlo, pero el movimiento lo atraía cada vez más.

Lo lanzó y el Nader fue a buscarlo. Volvió con la varilla y se la dejó en el piso. — ¿Tú no vas a tratar de comerme? — Se acercó con cautela a tomar la varilla de nuevo y la lanzó con el mismo resultado. El Nader al ver que no volvería a lanzar la varilla se acercó a una canasta y devoró unos cuantos pescados para luego irse volando.

Heather se tambaleó hasta la silla y se dejó caer, sentía sus piernas flácidas después de eso, pensó que el Nader la iba a matar, pero su tranquilidad no duró mucho cuando un dragón negro entró. Este nunca lo había visto y la miraba fijamente en posición de defensa. Ella intento de nuevo el truco de la varilla, pero con este dragón no funcionaba. Temió lo peor cuando comenzó a moverse un poco cerca de ella. — Oye amigo necesito que.... oh ya despertaste. — Heather miró al chico que salía con un delantal y se limpiaba las manos de aceite.

— Hay u-un dragón. —Hipo paso su vista a Chimuelo y luego a Heather. — Si, ¿y? — Hipo siguió su camino y comenzó a buscar algo por la mesa. — ¿Dónde lo dejé? — Miró las manos de Heather y ella tenia la pieza de metal que buscaba.

— ¿Me lo das, em...? —

— Heather. — Ella estiro su brazo para darle la varilla. — Los gemelos están afuera por si necesitas algo. Vamos Chimuelo. —

— ¡Espera! ¿Dónde estoy? No es Berk... ¿verdad? — Hipo negó. — Esta es la isla dragón... ¿Estás bien? — La cara de Heather era de pánico. — No puede ser, yo recuerdo haber llegado hasta a Berk y luego... tú, tu cara y la de unas chicas rubias. — Heather se levantó. — Pero eso no explica que hago aquí, yo debía estar en Berk. —

— ¿Y qué tiene Berk en especial? — Heather camino rodeándolos, todo el miedo que tenía por el dragón fueron remplazados por frustración y enojo.

— ¿A donde vas? — Hipo comenzó a seguirla. — A Berk, tengo que ir ahí o todo no valdrá nada... — Lo último lo dijo en un susurró para si misma. — No puedes ir ahí. —

— Pues mira como lo hago. — Siguió caminando hasta llegar a la costa para buscar su bote, pero no había ningún barco, peor para ella, no había ningún tipo de puerto. —¿Qué es esto? — Heather se volteó hacia Hipo. — ¿Qué es qué? —

— Solo hay una fortaleza, no hay un puerto y si fuera poco estamos cubiertos de niebla. ¡Así que sí! ¿¡Qué es esto!? — Heather se asusto cuando Chimuelo le gruñó, no solo eso, los dragones que estaban lejos también la miraban fijamente, en cualquier momento parecía que la atacarían si se iba en contra de Hipo. — ¿Qué eres tu...? — Ella comenzó a alejarse. — ¿Yo? — Hipo se apunto a si mismo. — Yo solo un chico, normal y corriente. —

Cómo entrenar a tu dragón. (Au Hipo huye)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora