Izuku no podía calmarse, la revelación de su madre sumado con la forma de actuar de Testu y el hecho de que supiera que estaba en cita, lo tenia muy preocupado, tanto que su magia comenzaba a fluctuar y el viento a su alrededor se comenzaba a arremolinar sin que se percatara, levantando las hojas y los flores del jardín.
Denki, revoloteaba cerca notó la fluctuación de la magia de su mejor amigo, le hizo una seña a Eijiro que estaba observando a su novio para que se acercara mientras el descendía.
—Busca a Tenya dile que busque a la reina y vayan donde el principe — pidió sin darle explicaciones y voló con rapidez hasta donde estaba su amigo.
—¿Izuku? —llamó Denki con suavidad, aterrizando frente a él, observando cómo el príncipe mantenía su mirada fija en la nada, ajeno al caos que su magia estaba creando—. Oye, respira... Estoy aquí.
Izuku no respondió estaba en total shock.
—Izuku, escúchame, por favor —insistió Denki, tomando las manos de su amigo con suavidad, sintiendo la energía inestable bajo sus dedos—. Sé que estás asustado, pero tienes que calmarte... por tu bien, por el bien de tu bebé.
Esas palabras hicieron que Izuku finalmente levantara la vista, sus ojos verdes estaban llenos de temor y confusión.
—Denki... —murmuró mientras su voz salía con temor — no puedo... no puedo, tengo miedo. miedo por Kacchan, por nuestro hijo. ¿Qué pasa si Tetsu Tetsu intenta hacernos daño? ¡No sé cómo protegerlos!
—¿Tetsu Tetsu? ¿el miembro del consejo? — preguntó extrañado y con su ceño fruncido — ¿Por qué crees que él querría hacerles daño?
Izuku respiraba aun con dificultad, su magia comenzaba a desbordarse, ahora no solo había viento que comenzaba a arremolinarse con fuerza, si no también comenzaba a generar destellos de electricidad y además, la magia de la naturaleza se estaba presentando, las raíces de los árboles, Denki tenía que calmar a su amigo antes de que se desate una tormenta.
Lo abrazó con fuerza — Izuku, entiendo que tienes miedo, pero no estas solo — comenzó a hablar mientras lo seguía sosteniendo con fuerza — Estoy contigo, tus padres, tus amigos y también Katsuki.
—¿Y si no puedo protegerlos? —preguntó Izuku, con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Y si no soy lo suficientemente fuerte?
—Eres mucho más fuerte de lo que crees, y lo has demostrado, Katsuki te ama, Izuku, y sé que juntos podrán superar cualquier cosa, incluso a Tetsu Tetsu, pero primero tienes que calmarte —hablo con suavidad— Respira hondo, vamos, tú puedes.
El peliverde respiró profundamente, mientras dejaba que el abrazó de su amigo lo ayudara a tranquilizarse, poco a poco, las chispas de electricidad y las raíces comenzaron a desaparecer.
Denki sonrió con alivio cuando vio que la tormenta mágica había cesado.
—Ese es mi chico — comentó separándose del abrazo — Ahora, ¿Qué sucede Izuku?
Izuku con lagrimas en los ojos comenzó a contarle todo lo que había pasado y de lo que se enteró, su amigo lo escuchó con calma, obviamente estaba sorprendido, pero no diría nada, tenia que asegurarse que Izuku no volviera a descontrolarse
—Izuku — llamó — Katsuki está protegido por la protección celestial y nosotros nos encargaremos de protegerte y a ese pequeño que crece en tu interior — le aseguro con una sonrisa
Justo en ese momento, Eijiro llegó corriendo con Tenya y la reina Inko. La preocupación en sus rostros se desvaneció al ver que Izuku estaba tranquilo.
—Izuku, mi amor —susurró su madre, acercándose a él y envolviéndolo en un abrazo —Todo está bien, estamos aquí para ti.
—Gracias, mamá... —murmuró Izuku, abrazándola de vuelta — Denki me ayudó a tranquilizarme.
—Mi niño, debes cuidarte por el pequeño que crece en tu interior.
—¿Un bebé? — preguntó sorprendido Eijiro, al tiempo que Denki se acercaba a su novio.
—Yo no soy una hada vital, pero Izuku y ahora la reina acaba de confirmar que el principe Izuku esta esperando a su primogénito.
—¿Katsuki lo sabe?
—No... aún no he tenido la oportunidad de decírselo — respondió Izuku — mi plan era decirle de la forma en la que lo hacemos las hadas, pero... ahora no se si deba hacerlo — comentó bajando la mirada.
—Hijo, nunca hay un momento perfecto, si quieres hacerlo hazlo, estando en el palacio nada te pasara, tu padre ni yo lo permitiremos.
—Gracias, mamá
—No agradezcas mi niño, ahora vamos a la cocina, necesitas un té para tranquilizarte — comentó tomando la mano de su hijo y tirando de él con suavidad — Tenya, manda un mensajero a buscar al rey Katsuki, su esposo necesita verlo
—Majestad — interrumpió Eijiro — el rey Bakugo esta fuera del reino, esta en Luminaria otro reino humano, es un viaje de dos días
—No te preocupes, enviaremos entonces a Hawks, es nuestra hada mensajera más rápida, estoy segura de que lo encontrara en unas horas. — respondió con calma — ahora si me disculpan jóvenes mi hijo y yo tenemos una pequeña fiesta de té.
Eijiro, Denki y Tenya se quedaron solos un momento.
—Si me disculpan debo ir a cumplir con la orden de la reina — se disculpo Tenya dejando solos Eijiro y Denki.
Eijiro suspiro — vaya que las hadas son muy diferentes a nosotros — susurro — son increíbles aunque ninguna es como mi amada hada
Denki se sonrojo por el comentario de su novio, — Eiji, creo que exageras
—No, no exagero — comentó — ¿Me podrías que pasa con Izuku?
—Ven, vamos a mi habitación ahí nadie nos molestara — comentó tomándolo de la mano.
Unos minutos después entraron a la habitación del Hada
—Vaya, este lugar es hermoso — admiró Eijiro, la habitación de su pareja lo "recibio" con una brisa fresca, que mecía suavemente las cortinas, el espacio era muy amplio y luminosos, las paredes parecían estar cubiertas por corrientes de aire traslucidas que brillaban en tonos dorados y azules, el techó era abovedado decorado con cristales que parecían suspendidos en el aire, en el balcón había una serie de flores y plantas que brillaban, armonizaba a la perfección los aposentos del hada de viento.
La cama parecía estar flotando gracias a las ventiscas de viento, las sabanas eran de seda y su color blanco brillaba de igualmente.
—Tu habitación es como un sueño... Es como si el aire mismo estuviera vivo.
Denki sonrió, sonrojándose un poco por el halago.
—Las hadas de viento amamos la libertad —explicó, dejándose caer en la cama flotante, que se balanceó ligeramente—. Así que nuestras habitaciones siempre están abiertas al aire — agregó con una sonrisa coqueta — Además, me gustaría ver cómo cambia cuanto tú y yo....
—¿Cuándo tú y yo qué? —preguntó Eijiro, inclinándose sobre la cama observando esos ojos amarillos ámbar que tanto ama.
Denki soltó una pequeña risa y lo jaló hacia él, haciendo que quedara sobre él — cuando tu y yo estemos haciéndolo, respondió para comenzar a besarlo.
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Me habian pedido la historia del Kiridenki de esta historia, el próximo capitulo la contare
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Hechizo de sueño eterno
FantasyUn ataque orquestado por un extraño hechicero que iba dirigido al rey de los humanos, que fue impedido por el principe de las hadas, el prometido del rey de lo humanos, en lugar de acabar con su vida termina en un sueño profundo del que no puede de...