Cómplice del Aburrimiento

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De: mí

Para: mi yo del pasado

Gracias por haber decidido quedarte, por intentar salir del agujero negro en el que nos metimos. Gracias por haber encontrado las respuestas correctas a esas preguntas que tantas veces resonaron en nuestra cabeza.

Gracias por pensar en tu familia, incluso cuando te hirieron. Gracias por recuperar nuestras amistades y por darte cuenta de aquellas que nos dañaban. Gracias por proteger tu corazón, aunque tomó tiempo recuperarlo. Gracias por permitirme amar y enamorarme por primera vez.

Gracias por darnos permiso de soñar e imaginar futuros infinitos, posiblemente tangibles. Gracias por aprender a desahogarte y hablar, y por permitirme volver a confiar otra vez.

Gracias por aceptarte tal como eres. Gracias por lograr mirarte en el espejo. Gracias por llorar, reír, enojarte, ilusionarte, hablar y quedarte callada. Gracias por mostrarte tal y como eres.

Gracias por no tener miedo y tener el valor de compartir nuestros escritos. Gracias por descubrir nuestro amor por el cine y nuestra pasión por contar historias que puedan ayudar y hacernos escapar de la realidad.

Gracias por seguir creyendo en Dios y mantener la comunicación con Él. Gracias por preservar el hermoso recuerdo del ser humano más maravilloso que Dios creó.

Gracias por seguir viva y por respirar.

Ahora me toca a mí continuar lo que logramos sanar. Aunque algunas noches son difíciles y lloramos de vez en cuando, aunque levantarnos y seguir avanzando pueda ser duro, gracias por darme otra oportunidad para seguir viviendo, para conocer nuevas personas, para volver a sonreír, para volver a creer en el amor.

Gracias por permitirme vivir todo esto. Ahora me toca seguir aprendiendo: aprender a levantarme cuando caigo, a combatir el miedo, a soportar los golpes y rechazos, a intentarlo y ser valiente. Aprender a celebrar la vida.