24 de septiembre, 2022
Es sábado y los sábados me dan ganas de seguir durmiendo hasta tarde, mis planes son esos: tener un descanso de la preparatoria y del equipo de voleibol. Necesito relajarme o terminare entrando en una locura irremediable.
Aunque se que mi paz será interrumpida por los gritos de alguien o es María, mi hermana, o mamá.
En cuanto escucho el grito repentino de María pataleo, ella si que tiene pulmones buenos, seria capas de despertar al vecindario completo.
Se fue mi oportunidad de dormir, anoche me quede haciendo un proyecto y me dormí hasta que papá salió de la casa a trabajar. Quizá si me distraje un poco con unas cosillas.
Miro la hora en mi teléfono llevándome la sorpresa que son las nueve de la mañana.
Debe de ser una jodida broma. ¿Dormí solo cuatro horas?
Aun estoy a tiempo para escapar del país y cambiar de familia, tener perdida de la memoria y no volver a escuchar los gritos de María
—¡Emanuel! —mamá me grita desde las escaleras para despertarme, y vuelvo a patalear, hoy no es mi día—. ¡Emanuel!
—¡Ya te escuché mamá! —ruedo los ojos y me quedo mirando el techo.
Hay una mancha de moho en una esquina del techo, cerca de la puerta, chasqueo la lengua. Estoy muy seguro que papá me hará subir al techo a impermeabilizar y ya estamos en tiempo de lluvia.
No se va a secar.
—¡Emanuel no me hagas subir por ti! —termino rodando los ojos una vez más.
Conozco a mamá y si es capaz de subir por mí, hasta la veo capaz de tirarme de la oreja por no obedecerla.
Me pongo de pie quitándome todas la sabanas de encima y camino con cansancio hasta mi puerta, mi habitación no es tan grande por que le dejaron esa habitación a María, ser la hija menor es un privilegio.
Cierro mi puerta y tallo mis ojos cuando ya estoy en el corredor, cuando abro mis ojos me encuentro con mamá y su chancla en la mano.
—¿Qué planeabas hacer? —le pregunto dando dos pasos hacia atrás—. Eres una violenta.
—El desayuno se va a enfriar, tenia que tener medidas drásticas para hacerte bajar—si no conociera a mi mamá quizá le creería, pero no le creo—. Anda, que tu papá mando tamales.
—¿En qué? ¿paquetería? ¿Un taxi?
Mamá solo se ríe y no me dice si papá fue capaz de hacerlo. Aunque es papá es capaz de mandar cualquier cosa por paquetería por que es un flojo. Una vez lo hizo con unos papeles que llegaron después que él, pero dio la excusa de que eran importantes y no podía perderlos.
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Besos sabor a pasado.
Fantasi(BL) ¿El amor puede seguir intacto después de 37 años? Emanuel termina por error en México de los 80s, el mismo día que se le declara a su mejor amiga lo que no sabía es que Santiago terminaría escuchandolo. Ahora con Santiago tiene un mes para ayu...