Problema 3: Dolores

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Rainbow resultó ser un bebé muy tranquilo al inicio.

Sergio presumía de no poder dormir tranquilo hasta que Rainbow empezó a mostrar sus dotes para el fútbol.

Ahora no solo debía sobrevivir a los ataques de su propio bebé sino además el dolor de espalda, de piernas y pies conforme el peso de su barriga aumentaba.

Lewis consultaba constantemente a su médico sobre como ayudar a su omega pero tristemente más allá de medicamentos generales y masajes no iba a ver mucho más que hacer.

La primera vez fue cuando aprovechando un lapso más largo de la normal entre carreras, habían comenzó a decorar y pintar el que sería el cuarto del bebé.

Lewis iba y venía trayendo los muebles cuando en uno de esos viajes miro a Sergio quedarse congelado en cuestión de segundos. Preocupado dejo rápidamente la mecedora qué llevaba y corrió a su omega quien estaba al borde de las lagrimas.

—¿Estas bien? ¿Pasa algo con Rainbow? ¿Necesitas algo? ¿Quieres ir al medico? ¿Llamó una ambulancia? — El alfa lucia asustado y no lograba hacer qué su mente funcionará con claridad. Estaba a punto de cargar a Sergio para subirlo al auto cuando este tomo su mano y la llevó a su vientre.

Uno.

Dos.

Tres.

Tres veces pudo sentir a su bebé moverse, tres pequeñas pataditas debajo  de donde se encontraba su mano.

Ni él ni Checo contuvieron sus lagrimas y sus enormes sonrisas.

Con cuidado sentó al omega en un sillón qué habían colocado, se inclino a su altura y siguió acariciando el vientre de su esposo con ternura.

—¿Te esta gustando tu habitación? — Le hablo a su pequeño Rainbow. — Papá te hará la habitación más bonita que existe, te lo prometo.

Sergio le miraba con cariño, todo en él le hacía saber que Lewis sería el mejor padre que Rainbow iba a poder tener, como era el mejor esposo para él.

Rainbow pareció entender lo feliz que los hacía cuando se movía así que lo hacía más seguido y aunque aligeraba la ansiedad de Sergio también empezó a agotarlo.

—En serio me enojare contigo si no te vuelves futbolista— Le reclama Sergio a su bebé con burla cuando esta más activo de lo normal— Y deberás ser del América porque no pienso aceptar traidores en esta casa.

No importa que Lewis haya dicho que le gustaría que su futuro hijo sea un importante doctor, Sergio aún guarda la teoría de que puede que se dedique al fútbol.

Quizás nunca se lo diga a Lewis y siempre intente buscar mostrarse alegre y bromista pero se siente muy solo cuando este se va y aunque sus hermanos estén con él, aprendió que el hablar con Rainbow le reconforta un poco.

Descubrió que cuando le comienza a hablar sobre su vida de piloto, sobre los campeonatos de Lewis o sobre anécdotas variadas sobre los demás miembros de la parrilla, Rainbow se queda tranquilo como si estuviera prestando atención a las historias. Así han pasado muchas horas juntos, hasta el sueño les gana y el aroma de algunas prendas que su esposo deja les arrulla.

En otras ocasiones cuando Paola la acompaña a pasear por un parque cercano también le cuentan a Rainbow sobre historias de sus infancias y los deliciosos dulces que podrá comer cuando sea grande, cosa que termina haciendo que el bebé se muestre emocionado volviendo a patear a su padre.

Al inicio de semana, Lewis siempre regresa a casa agotado pero se asegura de cuidar a su familia. Ayuda a Sergio a levantarse con cuidado, lo ayuda a evitar toda situación que lo haya agacharse, y usualmente siempre terminan recostado en el sillón y  mientras le cuenta las novedades en el paddock le da masajes en las piernas y pies.

No podía hacer mucho para evitar el sufrimiento de su omega pero al menos intentaba ser tan útil como era posible y distraerlo con los tonterías que hacen los pilotos jóvenes.

—Los chicos quieren venir a verte, según escuché Max ha estado acumulando regalos desde que dimos la noticia.

— Y apuesto a que no es el único.

Pueden perfectamente imaginar a varios pilotos en esa situación.

El cuerpo le duele como si estuviera en un eterno GP de Singapur sin tener agua pero le alivia un poco saber que su bebé se encuentra sano y la felicidad en la enorme sonrisa de Lewis cada vez que Rainbow reacciona a su voz.

Problema 3 casi resuelto.

     ¬Lewis quiere que sea doctor, Sergio quiere que sea futbolista pero a Rainbow le gusta oír sobre los pilotos. Nos preocuparemos de ello después.

     ¬El dolor no pasará hasta semanas después de que Rainbow nazca, pero Sergio no lo sabe.

[Lia reportándose 🫡]

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[Lia reportándose 🫡]

He estado algo desaparecida por aquí pero ya debería estar todo bien para esta semana c:

Lo subo temprano porque voy a estar algo ocupada hoy.

¿Como están? ¿Que me cuentan? ¿Listos para Austin?

Si me permiten robarles dos minutos de su tiempo, les pido que si quieren y pueden me ayuden dando like a esta publicación en la página de Twitter de Fast Lap Girls, realmente se los agradecería mucho y si ustedes también están participando digan para apoyarlos también.

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Sin más, Lia se despide ❤️

Los Problemas Para Tener Un Arcoiris | ChewisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora