18.

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Un jadeo se escapa de sus labios cuando su cuerpo choca contra la misma puerta que ha pasado hace menos de un minuto.

Todo pasa rápido, tan rápido que su mirada brilla en susto y sorpresa a la cara de TaeHyung, que lo está encarando, con ambas manos a sus costados, mirándole la boca, la nariz, los ojos y las cejas, también ve su cabello largo y le quita el gorro, tirándolo a cualquier parte de la habitación y pasa sus dedos por el cabello, desordenándolo un poco y admirando cómo luce tan bien aún desordenado.

—¿Qué haces?—JeonGguk pregunta, lo ve ensimismado en él y eso le pone aún más nervioso.

—Dulzura, puedes detenerme cuando quieras parar—Avisa, y no pierde tiempo para tomarlo por el cuello con ambas manos y acercar su boca a la propia, besándolo demandante, y anhelante.

Escucha un jadeo de parte del omega cuando muerde casi fuerte el labio de este y aprovecha el gesto de dolor para introducir su lengua y jugar con la de JeonGguk, pero éste le regresa la mordida y él sonríe, lamiendo y besando. El más bajo es titubeante, pero aún así alza las manos a la altura de su pecho y encamina sus dedos a los botones de la camisa de Kim, desabrochando éstos.

TaeHyung se separa a penas un centímetros de la boca ajena, mira a los ojos del más bajo y sonríe de lado.
—¿Entonces sí me extrañaste?—Pregunta, coqueto y burlón, JeonGguk le da una mala mirada.

—Tú eres el que se lanzó a besarme, Kim TaeHyung.—Recuerda, desabrochando el último botón y después yendo hasta el único botón de su prenda inferior.

—Pero tú estás desvistiéndome con mucha desesperación...—Canturrea, llevando besos a la mejilla del menor y bajando por la mandíbula y el cuello, da mordidas suaves y juguetonas.

—Si quieres me detengo y te ayudo con arreglar tu maleta, soy tu empleado por estos días, ¿no?—Le mira a los ojos, expectante.

—Soy tu jefe...

—Eso parece.

—Pues no quiero ayuda con la maleta.
Tu jefe quiere que te pongas en cuatro en la cama y me recibas tan bien como lo estás haciendo desde que intentaste pasarte de listo en mi departamento—Le da una mordida más fuerte en la glándula de olor, nada de qué preocuparse, es solo un juego, pero JeonGguk se encoje porque le ha fascinado dicha acción. El pelinegro abre la boca, TaeHyung sabe que probablemente sea para soltar un desacuerdo, así que niega y le ve quedarse en silencio—No me digas que no lo quieres. Este lazo que me trajo hasta ti me ha estado torturando hasta terminar bajando de un ferry a donde estás, tus emociones son parte de éste vínculo, dulzura y no eres muy bueno ocultando lo que sientes. No soy demasiado bueno leyendo, pero tú eres un libro abierto. Abierto para mí.

—Ya–La voz le sale débil, su garganta se siente seca y él se siente nervioso, sus ojos están brillando mientras mirada cada milímetro del hombre frente a él—cállate—Ordena, en el mismo tono bajo pero más demandante.

—¿Quieres callarme?—Invita, arqueando una ceja.

—Joder, sí.—Acepta, también asiente, lo toma por los hombros y lo inclina hasta él, capturando su boca en un beso fuerte y rápido. Siente las manos en su cintura, apretando suavemente y tirando de su cuerpo hasta chocando con el ajeno y ronronea entre el beso, dejándose ser cuando TaeHyung comienza a tomar el control de la situación—Pero—Dice a penas, porque Kim tira de nuevo de él en su intento de alejarse—Alto...—Es como el alfa retrocede, no da ningún paso, solo separa sus rostros, en realidad sus torsos siguen pegados como imanes.

—¿Sí?—Le anima a seguir.

—Usa un condón—Rápido y avergonzado, TaeHyung alza una ceja, mirándolo con esos penetrantes ojos.

—No voy a mentirte, dulzura. No pensé que llegaría tan lejos el primer día, así que no hay condones en la maleta. Podemos ir por un par de ellos o...—Su tono a penas baja, al igual que su rostro, se esconde en el cuello del omega y comienza a esparcir besos lentos y largos y adictivos—¿O no te gusta estar lleno de mí?—Pregunta—Porque a mí me encantó. Cómo resbalaba dentro de ti, lo hizo más fácil, ¿no te gustó?, ¿Estar lleno hasta escurrir?—Y las propuestas sucias y recuerdos vívidos hacen estragos en JeonGguk—Sé que lo amaste. Te empalaste a ti mismo tan bien con mi esencia dentro que mi polla golpeaba en tu vientre, ¿no quieres intentarlo de nuevo?, ¿mmh?

JeonGguk no dice más, se inclina hacia atrás solo para obligar al mayor a salir de su escondite y de nuevo fundirse en besos llenos de deseo, nublados y exquisitos. TaeHyung lo lleva a las nubes con roces, besos, caricias y palabras. Se encuentra tan entregado al alfa frente a él, tan seguro y decidido de querer pasar de nuevo esta situación en sus brazos, en compañía de él entre las sábanas, con su boca, sus besos, su tacto.

Y JeonGguk se esfuerza, se estremece cuando el líquido preseminal comienza a salir de TaeHyung, disfruta el ruido del chapoteo de sus pieles, las piernas le tiemblan en algún punto, pero él no se rinde y sigue saltando sobre la polla ajena, buscando tenerla tan dentro como le sea posible, se sostiene del pecho del alfa, de vez en cuándo resbalan sus manos temblorosas y casi se asusta cuando TaeHyung toma una de éstas para depositarle un beso en los nudillos.

—Qué buena vista, ¿quieres ayuda?—Obtiene un asentimiento, uno frenético y distraído. El omega tiene los ojos cerrados, perdido en el buen sexo. TaeHyung empuja contra el menor y también comienza a masturbarlo, sonriendo cuando su agarre busca volverse rígido sobre su pecho, pero falla y en su lugar hace puños con sus propias manos.

—Se siente bien, ¿verdad? Te lo dije, lindo. No me equivoco.—Está perdido en la reacción del pelinegro, que solo puede asentir o negar, porque tiene la garganta demasiado ocupada con la retención y escape de gemidos y jadeos, TaeHyung jura haber escuchado un par de sollozos, tal vez el aviso de un orgasmo.

Así que TaeHyung le ayuda a llegar, complacido con su trabajo y el resultado; el cuál es JeonGguk en este estado encantador de disolución y sumisión.

De nuevo lo tenía.

Los chicos lentos son tomados [TK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora