7. La magia del hada del viento

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Para Eijiro fue una experiencia increíble, era la primera vez que estaba sobre su pareja, teniendo intimidad con Denki liberando su magia a su alrededor, mientras ambos se entregaban al momento, la magia del hada de viento comenzó a manifestarse cada vez más intensa, la habitación se vio envuelta en un aura ligera, cada caricia en sus cuerpos, creaba un ráfagas de corriente ligeras que se deslizaba en la piel de ambos, ocasionando un sinfín de nuevas sensaciones e intensificando sus reacciones.

Las cortinas ondeaban de manera más pronunciada, como si las brisas estuvieran sincronizadas con los latidos de sus corazones. Los cristales suspendidos en el techo brillaban con más fuerza, destellando en tonos dorados y plateados que reflejaban los sentimientos profundos que compartían en ese momento, era como si el ambiente mismo estuviera celebrando su unión.

Eijiro podía sentir la magia de Denki en cada contacto, una energía etérea y sutil que acariciaba su piel, como si el viento mismo formara parte de aquello que los mantenía unidos. Los vientos se arremolinaban a su alrededor, envolviéndolos en una danza que acentuaba cada movimiento, cada beso, creando una atmósfera casi surreal, como si el tiempo se hubiera detenido en esa habitación flotante.

La cama, parecía balancearse con ellos, elevándose ligeramente con cada impulso, mientras las sábanas de seda se movían como si también estuvieran llenas de vida. Eijiro sentía cómo la magia de Denki lo rodeaba, no solo como una fuerza externa, sino como un calor interior, como si el viento se hubiera fusionado con sus propias emociones, potenciando la intimidad que compartían.

Conforme sus cuerpos se conectaban más profundamente, las corrientes de aire que rodeaban el cuarto brillaban con un resplandor aún más intenso. Pequeños destellos de luz bailaban en el aire, iluminando las formas de sus cuerpos con tonos dorados y azules, reflejando la pureza y el amor que compartían. Las flores y plantas del balcón empezaron a brillar aún más, emitiendo un suave resplandor que llenaba el ambiente con un toque de naturaleza magica.

Denki, sonriendo entre besos, dejó escapar una pequeña risa, consciente de cómo su magia se desplegaba de manera tan hermosa ante los ojos de Eijiro.

—¿Puedes sentirlo? —susurró Denki, sus labios estaban a milímetros de los de Eijiro — Es la magia de nuestro amor...

Eijiro admirando al ser que era solo para él y con la emoción latiendo en su interior, asintió, completamente sumergido en esa nueva experiencia que esperaba siguiera sintiendo en el futuro, El aire a su alrededor seguía danzando, cargado con la magia y los sentimientos que compartían, como si la habitación entera los abrazara, envolviéndolos en un espacio donde solo existían ellos dos y la conexión mágica que los unía.

Cuando el climax llegó una ráfaga de viento se arremolinó con más fuerza a su alrededor, llena de destellos dorados que hacían lucir a Denki aún más hermoso a los ojos de Eijiro

Eijiro se quedó recostado al lado de Denki quien descansaba sobre su pecho dibujando círculos con un dedo, El viento seguía bailando suavemente en la habitación, aunque ahora mucho más tranquilo. El ambiente había vuelto a ser pacífico, pero aún estaba impregnado de la magia que los había rodeado, dándoles esa sensación única de unión.

—No sabía que tu magia podía ser tan... hermosa —comentó Eijiro susurrando — es decir, hermosa mientras te hago mío.

Denki sonrió suavemente, alzando la vista hacia Eijiro, en sus ojos se podía ver el brillo que tuvo mientras se entregaban al amor. Acarició el rostro de su pareja con ternura, sus dedos apenas rozando la piel de Eijiro, como si temiera romper el momento tan perfecto que compartían.

—La magia de un hada responde a las emociones —explicó Denki su voz era suave y tranquila —Y cuando estoy contigo... es como si todo mi ser se liberara, como si el viento danzara solo para nosotros.

Eijiro lo observó con una mezcla de asombro y adoración, la mirada fija en aquellos ojos dorados que reflejaban una devoción profunda. Se inclinó para besar la frente de Denki.

—Eres increíble, Denki —murmuró, envolviendo al hada en sus brazos con fuerza—. No sé cómo tuve tanta suerte de encontrarte.

Denki soltó una risa ligera, enterrando su rostro en el pecho de Eijiro, disfrutando del calor que emanaba de su novio.

—Yo tampoco sé cómo fui tan afortunado —respondió en voz baja, sintiendo que el viento en la habitación aún resonaba con los latidos sincronizados de sus corazones— Pero estoy feliz de que el viento te haya traído a mí.

—Aun recuerdo como llegaste con Izuku aquel día que te conocí, estabas tan nervioso que en cualquier momento desfallecerías

Denki sonrió ante la mención del recuerdo — Izuku siempre ha sido demasiado curioso, eso me daba miedo pues se metía en problemas con facilidad, nunca había cruzado al reino humano y tenía miedo de todas las falsas historias que nos contaron, hasta que te vi y fue un flechazo directo a mi corazón.

Los dos permanecieron en silencio durante un rato, simplemente disfrutando de la compañía del otro, mientras el ambiente mágico de la habitación se calmaba por completo, volviendo a esa brisa suave y constante.

—¿Me puedes explicar que paso con Izuku? —preguntó Eijiro finalmente, rompiendo el silencio mientras acariciaba distraídamente el cabello de Denki.

Denki suspiró, su expresión volviéndose más seria y comenzó a contarle todo lo que Izuku le había dicho

—No creo que Izuku esté equivocado y mas si es verdad que el consejero era el prometido de mi amigo.

Eijiro frunció el ceño al escuchar esas palabras, incorporándose un poco en la cama.

—¿Crees que Katsuki está en peligro? —preguntó

—No, Katsuki no correrá peligro si es la magia de las hadas que le quiere hacer daño, veras cuando Izuku se sacrificó aquel día para que Katsuki no recibiera el daño, en ese momento se activo algo que las hadas conocemos como protección celestial, es algo tan profundo y primitivo que ni siquiera las hadas más poderosas podrían romperlo — continuó Denki — Lo que sí sabemos es que esa protección se activa solo cuando alguien realiza un sacrificio puro y desinteresado por la persona a la que ama profundamente. Y en este caso, Izuku se sacrificó por Katsuki, algo que desencadenó esa magia.

Eijiro frunció el ceño, tratando de comprender todo lo que Denki le explicaba

—¿Y cómo funciona exactamente esa protección?

—La protección celestial es como un escudo invisible — explicó Denki — Mientras esté activa, cualquier ataque mágico que intente dañar a Katsuki será bloqueado o desviado hacia el atacante. Incluso si son criaturas mágicas, como los animales o los espíritus, nadie puede atravesar esa barrera, sí es que quieren hacer daño, pero... — hizo una pausa — Si alguien quiere lastimarlo físicamente Entonces sigue habiendo peligro, aunque mi corazonada no va dirigida a Katsuki, sino a Izuku o a su bebé, pues existen dos épocas durante el embarazo de un hada donde es vulnerable, la primera es durante el tercer mes, porque es una época en la que un hada puede deshacerse de la criatura, solo que en nuestro caso no muere, se transforma en un animal hada, como los unicornios y pegasos, y la otra ocasión es cuando nace la nueva hada, pues ambos están frágiles uno por el alumbramiento y obviamente el bebé por ser un bebé.

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¿Teorias de los planes de Tetsu Tetsu?


Hechizo de sueño eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora