El libro de piel yacía abierto sobre la mesa, sus páginas amarillentas y frágiles, como la piel de un animal antiguo. Las recorrí una vez más, buscando una respuesta a las preguntas que me atormentaban. "Sigue la luz del destino, hacia el umbral de la eternidad...", decía la profecía inscrita en la estatua de Azrael. "Sigue el umbral por el camino oscuro". ¿A qué se referían esas palabras? ¿Qué significaba la puerta negra?
Me levanté, suspirando, y me dirigí hacia la ventana. Afuera, la campiña de Coronado Elysium se extendía ante mis ojos, una mezcla de praderas verdes, bosques tupidos y ríos cristalinos. Un lugar de belleza serena, donde la vida transcurría a un ritmo lento y apacible. Pero en mi corazón, un vórtice de emociones se agitaba sin descanso. La profecía, las extrañas sensaciones que me habían acosado durante meses, las imágenes fugaces del pasado que se colaban en mi mente como espectros... Todo lo que había sucedido en los últimos tiempos apuntaba hacia un destino que no podía controlar.
"¿Te sientes mejor?" La voz de Joshua, mi fiel amigo, me interrumpió. Me giré para mirarlo. Joshua era un joven alto y delgado, de cabello castaño y ojos color avellana, con una mirada cálida y penetrante. Se había convertido en una presencia constante en mi vida, un amigo incondicional que me había acompañado a lo largo de mi viaje en busca de respuestas.
Asentí lentamente, con un nudo en la garganta. "Un poco. Pero aún siento una profunda inquietud. ¿Qué significa todo esto, Joshua? ¿Qué es la puerta negra?"
Joshua se encogió de hombros, una expresión de preocupación en su rostro. "No lo sé con certeza, Aurelio. El libro de piel habla de un portal, un lugar donde el tiempo se tuerce y se dobla. Se dice que conecta con el mundo de los 'susurrantes de la vida', un lugar donde los espíritus del pasado, presente y futuro se mezclan."
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Sería posible que la puerta negra fuera la clave de mis extrañas sensaciones, de las imágenes fugaces que me habían acosado durante meses? ¿Y qué pasaría si atravesaba la puerta? ¿Sería capaz de controlar mi capacidad para viajar en el tiempo?
"Aurelio, te ruego que tengas cuidado," dijo Joshua, su voz llena de preocupación. "No sabemos lo que nos espera en la puerta negra. Puede ser un lugar peligroso."
Asentí, pero la curiosidad ardía en mi interior como un fuego inextinguible. Tenía que saber más. Necesitaba descubrir el verdadero significado de mi destino.
"Muéstrame la puerta negra," dije, con decisión.
Joshua dudó por un momento, sus ojos reflejaban una mezcla de preocupación y resignación. "Aurelio, no es seguro..."
Pero yo era implacable. "No tengo miedo," dije, "y no puedo permanecer en la incertidumbre. Necesito saber."
Joshua suspiró y se volvió hacia la multitud que lo observaba con expectativa. "Está bien, Aurelio. Pero ten cuidado."
Joshua condujo a través de un sendero que serpenteaba por el valle. El paisaje era hermoso, con flores multicolores y un cielo azul intenso, pero una sombra de angustia se cernía sobre mí. Sabía que se acercaba a algo importante.
Al final del sendero, se erigía una enorme pared de roca negra, sin ninguna abertura visible. Joshua tomó una piedra que yacía en el suelo y la froto contra la roca.
"No es una puerta ordinaria, Aurelio," dijo Joshua, "Hay que abrirla con el poder del tiempo."Sentí un fuerte escalofrío al ver cómo la roca se desvanecía a su alrededor, revelando un portal de luz blanca cegadora.
“Prepárate, Aurelio,” dijo Joshua, “la puerta te llevará a donde estás destinado.”
Tomé una profunda inspiración, mis manos temblaban ligeramente. El vórtice de luz me atraía, me invitaba a adentrarme en lo desconocido.
“Aurelio, ¿estás seguro?” preguntó Joshua, su voz llena de preocupación.
Cerré los ojos por un momento, sintiendo un torbellino de emociones dentro de mí. ¿Sería capaz de controlar mis poderes? ¿Sería capaz de enfrentar lo que se escondía del otro lado de la puerta?
Con un suspiro profundo, abrí los ojos y dio un paso hacia la luz blanca.
La luz se extendió como un rayo de sol y me envolvió completamente. Cerré los ojos con fuerza, sintiendo cómo el mundo se desvanecía a mi alrededor.
El tiempo parecía detenerse. No podía distinguir entre el pasado, el presente y el futuro. Solo sentía una fuerte sensación de vértigo y un ruido intenso que me rebotaba en el oído.
Y entonces...
... La luz blanca se extinguió. Abrí los ojos lentamente, deslumbrado por la oscuridad que me rodeaba. Un frío intenso se apoderó de mi cuerpo. Me puse de pie, buscando con la vista un punto de referencia en la oscuridad.
¿Dónde estaba?
Un fuerte ruido me hizo girar la cabeza de golpe. Un ruido metálico y resonante que parecía provenir de las profundidades del castillo.
Un castillo... Un castillo gigante de piedra gris, cuyas torres se alzaban hacia el cielo con una oscuridad impresionante.
El Daimone...