23.

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El camino al hotel es silencioso, JeonGguk envía un par de mensajes a su hermana mayor y después responde a un mensaje que recién le envía YoonGi, pidiéndole salir para ponerse al día.

—¿Es Min?—Interroga TaeHyung. JeonGguk sale de su burbuja de inmediato, durante el almuerzo TaeHyung estuvo hablando lo justo, mencionó algunos números, direcciones e información que él no entiende demasiado hacia YoonGi, YoonGi respondió con formalidad y familiaridad, tan serio como TaeHyung, pero el humor de este último pareció cambiar en el camino al auto y el traslado al hotel, serio en su totalidad, sin formular palabras, hasta ahora, que llevan quince minutos de camino.

—Sí—Responde, simple, como si le restara importancia, es cuando TaeHyung le mira rápido de soslayo.

—¿Qué?, ¿quiere una cita?—Su tono burlón, sostiene el volante con una sola mano mientras que la otra está en su barbilla, de manera en que su codo está recargado cerca de la ventanilla.

JeonGguk lo mira, muerde ligeramente su labio inferior y alza los hombros, aunque sabe que el alfa no ha visto dicha acción.

—Algo así, quiere ponerse al día.

TaeHyung contiene un gruñido.
—Creo que ya se pusieron al día en el almuerzo, no dejó de preguntarte cada segundo de tu vida después de que dejaron de verse.

Es tajante, bajo y frío. Un celoso sin duda, pero JeonGguk no lo nota, pues de su parte de la calle disponible en la ventanilla encuentra un local de postres, es un local pequeño, pero muy conocido en su ciudad.

—¡Oh!, ¡Mira, mira! Tienes qué probar algo de ahí antes de que te vayas, vamos—Da un par de golpecitos en el hombro del mayor, sumido en su emoción.

—Claro, voy a estacionarme—TaeHyung busca un lugar, con paciencia estaciona y es la misma que le falta a JeonGguk; que baja del auto casi de un salto, en contraste a un TaeHyung lento y despreocupado.

—¡El Bingsu es tan bueno!—Dice, caminando junto al más alto. Entran al local y JeonGguk sale disparado a la fila, la cuál no es demasiada, son apenas tres personas, TaeHyung mira alrededor, un local humilde, un área muy simple con decoración sencilla.

—¡Oye, ven a pedir!—El pelinegro le llama cuando falta solo una persona para que sea su turno, TaeHyung se acerca y en ese preciso momento llega su turno.

—¡Bienvenidos!, ¿qué les puedo servir?—La empleada es muy joven, con una sonrisa brillante y entusiasta.

—Yo quiero un Bingsu, con trozos de fresa, y frutos rojos, y chantillí, por favor.

La chica asiente, señalando todo en la pantalla.

—¿Sería todo?

—¿Puedes ponerle trozos de cheesecake?—La pelinegra decide serciorarse, mira el mostrador y encuentra lo pedido, así que asiente hacia el chico.

—Entonces.., un bingsu de fresas, frutos rojos y cheesecake..., ¿Y para usted?

Dirige la mirada al que reconoce como el más alto y más serio.

—Uno tradicional—La chica asiente, presionando en la pantalla.

—¿Van a comer aquí?—Mira de uno a otro, pero JeonGguk mira al alfa.

—Sí—Decide el mayor, sacando su billetera, la pantalla informa la cantidad, así que no espera a que la chica la diga.

—enseguida les llevan su orden—Ellos asienten y van a una mesa para dos, TaeHyung sigue mirando el lugar.

—¿No es lo que acostumbras?—JeonGguk cuestiona, riendo a la mirada del alfa.

—Pues, no.

—No te preocupes, es un buen lugar, solo no lujoso y los precios son justos, no como a donde tú vas, que una limonada cuesta lo mismo que un costal de limones—TaeHyung ríe, casi enternecido.

—No solo son los limones, dulzura, hay mucho por detrás de...

—Sí, sí. Empresas, negocios, dinero, ganancias. No sé mucho de eso, pero sé qué me dirás.

—¿Sabes qué te quiero decir?, ¿lees mentes?—Pregunta, con una risa.

—Sí—Casi seguro.

—¿Qué estoy pensando?—Le mira fijo, esa mirada de depredador se queda en él por un tiempo largo, parece leer hasta su alma y es que TaeHyung no puede sacarse de la mente a JeonGguk llamándolo señor Kim.

Una tontería, de vez en cuando le llegaba el recuerdo del alfa pelirrojo siendo tan cercano a JeonGguk y entonces se ponía de mal humor, culpa a su alfa por los celos y el deseo.

JeonGguk entrecierra los ojos, muy concentrado en leer al mayor, eso destello de deseo que brilla en su mirada, la sonrisa de lado juguetona y la manera en que muerde su labio inferior por un momento fugaz.

—Sí, no quiero saberlo. Es decir, lo sé. Sé qué tipo de pensamiento estás teniendo, pero no quiero decirlo aquí—Mira alrededor. TaeHyung cruza sus brazos y alza ambas cejas, retador.

—¿Ah, sí?, ¿Qué tipo de pensamiento es?—Invita a seguir, JeonGguk titubea, deja de mirarlo para pasear sus ojos por el lugar, de repente se pone tímido.

—Pues esa clase de pensamiento que tienes sobre...—Hace una pausa, no sabe cómo decirlo de manera sutil, no sabe cómo dar una indirecta ni cómo ser discreto—Nosotros—Termina por decir, mientras su dedo índice señala al alfa y después a él mismo.

Nosotros...—saborea TaeHyung en su propia boca, JeonGguk degusta también la voz profunda, atreviéndose ésta vez a mirar al alfa frente a él.

(...)

JeonGguk luce preocupado; genuinamente lo está. TaeHyung abraza su estómago y hace una arcada, después corriendo hasta el baño y vaciando lo que podría haber hecho un malestar en su estómago. El omega le sigue, se queda en el marco de la puerta, observando, después camina hasta el pequeño frigobar y toma una botella de agua, tendiendo esta al mayor, que está sentado frente al retrete, su espalda recargada en la pared y sus piernas extendidas.

—Toma un poco de agua—TaeHyung ni siquiera mira, quita la botella de manera brusca de las lechosas manos y la abre en un segundo para tomar un buen trago del contenido.

—Sabía que ese lugar no era bueno—Su voz es más áspera de que costumbre, se encuentra de peor humor también.

Odia sentirse enfermo.

—Pero yo estoy bien...—JeonGguk recuerda, TaeHyung le mira.

—¿Y?, tú frecuentas ese lugar.

—Pudo ser también algo del restaurante, también es un nuevo lugar para ti.—Defiende, se siente ofendido y se pone a la defensiva, su tono se alza un poco.

—No—TaeHyung responde, más sumergido en su recuerdo y refutación—Nunca me había pasado las veces que fui.

El cerebro de JeonGguk procesa, y procesa, y procesa, sus brazos caen a sus costados y observa al alfa levantarse.

—¿las veces?—Alza una ceja, repitiendo lo escuchado.

El más alto le mira, sin comprender la postura de confusión del omega.

—Sí, y nunca había pisado ese lugar de tu Bingsu, entonces es obvio que...

JeonGguk lo interrumpe.

—El local de postres no, pero sí el restaurante, ¿verdad?

TaeHyung se detiene, y se da cuenta del error que acaba de cometer.

Se ha dejado en descubierto.

Y no hay manera de cubrise esta vez.





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Aquí están sucediendo muchas cosas a la vez, ¿Qué notan ustedes?

Por si lo habían olvidado; TaeHyung mintió sobre estar en la ciudad de JeonGguk, en realidad ya ha visitado el lugar un poco más que un par de veces

Los chicos lentos son tomados [TK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora