⍣• Capitulo 06 •⍣

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Mariel.

Me encuentro en el salón, aún el timbre no suena y mi mejor amiga aún no llega, así que saco mi libreta de dibujo y me concentro en terminar de dibujar el paisaje que hace dos días comencé y por las tareas y otras cosas no había tenido el tiempo para poder terminarlo.

—Mariel, puedo hablar contigo — escucho que dice alguien detrás de mi espalda.

Me volteo y veo que es Diego, uno de mis compañeros de clase y el cual, al igual que yo, es el cerebrito de la clase y también es un chico muy guapo: cabello azabache y ojos verdes, piel blanca y unos centímetros más alto que yo.

Diego trae a unas cuantas chicas suspirando por él; en primer lugar, yo también era parte de una de esas chicas.

—¿Sí, claro? Dime — respondo.

Diego toma uno de los pupitres y lo coloca a mi lado.

- Quería preguntarte si estás libre hoy en la tarde -dice.

Frunzo el ceño.

- Eh, sí. ¿Por? - pregunto.

-Es que quería preguntarte si hoy en la tarde te gustaría ir al cine conmigo. Se acaba de estrenar una película y me gustaría ir a verla contigo -soltó, sonrojado y algo nervioso, tocándose la nuca.

Qué tierno, pienso.

— Sí, claro, ¿por qué no? —respondo con una sonrisa.

—¿A qué hora? —pregunta.

—A las 6, yo paso por ti a tu casa — dice.

—Sí, está bien— le digo.

—Bueno, entonces nos vemos a las 6 —dice y me da una sonrisa nerviosa.

Asiento con la cabeza para luego verlo caminar hacia sus amigos, los cuales comienzan a burlarse de él en cuanto llega.

Dos minutos después, el timbre suena entre la profesora de matemáticas y detrás de ella, mi amiga Brenda, la cual me sonríe para luego sentarse detrás de mí y en un susurro pedirme que le pase la tarea de inglés, materia que nos toca después de la de matemáticas.

Saco mi cuaderno y se lo paso a Brenda para después poner atención a lo que la profesora dice.

—todos saquen su libro de matemáticas y resuelvan los ejercicios de las páginas 125 a 126 — dice la profesora con voz autoritaria.

****

Los últimos minutos de la clase de español se esfuman y el timbre suena, indicando el fin de la jornada escolar. Todos comienzan a guardar sus cosas en su mochila con mucha prisa, para luego salir del salón corriendo y empujándose entre ellos.

Cuando he guardado, tomo mi mochila, me la pongo detrás de mi espalda, para luego Brenda y yo abandonar el salón de clases. Antes de ir a mi casa, decidimos pasar a una cafetería a tomarnos un café y también para platicarle sobre la cita que tendré con Diego.

Narrado por Bruno

Tres semanas han transcurrido desde que el investigador me entregó toda la información de mi princesa. Dos semanas aguantándome las ganas de poder tocarla, de poder besarla, acariciarla y de hacerle el amor, pero eso acabará si todo sale como lo he planeado. Dentro de dos días, ella estará en mi poder. Ya tengo todo resuelto; me la llevaré a mi casa que tengo afuera de la ciudad. Ahí podremos vivir tranquilamente, alejados del exterior, sin nadie que pueda molestarnos.

Por unos días, dejaré a cargo de mi empresa a Edgar, mi amigo. Quiero disfrutar por un tiempo de mi princesa. Confío en Edgar; sé que él nunca me traicionaría. Sabe que si lo hace, una de las balas que tiene mi pistola terminará en su cabeza. No es que sea mi mejor amigo, le perdonaré alguna estupidez que haga.

EN LAS GARRAS DEL MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora