𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐃𝐞 𝐋𝐚𝐬 𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 /// My Little Pony

-𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟓-

**La Princesa Celestia**

Un mes después de haber comenzado a construir mi hogar en el bosque Everfree, Twilight y las demás chicas llegaron para descubrir mi creación.

Al entrar, sus rostros se iluminaron de fascinación, admirando cada rincón de lo que había convertido en mi refugio. La mezcla de colores y la calidez del espacio parecían resonar con su energía, y el ambiente se llenó de risas y comentarios entusiastas.

Sin embargo, en medio de la alegría, había algo más que Twilight necesitaba contarme. Con una expresión seria, me informó que la princesa Celestia había sentido mi magia en el bosque y que deseaba verme en persona.

Su mensaje me tomó por sorpresa, y una ola de confusión me invadió. ¿Por qué querría la princesa Celestia verme? Las preguntas comenzaron a surgir en mi mente, llenas de incertidumbre.

Con una sonrisa suave, Twilight comenzó a hablar sobre la princesa Celestia, su voz llena de admiración.

Twilight: La princesa Celestia es una de las criaturas más amables que he conocido. Es sabia y comprensiva, siempre dispuesta a escuchar y ayudar a los demás. No debes preocuparte; la princesa Celestia valora la amistad y la bondad por encima de todo, y seguramente estará encantada de conocerte."

Las palabras de Twilight resonaron en mí, llenándome de un renovado sentido de esperanza y anticipación ante el encuentro con la princesa.

Mew: ¿Cuándo es que ella vendrá?.

Pregunté con tranquilidad, mientras comenzaba a flotar suavemente cerca del suelo, rodeando a Twilight con una curiosidad casi juguetona. Ella, con una expresión seria pero amable, me informó que la princesa Celestia llegaría a Ponyville al día siguiente por la mañana y que debía ser puntual para el encuentro. Asentí con la cabeza, sintiéndome un tanto confundido y, al mismo tiempo, un poco aburrido por la anticipación.

La conversación continuó durante unas horas, llenándose de risas y anécdotas compartidas entre todas nosotras. La calidez de la compañía me envolvió, pero la idea de la inminente visita de la princesa seguía dando vueltas en mi mente.

Finalmente, cuando la noche comenzó a caer, las chicas se despidieron, dejándome solo en mi hogar. Me senté en el sofá, sumido en mis pensamientos, sintiendo una mezcla de tranquilidad y nerviosismo.

Me teletransporté a mi habitación, dejándome caer suavemente en la pequeña cama que había sido hecha a medida para mí. Aunque no necesitaba dormir con frecuencia, en esta ocasión anhelaba hacerlo, deseando despertar más fresco y preparado para el día que se avecinaba. La tranquilidad del ambiente me envolvió, y pronto, mis ojos se cerraron, llevándome al reino de los sueños.

Sin embargo, lo que debería haber sido un descanso reparador rápidamente se convirtió en una pesadilla desgarradora. En la oscuridad de mi sueño, me encontré en un lugar sombrío y opresivo, donde el aire se sentía denso y pesado.

Ante mis ojos, mis amigas, Twilight, Applejack, Fluttershy, Rainbow Dash, Rarity y Pinkie Pie, estaban atrapadas, sus rostros llenos de terror. Eran rodeadas por seres oscuros, criaturas grotescas que sonreían de manera siniestra, disfrutando de la agonía que infligían. Los gritos de mis amigas resonaban en mis oídos, ecos de desesperación que desgarraban mi corazón.

La escena era un verdadero infierno. Las sombras se abalanzaban sobre ellas, y cada grito de angustia que escapaba de sus labios era acompañado por el sonido escalofriante de risas crueles.

La desesperación se apoderó de mí mientras intentaba gritar, pero mi voz se ahogaba en el terror que me envolvía. La oscuridad parecía cobrar vida, y el suelo se empapaba con un color carmesí, una representación vívida del dolor que sufrían mis amigas.

Las lágrimas brotaban de mis ojos, pero no podía hacer nada más que observar impotente, sintiendo cómo el miedo y la angustia se apoderaban de mí.

Me encontré gritando en medio de la oscuridad, un grito desgarrador que atravesaba la pesadilla, clamando que las dejaran en paz. Pero cada intento de ayudar era en vano, como si una fuerza oscura me mantuviera alejado de ellas.

Desperté de un salto, gritando, mientras el sudor empapaba mi frente y corría por mi cuerpo. Mis patas temblorosas se movían de manera inquieta, reflejando la agitación que aún resonaba en mi interior.

La luz del día se filtraba a través de las cortinas, iluminando la habitación y revelando que lo que había creído que eran minutos en mi pesadilla habían sido en realidad horas en el mundo real.

La desesperación se apoderó de mí al recordar las visiones aterradoras que había presenciado, mientras el miedo se aferraba a mi estómago como un peso insoportable.

Sin embargo, a medida que la luz del sol llenaba el espacio, una calma comenzó a deslizarse sobre mí, como si el calor del día disipara las sombras de la noche anterior.

...

..

.

Media hora después, me encontré flotando en el aire, dirigiéndome hacia Ponyville. Abajo, las casas y los árboles se extendían en un paisaje familiar, pero mi mente seguía atrapada en los recuerdos de la pesadilla. La brisa era fresca, pero la inquietud no me dejaba en paz.

Mew: ¿Qué significaba ese sueño?... ¿Era solo un reflejo de mis miedos o había algo más detrás de eso?.

A medida que avanzaba, comprendí que la pesadilla podía ser un aviso, una señal de que debía estar alerta y cuidar a quienes me importan.

Descendí suavemente en un campo donde mis amigas me esperaban, sus rostros iluminándose al verme. Cada una me abrazó con fuerza, y sentí la calidez de su apoyo envolviéndome. Applejack se acercó y me ofreció una manzana, su sonrisa sincera y amistosa.

La acepté con gusto, mordiendo la fruta jugosa, que resultó ser tan deliciosa como siempre. Mientras disfrutaba de ese sabor familiar, Pinkie Pie apareció de repente, con su energía habitual, y me metió un pedazo de pastel en la boca antes de que pudiera reaccionar.

La mezcla de sabores alegró mi ánimo, y en ese momento, rodeado de mis amigas, supe que estaba en el lugar correcto.

Minutos después, sentí una fuerte presencia mágica acercándose hacia nosotros. Miré a lo lejos y vi una carroza que se acercaba, empujada por dos pegasos que descendían del cielo. Era la princesa Celestia, y no pude evitar sentirme emocionado al verla.

Mew: Para hacer un pony no está nada mal.

Pensé para mí mismo, tranquilo mientras seguía flotando cerca del suelo. La llegada de Celestia iluminó el ambiente, y todos parecían ansiosos por recibirla, llenos de expectativas sobre lo que traía consigo.

Ella bajó con delicadeza y elegancia de la carroza, caminando hasta quedar frente a nosotros. Mis amigas se arrodillaron ante ella, y yo, un poco nervioso, también lo hice. Pero, con una voz elegante, tranquila y gentil, la princesa nos dijo que levantáramos la cabeza. Cuando me miró, sentí un cosquilleo en el estómago y, lentamente, comencé a frotar mis patas hasta quedar frente a ella.

Mew: Buenos días, princesa Celestia, mi nombre es... Mew.

Dije, un poco nervioso. Ella solo sonrió cálidamente y acercó una de sus alas a mi cabeza, frotándola suavemente. Su gesto me tranquilizó y me hizo sentir bienvenido, como si estuviera en presencia de una verdadera amiga.

Continuara.