15.

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—¿Hola?—JeonGguk escucha del otro lado de la línea, se queda en silencio, no tiene nada en la mente mas que al mismo alfa dueño de esta voz grave y lenta y de tono tan monótono y altanero—¿Ya me extrañas, dulzura?

El omega pone los ojos en blanco. El corazón se le acelera y
—Ya quisieras, idiota. Vengo a decirte que eres un jodido mentiroso, eso es lo que eres.

—¿A qué se debe el insulto, primor?, ¿eres de amor mapache?—.

—Es apache, estúpido. Y no es un insulto, es la realidad. Me mentiste.

—Recuérdame la mentira, precioso.

—¡Deja de llamarme así!, mi nombre es JeonGguk.

—Lo sé.

—Y lo sé todo. Mentiste. Me dijiste que si cogía contigo ibas a sacar a JiHyo, cuando JiHyo ya estaba fuera.

Las cejas del alfa se fruncen, sabía que eventualmente iba a enterarse de estas cosas, pero no pensó en que tendría una llamada reclamando sobre ello.

—Oh, no. No, no. Así no es, dulzura. Te equivocaste. Fue después de nuestra sabrá la Luna cuál cogida, pero fue en mi segundo día de celo—.

—¡¿Ya estaba fuera?!

No. Yo hice que saliera.

—Pero, ¿Porqué?, ¿Porqué tú...?

—Porque el segundo día lo hiciste fantástico. Tú fuiste muy resistente, te cogí tanto y tantas veces y te vi debajo de mí, todo lleno de mi esencia y sudado y agitado y- mierda, creo que estoy teniendo una... Lo que sea; fue porque te lo ganaste, y tú ya no me preguntaste hasta el tercer día, y ya era el último, dulzura, obviamente quería una buena despedida.

—¡Pero lo hicimos más veces!

—Sí, pero en esas no hubo excusa. Tú quisiste.

Hay silencio completo, no saben qué decir. JeonGguk escucha aparentemente en buen estado al alfa, no se escucha ni cansado ni tampoco saltó diciendo que le echaba de menos, no es que lo quisiera, pero es una opción.

—Eres un aprovechado.

—Deja de llamarme así. Después regresaste a mi casa y cuando pudiste simplemente tomar mi teléfono y llamar a tu hermana te lanzaste a mí para que te cogiera, tienes un imán y cero control de ese omega tuyo. No te estoy echando en cara esto, ¿sí? Solamente que no me aproveché.

De nuevo silencio, JeonGguk no quiere colgar, pero no sabe qué más decir, sus labios están entreabiertos y un sonido suave sale de su garganta, pero no hay palabra alguna.

—¿Quedó aclarado el asunto, preciosura?—.

—JeonGguk—Corrije de nuevo.

—Sí, sí. ¿es todo, príncipe?—.

—Bueno, yo- quería saber, si tú no estabas afectado por lo del lazo y la distancia y esas cosas. ¿Cómo estás?

—Perfectamente, ¿Porqué?, ¿Tú no?

—Jódete.

Y termina la llamada.

En Jeju, TaeHyung suspira. Ha obtenido una respuesta sin que siquiera JeonGguk se la de. Cada rastro de burla y diversión se esfuma de su ser y en su lugar mira al techo de su habitación, quita el paño húmedo de su frente y habla con la mirada en el mismo lugar.

—¡Hyung!—Llama a su primo, que aparece no mucho después de ser llamado.

—¿Terminaste tu llamada?, no soporto las mentiras, por eso me salí.

Los chicos lentos son tomados [TK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora